Al concluir el 2023, es imperativo reflexionar sobre los grandes retos y desafíos que han marcado el devenir de este pueblo encantador. Preparados o no, Suchitoto se encamina a su desaparición administrativa como municipio, pues a partir de mayo del 2024, se convertirá en un distrito, -adscrito junto a otros cuatro- al nuevo municipio de Cuscatlán Norte.  Pensar que esto no tendrá implicaciones y solo es un cambio de nombre, es asumir un poco de ingenuidad sobre la realidad y el futuro de Suchitoto. En medio de un proceso electoral, la comunidad en general se encuentra en una encrucijada, donde el miedo, la opacidad y la falta de participación ciudadana han ido permeando sus voces y erosionando la poca democracia participativa, insuperable para la construcción de un futuro próspero y equitativo.

En los últimos meses, hemos sido testigos de un ambiente político enrarecido, donde los problemas sociales que aquejan a nuestra ciudad han quedado relegados a un segundo plano y reemplazados por lucecitas, espectáculos y eventos mediáticos. La ausencia de programas sociales y soluciones a problemas reales, así como la falta conexión con la comunidad mediante un diálogo inclusivo y la carencia de propuestas concretas para abordar temas cruciales como la educación, el empleo, la salud y el medio ambiente han generado un clima de incertidumbre y desconcierto entre las comunidades, pues ven como se invierten recursos en cosas cosméticas y mediáticas, pero no se atienden los problemas históricos de Suchitoto como el botadero de basura a cielo abierto que afecta a la ciudad, por citar un ejemplo.

La falta de participación ciudadana en la contraloría ciudadana y el manejo de la cosa pública ha sido evidente. La apatía y el desinterés de muchos habitantes de Suchitoto por involucrarse activamente en la vida social y en la toma de decisiones que afectan directamente sus vidas son alarmantes. Esta apatía ha permitido que la opacidad domine y la indiferencia tomen el control, sin representar genuinamente los anhelos y aspiraciones de la ciudadanía. La creciente inclinación de la ciudadanía es por mantenerse alejados de la política, en una zona de confort de falsa neutralidad, donde no asumir ninguna posición les mantiene -según ellos- libres de responsabilidad social, para que sean otros quienes decidan el rumbo de la ciudad.

Es momento de reconocer que el futuro de Suchitoto no puede ser definido únicamente por unos pocos, que aplauden sin cuestionar, sino que debe ser forjado con la participación activa y consciente de todos los sectores de la sociedad. El 2024 se presenta entonces, con grandes desafíos, pero también como una oportunidad crucial para rectificar el rumbo y consolidar una verdadera democracia participativa.

Instamos a cada ciudadano y ciudadana a reflexionar sobre el papel fundamental que desempeña en la configuración del destino colectivo de Suchitoto. No es el momento de hacerse a un lado y callar, es el momento de levantar la voz, de informarse e involucrarse en diálogos constructivos, en los debates, es hora de reorganizarse y demandar transparencia, de proponer soluciones concretas y de ejercer en el 2024, el derecho al voto, pero de manera informada y consciente.

Es indispensable que las autoridades, los líderes comunitarios, las organizaciones sociales y la ciudadanía en general se comprometan con el fortalecimiento de los mecanismos democráticos, garantizando espacios de participación real y efectiva para que cada voz sea escuchada y cada opinión sea considerada a la hora de decidir el rumbo de lo que será el nuevo distrito de Suchitoto.

El año 2024 marcará un cambio significativo en Suchitoto. Ya no seremos un municipio, sino un distrito sin la completa autonomía propia, que compartirá sus recursos, necesidades y problemas con otros 4 distritos. Si no logramos fortalecer el tejido de la organización social y la participación activa en las luchas emblemáticas por los derechos humanos y la defensa del agua, nuestros territorios seguirán siendo amenazados y transgredidos por las empresas industriales. Es hora de construir un futuro donde la participación ciudadana sea el pilar fundamental de nuestra sociedad, donde se promueva un diálogo inclusivo y se trabaje de manera colectiva para alcanzar consensos para un desarrollo sostenible e igualitario.

En este nuevo año que se avecina, hagamos un compromiso firme: asumamos activa y valientemente nuestra responsabilidad como ciudadanía, participemos en los procesos electorales antes, durante y después, exijamos transparencia y rendición de cuentas a nuestras autoridades y trabajemos juntos por un Suchitoto próspero y justo con equidad para todos y todas.

Que las experiencias del 2023, nos permitan luchar por la transformación de nuestra ciudad, y soñar con un Suchitoto más activo, participativo y propositivo para el 2024. El futuro está en nuestras manos. ¡Es hora de actuar!