Por Eliseo Zamora.

Todos los años en la época seca, de enero a abril, los incendios forestales se intensifican en el Cerro Guazapa, el cual representa para Suchitoto la más importante zona de recarga hídrica de las diferentes microcuencas de donde se abastecen los más de 30 sistemas comunitarios de agua y la empresa municipal de agua, (EMASA), que distribuye el bien hídrico en el casco urbano de la ciudad.

Durante los últimos días hemos sido testigos del incremento de incendios forestales en Cerro Guazapa, lo más recientes señalados bajo la categoría de provocados, agregándole que han sido difíciles de controlar y apagar.

¿Cuándo nos daremos cuenta que con cada árbol que se quema, año con año disminuye la filtración de agua en los acuíferos y por ende su disponibilidad para ser distribuida en el municipio?, sin mencionar que también ponemos en riesgo el vital líquido para las futuras generaciones.

Un ejemplo del deterioro ambiental es la escasez de agua en el pueblo. El casco urbano está sufriendo las consecuencias de los incendios forestales en el Cerro Guazapa. El agua ya no llega en la misma cantidad a los hogares.

Es necesario pensar que, por cazar un animal, quemar para tener limpio para sembrar la milpa o quemar los potreros para que salga pasto para el ganado no es importante y mucho menos aporta en la protección de los bienes naturales. Estas acciones debilitan el medio ambiente y traen consecuencias para la vida humana y la de la naturaleza.

La verdadera magia la hacen los bosques quienes nos dan vida con el aire y el agua, dos componentes vitales para sostener nuestras vidas. El compromiso de todas y todos es y debe ser contribuir a la protección de los bienes naturales para garantizarnos a nosotros mismos la sustentabilidad del agua potable.

Eliseo Zamora. Administrador del Sistema de Agua ACRASAME-ZP Suchitoto.