En un ambiente marcado por la incertidumbre ante la falta de resultado oficiales de las elecciones presidenciales y legislativas, que desde la noche del 4 de febrero se viven en el país, inicia la campaña electoral para la elección de los Gobiernos Municipales, donde se definirá quién gobernará y tomará las decisiones de la gestión municipal para los próximos tres años. Las candidatas y candidatos se preparan para el inicio de la campaña electoral de cara a los comicios municipales a realizarse el próximo 3 de marzo. La expectación es palpable, pues el país se encuentra frente a la peligrosa prolongación territorial de la hegemonía del control concentrados en una sola persona y un solo partido.

La especulación de los resultados electorales oficiales anuncia la consolidación de un partido hegemónico con poder para dictar las reglas del juego del quehacer de la gestión pública nacional y local, por tanto y no menos importante, la atención se centra ahora en cómo todo esto se traducirá a nivel municipal, distrital y comunitario. La reciente reestructuración territorial de 262 a 44 municipios, promulgada apresuradamente como resultado de una ley inconsulta, se convierte en un escenario clave para medir el pulso político y las preferencias de la ciudadanía a nivel local.

De acuerdo al TSE, el 7 de febrero dio inicio la campaña electoral en todos los municipios, esta se da en medio de un respaldo palpable al partido ganador de las elecciones presidenciales, pese a que existe un lento proceso de resultados electorales que lo confirme de manera oficial. Si bien es cierto que muchos seguidores celebran la victoria a nivel nacional, hay otro grupo de ciudadanos que reflejan su preocupación ante las irregularidades del proceso electoral y el rol asumido por TSE. ¿Se repetirá esta situación en las elecciones de alcaldes y concejos municipales? ¿Qué puede hacer la ciudadanía para ejercer un rol contralor para que se tenga un ejercicio cívico donde se respeten los resultados y la decisión de la población?

La población de San Pedro Perulapán, San José Guayabal, San Bartolomé Perulapía, Oratorio de Concepción y Suchitoto que conformarán Cuscatlán Norte, enfrentan el desafío de saber elegir a quien le otorgarán el poder de dirigir al municipio. A partir de esta semana las y los candidatos de los seis diferentes partidos en contienda inician sus campañas, en ese marco, se espera escuchar que las candidaturas compartan y presenten responsablemente sus propuestas ante la comunidad. La ciudadanía espera propuestas y respuestas claras del funcionamiento de la nueva dinámica de los municipios, y cómo pretenden gobernar y administrar los 5 distritos que conformarán Cuscatlán Norte.  La población espera propuestas que respondan a los temas de sostenibilidad, derechos humanos, seguridad ciudadana, desarrollo sostenible en el ámbito económico, social, cultural y ambiental, que les permita solventar las necesidades y carencias, con soluciones concretas y viables para la población en sus diferentes condiciones, priorizando a las poblaciones con menos oportunidades para garantizarles una vida digna.

En este contexto, la ciudadanía debe ser prudente y evitar dejarse llevar por fanatismos. La participación ciudadana es fundamental en este proceso, por ello, ser vigilantes de la trasparencia de los procesos es parte de las responsabilidades de la población. Comprender la importancia de exigir a quienes pretenden dirigir Cuscatlán Norte brinden información de su plan de desarrollo territorial, mediante entrevistas, foros comunitarios y debates públicos, u otra forma de participación ciudadana, es su responsabilidad; donde la ciudadanía pueda interpelar a las y los candidatos con sus ideas y propuestas y donde puedan responder a las inquietudes de más de 90,000 ciudadanos que esperan conocer a las personas que conformarán el nuevo Concejo Municipal.

Hoy las ciudadanas y ciudadanos deben ser conscientes de que su decisión en las urnas no solo determinará el rumbo de los municipios, sino que, también -en el contexto nacional- influirá en la dinámica política y social del país para los próximos años.