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¿Qué hay detrás del regalito del día de las madres?

En el marco de las celebraciones del día de las madres, es importante hablar sobre la enorme carga laboral de las mujeres, quienes con un regalito queremos tapar como son sobre explotadas hasta por los propios hijos e hijas quienes romantizan el amor de madre, tras largas y abnegadas jornadas hogareñas que causan agotamiento y desgaste en la calidad de vida de estas mujeres.

En nuestra cultura marcada por el machismo en su mayoría lo que tiene valor es lo paterno, la patria, el patrimonio, el patriotismo, minimizando los roles femeninos, con frases peyorativas, como “tu madre” donde lo malo se adjetiva en femenino, y lo bueno se adjetiva en masculino como “papá” aunque muchas veces los padres sean los mas ausentes y hasta te han abandonado, negado y olvidado.

Las identidades nacionales y culturales las construyeron los padres de la patria (que no tienen madre), donde los apellidos que marcan los vínculos sanguíneos son los del padre.

El trabajo de las madres amas de casa no es reconocido como un trabajo. Los mayores niveles de violencia se dan en la familia y contra las mujeres madres y el mayor número de personas que crian a sus hijos e hijas son mujeres cuyos padres han abandonado la responsabilidad de criar a sus hijos.

En tales circunstancias, el día de la madre, el 10 de mayo no es más que parte del patriarcal juego de nombrar para invisibilizar, de celebrar para enterrar, de comercializar sus productos de aseo,  productos de limpieza cocina y ejercicios hogareños como si las madres se trataran de sirvientas, o de esclavas del hogar con el discurso de jugar al amor para borrar aquello que en realidad se desprecia. Y, evidentemente, para crear pretextos que refuercen el consumo interno y que luego de ese día vuelvas al trabajo de siempre, a los reproches y la vida encerrada sin libertades más haya de ver la televisión, de preparar comida y de escoger las horas cabales para el aseo.

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La pandemia y la reciente cuarentena dejó más al descubierto está problemática. Para ello hablamos con la psicóloga Margarita O’Farrill quién nos da puntos más específicos en lo que respecta a la salud mental y al ejercicio de compartir deberes.

“El trabajo de cuidado, que incluye desde la gestión y administración de hogar, el cuido de personas adultas mayores, de niñas y niños, las labores de limpieza, de contacto con profesoras, con consultas médicas se asocia como trabajo de la mujer.  Y no se paga si es su propia familia. Cuando ese trabajo se hace para otras personas la paga es infame”

En esta pandemia hemos podido ver cómo esas horas se han sobrecargado principalmente para las mujeres. Pero ¿Cómo afecta en la salud mental esa sobrecarga de trabajo y el encierro solo en el hogar?

«Es necesario hablar sobre las corresponsabilidades de los cuidados, los cuidados son responsabilidad de todos los integrantes de la familia de acuerdo a su edad y sus posibilidades, son responsabilidad del estado, de la comunidad y de iniciativas privadas. No son responsabilidad sólo de las mujeres».

Mientras se siga asumiendo que todas las funciones de gestionar la familia y los trabajos que conlleva, que son aproximadamente 13 horas más por semana que una mujer dedica en comparación de su compañero u otros miembros de la familia estamos negándole derecho al acceso a la educación, al descanso a un trabajo digno y a capacitaciones.

“Vamos a decir que las mujeres tendremos una vida libre de violencia cuando cuidar a nuestros adultos mayores, a las niñez y todo lo que hay que gestionar, todo lo que es la casa lo podamos hacer en una distribución equitativa y que el Estado asuma su responsabilidad también».

Hay modelos muy bonitos de centro de desarrollo infantil, de lugares donde contribuyen la comunidad, el Estado la iniciativa privada, donando alimentos o colaborando con la infraestructura, pero son programas pilotos necesitamos que sea ley que sea política.

El sexismo benévolo es el que naturaliza la bondad de la mujer y que la pone como un ser que se sublima dando a los demás y esa es su realización. Eso es una forma de manipular, una forma de seguir teniendo el control sobre el cuerpo, porque en última instancia es el cuerpo el que pone la mujer cuando cocina, cuando lava ropa en el río cuando hace las compras etc. etc.

Existen muchas consecuencias en la salud mental y física. “En las mujeres la depresión es una de las consecuencias principales de este trabajo inacabable de cuidados y atenciones estas son problemáticas de salud publica y que se tienen que combatir desde la raíz, y para finalizar resaltaría que no basta con visibilizar los efectos de este tipo de desigualdad, que hay que actuar y hacerse cargo”

Es necesario reflexionar sobre nuestros comportamientos como integrantes de la familia, dejar de romantizar los tiempos completos de nuestra madre, respetar sus emociones y sentimientos, así́ como su legítimo derecho a divertirse y a descansar de esa ajetreada vida. Aportar y asumir responsabilidades para mejorar el nivel de vida.

Por Gerson Tobar

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