En las noches de septiembre, cuando la luna empieza a ocultarse en el horizonte y las estrellas a destellar en el cielo, las calles de Suchitoto se llenan de fiesta con pequeñas luces y antorchas de fuego que iluminan de dorados destellos el pueblo. La mayoría de habitantes esperan cada14 de septiembre, con mucha emoción ver y participar de una tradición, que desde hace 35 años se celebra y recorre las principales calles de Suchitoto. Cada año, alrededor de este evento se reúnen centenares de personas para celebrar una tradición que ha perdurado a lo largo de los años y a venido de generación en generación de estudiantes, gracias al empeño de mantenerlo vivo por parte del personal docente del Instituto Nacional de Suchitoto.
Una noche de memoria y patriotismo
El 15 de septiembre, es el Día de la Independencia de El Salvador, es la fecha que se celebra con gran fervor en todo el país. Pero en Suchitoto, esta celebración es precedida por la fiesta del desfile de las antorchas, que con mucha alegría toma un matiz especial y llena de celebración y luces la noche. La tradición se remonta a décadas atrás, pero en Suchitoto desde hace 35 años se ha convertido en un evento alrededor del cual centenares de estudiantes del INSU dedican muchas horas a prepararse para celebrar con gran entusismo el desfile de las antorchas cada 14 de septiembre .
El Desfile de las Antorchas en Suchitoto surgió en el contexto de los años del conflicto armado como una iniciativa del INSU, y es un recordatorio para preservar una tradición, la memoria histórica y la importancia de transmitirla a las futuras generaciones.
La preparación del desfile empieza muchos meses antes, con largos ensayos y preparativos de trajes, antorchas y carrozas que los estudiantes preparan, invirtiendo tiempo y dinero para lograr la magia que reúne a los habitantes en el centro de Suchitoto. Durante el desfile se pueden ver muchas antorchas encendidas, que iluminan la oscuridad de la noche y crea un ambiente de misterio y solemnidad. A medida que avanza el desfile, las antorchas se convierten en faros que iluminan el camino hacia un futuro lleno de esperanza y compromiso cívico.
El Desfile de las Antorchas a trascendido el tiempo y hoy goza de reconocimiento atrayendo a visitantes de otras regiones de El Salvador y turistas internacionales que desean presenciar esta tradición única. Todo el concepto del desfile, la música y las danzas folclóricas está a cargo de los y las estudiantes del INSU, quienes con mucha dedicación se encargan de darle vida y un toque festivo y cívico a la noche, creando una experiencia inolvidable para todos los presentes.
Como todos los años, el INSU escoge un tema alrededor del cual se confeccionan los trajes y enarbola el desfile, dándole un sentido temático a todo el desfile. “Cultura Precolombina” ha sido el tema bajo el cual este año, el día 14 de septiembre a partir de las 5:00 p.m. saldrán a lucir y engalanar las calles empedradas de la ciudad.
Pero ¿Cuál es el origen del desfile de las Antorchas?
La historia de los desfiles de las antorchas y farolitos en El Salvador tiene un origen más profundo y significativo para las celebraciones cívicas que se remonta a los años de movimientos independentistas de Centroamérica, en Guatemala.
Interesante es destacar que la principal protagonista fue una mujer guatemalteca, hablamos de María Dolores Bedoya (1783-1853). Ella fue una mujer revolucionaria y prócer guatemalteca que la noche del 14 de septiembre de 1821 recorrió las empedradas calles de la ciudad de Guatemala (hoy Antigua), con una antorcha en mano para instar e invitar a la gente a congregarse en la plaza frente al cabildo para apoyar y exigir la independencia. En dicho lugar estaban reunidas las Diputaciones Provinciales de Guatemala, entre ellas las de Chiapas, Honduras y El Salvador.
La historia cuenta, que a las afueras del Palacio Nacional y durante toda la madrugada, el pueblo entero se dio cita con sus antorchas y faroles y entre llamados y vítores “Viva la Patria”, “Viva la Libertad”, presionaron y esperaron la decisión de la Diputación de la Provincia de Guatemala, la cual culminó el 15 de septiembre con la deseada firma sobre el acta de independencia por parte de los patricios.
La participación de María Dolores Bedoya trascendió al haber sobresalido en un movimiento que estaba controlado por hombres, durante un período en el que ellas no tenían voz ni voto. Aunque se le recuerda por este hecho el aporte y trabajo de María Dolores Bedoya fue más allá rompiendo esquemas, pues, aunque no se le haya dado el reconocimiento merecido tiene un lugar en aquel acontecimiento histórico.
Desde ese momento y año con año, los pueblos libres de Centroamérica comenzaron a adornar las humildes viviendas con faroles, y realizar desfiles con antorchas y farolas para conmemorar las festividades patrias y la gesta de Dolores Bedoya. Por tanto, es importante no perder de vista el verdadero origen y propósito de esta celebración y destacar el papel de las mujeres en los procesos de independencia de la región.
Los desfiles de farolitos y antorchas
Las decoraciones con faroles se mantuvieron por años como una tradición, sería hasta finales de siglo XIX donde los desfiles toman popularidad. Las caminatas con faroles y antorchas fueron la sensación en cada pueblo para celebrar la víspera del Día de la Independencia, cada 14 de septiembre. Con el paso de los años la celebración se fue transformando en festivales de farolitos en muchos pueblos y desfiles que mezclan elementos identitarios del lugar en las vísperas de las celebraciones independentistas como es el caso de Suchitoto.
En tal sentido, este próximo jueves 14 de septiembre, salga a las calles a celebrar el desfile de las antorchas y no olvide reconocer el enorme esfuerzo y dedicación de centenares de estudiantes y docentes del INSU, por mantener viva esta tradición cívica y de reconocimiento (quizá sin que la mayoría lo sepa) a la participación de las mujeres en la historia.
