Por séptima ocasión la Asociación de Jóvenes Feministas Ameyalli realizó el «Festival Cuerpos Libres, Justicia para Todas», el cual reúne a mujeres jóvenes artistas de El Salvador, Honduras y Guatemala para que, a través del arte, se evidencien las consecuencias de la penalización absoluta del aborto en los países de Centroamérica.
La Asociación Ameyalli, ubicada en el municipio de Santo Tomás, San Salvador, nace en el año 2007 de la necesidad de contar con un espacio seguro donde las jóvenes pudieran hablar, conocer y debatir acerca de temas de prevención de violencia, derechos sexuales y derechos reproductivos.
Desde el año 2015, Ameyalli impulsa un festival que tiene como objetivo visibilizar los impactos de la penalización absoluta del aborto. Usando el arte como herramienta, bajo las categorías de: muralismo, canto y audiovisual, la Asociación desea contribuir en la transformación de la percepción del aborto y su penalización absoluta, así como identificar consecuencias negativas en los cuerpos y vidas de las mujeres.
Para el Festival Cuerpos Libres 2022 participaron alrededor de 30 mujeres jóvenes de los países de Guatemala, Honduras y El Salvador. Previo al festival, las jóvenes recibieron tres talleres sobre aborto de acuerdo al contexto en el que se encuentra cada país, además, tres talleres técnicos según la categoría que escogieron para participar.
Posterior a los procesos de formación, cada una elaboró su propuesta para ser presentada en el Festival Cuerpos Libres.
Este año permitió que las artistas de los tres países se reunieran presencialmente en El Salvador y, durante el encuentro de 2 días, las jóvenes pudieron debatir y reflexionar sobre la situación de las mujeres en el arte y las nuevas narrativas contrahegemónicas. Además, recibieron asesoría de expertas en el arte feminista para que puedan seguir creando contenidos que contribuyan e incidan en las legislaturas de los países donde se penaliza el aborto.
El viernes 30 de septiembre, en el marco del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, se llevó a cabo en el parque Cuscatlán la séptima edición de Cuerpos Libres, donde las artistas presentaron públicamente las piezas que elaboraron. El Salvador y Suchitoto estuvo representado por Carolina Mena, quien participó con un cortometraje en la categoría de audiovisuales.
El autoensayo titulado «dejar de ser niña», ganó el primer lugar de la categoría.
«Hoy ganó la sororidad, no la competencia, en el Festival Cuerpos Libres que organiza la Asociación Ameyalli. El autoensayo de una niña obligada a ser madre a los 14 años, de la realizadora salvadoreña Carolina Mena, toca fibras y te hace preguntarte por qué nos pasa esto en Centroamérica. Su historia es igual a la de miles, pero ella encontró en el cine una forma de expresar esa rabia y dolor para llevar un mensaje de amor», Dunia Orellana, jurada hondureña de la categoría audiovisuales.
«Dejar de ser niña», muestra los impactos sociales, económicos, psicológicos, de salud y toda vulneración de derechos humanos que sufren las niñas y adolescentes a las que se les impone una maternidad. La historia está basada en la vivencia personal de Carolina. «El dolor se transforma y el mío se convirtió en una herramienta para incidir en el cambio de las políticas públicas en El Salvador, para que el derecho a decidir de las mujeres sobre sus propios cuerpos sea una realidad, y que ninguna otra niña tenga que ser obligada a ser madre».
El cortometraje «dejar de ser niña”, tiene una enorme carga emocional, narrada simbólicamente desde la ternura. Con este audiovisual Carolina Mena hace una introspección crítica y testimonial sobre su dolorosa experiencia en el pasado. Con la ternura e inocencia simbólica representada en una osita de peluche, el corto nos narra -con su propia voz- la crudeza de una realidad que igual que ella han vivido y viven muchas niñas que son obligadas a ser madres.
Pero el cortometraje «dejar de ser niña”, no solo nos muestra esta dura realidad y crítica al sistema, sino también nos permite advertir a una gran realizadora audiovisual en crecimiento, una joven que tramo a tramo va afinando su pluma y lente, en su carrera como periodista y la producción de audiovisuales.
El cortometraje es una producción original de 7 minutos en formato digital, grabada, editada y producida por la persistencia y tenacidad de Carolina Mena, una joven madre que ha sabido lidiar con sus tiempos, tormentas y responsabilidades para encontrar las lecciones y entender que su testimonio tiene el poder de transformar el dolor en convicción, amor, resistencia y lucha por los derechos de las niñas y mujeres en este país.
En el equipo del periódico digital la Gaceta Suchitoto, abrazamos y celebramos este reconocimiento obtenido por Carolina Mena, frente a otras realizadoras centroamericanas. Un premio o reconocimiento no es el fin de algo, sino el principio de todo. El cortometraje «dejar de ser niña”, es sin lugar a dudas la síntesis de una de sus primeras producciones personales, realizada desde la intimidad del dolor convertido en convicción por la lucha de sus derechos y los derechos de miles de niñas sin voz que les fue arrebatada su infancia y el compromiso por transformar esa realidad para las nuevas generaciones.
