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En un giro inesperado de los acontecimientos, la mañana del pasado 6 de noviembre, la alcaldía de Suchitoto tomó la controvertida decisión de retirar a los perros callejeros de las calles de la ciudad, con motivo de la visita de las candidatas a Miss Universo. Si bien la iniciativa podría parecer bien intencionada, la improvisación y falta de planificación resultó en una serie de actos que lejos de proteger a los animales despertó serias preocupaciones en torno a la capacidad de manejo y un refugio adecuado para los animales, entre los defensores de los derechos de los animales y la comunidad en general.
Si bien la noticia de la llegada de las candidatas a Miss Universo emociona a muchos habitantes de Suchitoto, que ven en este evento una oportunidad única para mostrar la belleza y hospitalidad de la ciudad, así como para promocionar internacionalmente a Suchitoto como un hermoso destino turístico. La sorpresa llegó cuando tempestivamente los perros callejeros fueron retirados de las calles para garantizar una imagen más «limpia» y «segura» para las visitantes. Si bien estas acciones son comprensibles en el contexto de una sobrepoblación de perritos en las calles y la posibilidad de arruinar un par de fotos para el Instagram, también resultó controversial el maltrato y sobre todo la falta de planificación de parte de la municipalidad y el Instituto de Bienestar Animal para hacer estas acciones.
El problema principal radica no en la decisión, sino en la forma de ejecución, en la falta de un plan adecuado para el retiro y bienestar de estos animales. Recordamos que hace varios meses la municipalidad anunció un proyecto que buscaría la creación de un refugio adecuado para los perros de la calle junto al IBA. Luego del anuncio, se hizo una capacitación entre jóvenes. Después no se volvió a saber nada.
Por otra parte, en un contexto más general, debemos comprender que los perros de la calle son víctimas de una sociedad que a menudo los abandona y maltrata continuamente, en tal sentido no merecen ser tratados como un problema temporal que se puede resolver simplemente escondiéndolos durante unos días. Evidentemente las medidas ejecutadas por la comuna obedecen a una serie de improvisaciones que han venido realizándose en el casco urbano sin ningún consenso, planificación y coordinación. Esto ha llevado a la alcaldía a optar por una solución que podría agravar la situación de estos perros, sin abordar las causas subyacentes de su abandono.
Para algunos pobladores, en lugar de tomar una medida precipitada, la alcaldía debería haber considerado alternativas más compasivas, como la construcción de refugios temporales adecuados (las aulas de la Escuela Taller, por más comida y almohadones no son un refugio) o la promoción de campañas de adopción y esterilización con mayor tiempo de anticipación. Esto habría permitido abordar el problema de los perros callejeros de manera más responsable, en lugar de simplemente esconderlos durante la visita de las candidatas del Miss Universo.
Sin una planificación responsable se cometen muchos errores. De modo que la decisión de la alcaldía de Suchitoto de retirar a los perros callejeros de las calles apresurada y violentamente sin ofrecer un refugio adecuado se convirtió en una medida controvertida que ha generado críticas justificadas.
Más allá de la controversia, esta situación pone de manifiesto la necesidad urgente de establecer políticas públicas sólidas para el cuidado y protección de los animales en nuestra ciudad. Organizaciones locales y defensores de los derechos de los animales han estado pidiendo durante mucho tiempo un enfoque más compasivo y humano hacia los perros callejeros, incluyendo programas de esterilización, adopción responsable y educación pública sobre las responsabilidades de sus dueños y el trato adecuado a los animales.
Si bien es cierto que existen otros temas mucho más importantes que deberían de despertar la reacción e indignación de la población, no cabe duda que en lugar de sacrificar el bienestar de estos animales en nombre de la imagen pública, sería más prudente y ético abordar el problema de los perros callejeros de manera más responsable y compasiva.
Como hemos repetido desde este periódico, la ciudad de Suchitoto debe demostrar que su belleza no se limita a lo superficial, o un buen escenario para fotos de Instagram, sino que también incluye un compromiso con la justicia, la equidad y el bienestar de todas y todos sus habitantes, incluyendo a los tristes más tristes del mundo, los animales sin hogar.
