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Beatriz Amaya, es originaria de Nuevo Valle Verde, una comunidad de la zona baja de Suchitoto donde habitan alrededor de 45 familias. Está organizada en una asociación de jóvenes y desde ahí lucha por empoderar a las juventudes del municipio, a través de procesos formativos en liderazgo comunitario.

Beatriz, es una mujer joven, organizada y lideresa. Es presidenta de su comunidad y juega en un equipo de fútbol femenino. También, facilitadora de procesos de formación con jóvenes y secretaria de la Asociación Local para el Desarrollo de las Juventudes de Suchitoto (ADEJU). Desde la asociación, imparten talleres de salud sexual y reproductiva, son parte de actividades culturales en las comunidades y también han impulsado talleres de danza y de teatro.

“Con ADEJU hemos logrado organización, tenemos jóvenes que muestran más su liderazgo, la participación que ellos tienen hoy es bastante notoria, en los procesos hemos visto muchos jóvenes, muchas mujeres lideresas que están ahí, que tal vez al inicio eran tímidas, pero hoy se ve el desarrollo de ellas y el desenvolvimiento que han ido teniendo”, agrega Beatriz.

Se organizó por primera vez cuando tenía 15 años, en el comité de jóvenes de su comunidad. En el año 2012 le invitaron a ser parte de la Mesa Municipal de Juventud, “me empezó a gustar más el hecho de estar organizada y aprender. Te sientes empoderada de tus derechos como mujer, aunque te digan que tenés que quedarte en casa y que no tenés que salir a ningún proceso, te das cuenta que hay espacios donde podés aprender y desaprender muchas cosas”.

Durante el tiempo, Beatriz ha participado en diferentes diplomados que le han ayudado a fortalecerse como lideresa, pero también ha transmitido sus nuevos aprendizajes a las juventudes con las que trabaja, “incluso he facilitado procesos a jóvenes en escuelas de liderazgo de la zona alta de Suchitoto. También, tengo diplomados en derechos humanos, salud sexual y reproductiva, y ahora estoy en un proceso con la Colectiva Feminista sobre  Educación Integral en Sexualidad”, dice.

Para Beatriz, ser una joven organizada significa: “ser una mujer conocedora de mis derechos, saber cómo defenderme, cómo ayudar a otra mujer y tener más herramientas para identificar qué es lo que está pasando y cómo puedo resolverlo”.

En el año 2017 Beatriz fue presidenta de la comunidad Nuevo Valle Verde, pero manifiesta que esta experiencia no fue del todo agradable, “en la directiva la mayoría eran hombres, yo era la presidenta, pero como que ellos querían mandar, ellos lideraban, y conmigo era: cómo vas a creer que una mujer me va a venir a mandar a mí”. Soportó esa situación durante un año, pero tuvo que renunciar a su cargo debido a la discriminación que vivía.

Sin embargo, la comunidad se quedó deseosa de ser liderada por la joven Beatriz, por lo que este 2022 sus habitantes la escogieron nuevamente como presidenta, ahora en un escenario donde las mujeres son las protagonistas.

“La gente tuvo la confianza de elegirme y  la síndica también es otra mujer. Se siente bien el hecho que muchas mujeres más se están empoderando porque en aquel entonces no querían participar y hoy sí, se sienten motivadas. Es bonito cuando dicen: yo acepté porque considero que usted es una buena líder, yo tengo mucha confianza en usted y por eso acepté el cargo que me dieron, porque si un hombre hubiera sido, yo no acepto ningún cargo en la directiva. Para mí es importante que otras mujeres tengan esa confianza que estés liderando y ellas quieran seguirte, ayudarte y apoyarte en eso”.

Dentro de las proyecciones de Beatriz, como presidenta de la comunidad, está seguir empoderando a las juventudes. “Quiero llevar muchos procesos de formación personal, porque los jóvenes ahí están pero no les gusta salir fuera de Nuevo Valle Verde, entonces, yo quisiera que tuvieran muchos conocimientos y que vayan viendo un futuro más allá, con herramientas que les ayuden en su desarrollo personal”.

El liderazgo de Beatriz, siendo una mujer joven, ha estado lleno de obstáculos, prejuicios y de adultocentrismo. “Hay algunas personas adultas que creen que un joven, y peor si es mujer, no puede liderar. Digamos que si convoco a una asamblea, prefieren no ir porque dicen: cómo me voy a dejar mandar de esa mujer, a parte que es una bicha, qué va a saber. Todavía tenemos esos pensamientos machistas, pero es un reto cambiar eso”.

Las mujeres rurales han retomado el protagonismo que desde siempre les ha correspondido y están ocupando cargos importantes. “El nivel organizativo de las mujeres ha ido avanzando mucho y es notable. Ya tenemos presidentas en las comunidades, una mujer es presidenta de la Asociación de Jóvenes, ya tuvimos una alcaldesa en Suchitoto y así hay muchas más mujeres que van sobresaliendo, que van rompiendo esas barreras que antes estaban ahí”, menciona.

Según Beatriz, una mujer organizada conoce sus derechos humanos y tiene más herramientas para resolver situaciones de vulneración que pudiera enfrentar. Además, menciona que las mujeres jóvenes de Suchitoto están enfrentando altos niveles de inseguridad y violencias como el acoso sexual.

“Los hombres piensan que tienen derecho sobre las mujeres solo por su forma de vestir, si una responde ellos todavía se enojan. Violencia, discriminación y el acoso es lo que más sufrimos las jóvenes. Se creen con el derecho de faltarnos el respeto. Sería muy interesante que se hicieran más procesos de nuevas masculinidades para que vayan soltando todas esas barreras, tabúes y patriarcado”.

¿Crees que a las juventudes del casco urbano de Suchitoto no les interesa organizarse?

Desde mi punto de vista es según la vivencia de cada quién. Pero en la ciudad sus necesidades están un poco más resueltas y no tienen mucho interés en estar organizados. En una comunidad hay intereses comunes porque hay necesidades y más motivos para organizarse. O quizá el gobierno local no le apuesta a la organización, porque en las comunidades somos más nosotros los que nos organizamos, en cambio aquí están esperando al gobierno local y creo que a ellos no les interesa tener mucha gente organizada.

En el marco del Día Internacional de la Mujer Rural, desde la Gaceta Suchitoto reconocemos la labor que realizan mujeres como Beatriz, para aportar al desarrollo de las comunidades del municipio y, en este caso, al empoderamiento de las juventudes.

Por Carolina Mena