Dicen que es más fácil criticar, pero esta opinión no va por ese camino, sino que busca contribuir un poco a la memoria colectiva e histórica sobre los festivales del añil en Suchitoto y retomar algunas recomendaciones para que esta festividad mejore en organización.
Ayer, en el segundo día del festival, asistí a una tertulia sobre el añil, muy buena por cierto, los aportes de la y los panelistas fueron muy enriquecedores y por supuesto que aportaron al conocimiento de todas y todos, generando una conversación muy amena entre los presentes. “La historia hay que compartirla si no se pierde. Y un pueblo sin historia es un pueblo sin identidad”, esta frase, dicha por Lucía Cañas, vaya que me dejó pensando en muchas cosas.
¿Ustedes saben cómo nació el primer Festival del Añil y quiénes fueron sus fundadoras? El festival surgió de la incidencia de las organizaciones de mujeres del municipio. En busca de contribuir al desarrollo económico de las artesanas y posicionar al municipio como “la ciudad azul”, la Concertación de Mujeres de Suchitoto y la Colectiva Feminista propusieron la idea a la municipalidad y al Centro de Atención al Turista. La respuesta fue positiva.
A partir de ello empieza toda la organización, donde también se involucraron otros actores, para que en el año 2017 se realizara el primer festival. Durante tres años, como acuerdo del Concejo Municipal, la festividad se realizó el primer fin de semana del mes de julio. Llevarlo a cabo en ese mes tenía una razón de ser: el aniversario de la ciudad.
Este 2022 lo hicieron cuando les dio la gana, ¿las razones? Vaya usted a saber, intuyo que falta de interés, desconocer los acuerdos municipales, el comportamiento del clima o quizá no se pusieron “las pilas” para que saliera a tiempo, en el marco del aniversario. Reconozco que, realizar una fiesta, por muy pequeña que sea, conlleva mucho tiempo de preparación, por ello es necesario que la organización de este tipo de actividades se realice con varios meses de anticipación, para que todo salga en la medida de lo posible bien.
Pero, ¿saben qué es lo que sí me parece imperdonable? Que ni siquiera se haya invitado a participar a las fundadoras del festival. La municipalidad actual se ha atribuido el festival como suyo y no quiere reconocer el gran aporte que las mujeres organizadas hicieron al municipio con esta maravillosa iniciativa que nos proyecta a nivel nacional e internacional como la cuna del añil. Es que ni siquiera he visto agradecimientos al arduo trabajo que ha hecho la Asociación de Desarrollo Turístico de Suchitoto, el CDT y otras personas. Probablemente lo hayan hecho en privado, pero vamos, a veces es necesario que también se reconozca en público, por todos los medios, eso más allá de poner los logos de los involucrados en un afiche.
Artesanos y artesanas, ¡bien por ustedes! Pude ver la buena atención que dieron a las personas que se acercaban a sus puestos, a comprar o solo preguntar por el proceso de teñido, eso nos deja muy bien ante los turistas y que regresen en próximas festividades. Lamento la poca asistencia de personas, el primer día del festival estuvo muy solo, el segundo mejoró, pero, personalmente, esperaba ver mayor asistencia por la tradición y gran difusión que se hizo en muchos medios de comunicación. Quizá la crisis económica y sobre todo el clima pasaron factura (septiembre no es el mejor mes para este tipo de eventos). Espero que las ventas hayan sido buenas, en la medida de lo posible.
A la municipalidad: mandar a hacer unas alas no fue suficiente contribución para el festival. Necesitan mejorar su nivel de articulación con otras instituciones y organizaciones locales, no todo el tiempo van a poder solos con todo. Además, hubo mala distribución de las actividades en la agenda, no tengo idea de quién se encargó de ello, pero creo que ustedes debían estar vigilantes de garantizar que los dos días tuvieran actividades llamativas y no recargarlo en uno solo, eso quizá pudo haber llamado a más visitantes. Sin embargo, hasta mal colocaron en la agenda los horarios de algunas actividades, el anfitrión hacía la invitación a una hora y ustedes a otra. Ni siquiera se les ocurrió ponerle un nombre al festival, como en los años anteriores.
Hizo falta un poquito de creatividad en este IV Festival del Añil. O sea, ya que incumplieron un acuerdo del Concejo Municipal, al menos hubieran innovado en las actividades y darle un giro a la festividad, pero solo retomaron lo que ya se había venido haciendo y no hubo casi nada nuevo. Será interesante que en próximos eventos promuevan más la participación ciudadana y que le den mayor protagonismo a las mujeres locales que tiñen en Suchitoto, no es tan necesario que busquen afuera, aquí tenemos a personas que hacen buen trabajo con el añil.
Agradezco los esfuerzos del Teatro Alejandro Cotto, OPUS 503, Centro Arte para la Paz, Casa Flamenco Suchitoto, Ade Turs, Comité de Desarrollo Turístico y a todos los artesanos y artesanas, por su participación en este festival y sacar adelante las actividades. Hay que seguir proyectando al añil como una artesanía identitaria de Suchitoto. Hay mucho trabajo por hacer.
Por Carolina Mena.
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