El Yoga es una disciplina tradicional espiritual, física y mental originada en la India, que poco a poco ha ido encontrando un lugar en Suchitoto. Para conocer más sobre esta práctica milenaria, conversamos con Carmen Martínez, una salvadoreña terapeuta en Yoga y editora audiovisual, radicada recientemente en Suchitoto, quien desde hace un tiempo está desarrollando una serie de talleres de Yoga en el local del Centro Arte para la Paz.
La terapeuta en Yoga Carmen Martínez nace en El Salvador a inicio de los años 70. Inicia sus estudios universitarios en periodismo, para luego estudiar cine en Estados Unidos. Más tarde se traslada a Barcelona, España donde vive por quince años. Durante ese periodo Martínez declara que trabajo el mundo audio-visual y es aquí donde empieza con su dedicación y formación profesional en el área del yoga. Es en el año 2012 cuando concluye su primera escuela de instrucción de yoga y desde entonces inicia un proceso de constante formación en esta disciplina.
Hasta la fecha Martínez manifiesta que esa dedicación a sus estudios en Yoga, le ha llevado a obtener 2 especializaciones en yoga terapia. La primera en España y la segunda en Bélgica. Muy entusiasta de sus estudios ella confiesa ser una estudiante permanente del Dr. Kausthub Desikachar, quien es el mayor exponente del linaje de Vini Yoga. El Vini Yoga se caracteriza por adaptarse al individuo y es una de las tradiciones de yoga más antiguas que actualmente sigue viva.
¿Cuándo y por qué decide venirse a vivir a Suchitoto?
Llegué a Suchitoto hace unos cinco meses. Coincidieron varios elementos y estoy agradecida por ello. Durante la pandemia, me fui a vivir al campo. Sorprendentemente me gustó vivir fuera de la ciudad, pero aún hago algunos trabajos en San Salvador, así que buscaba algo fuera de San Salvador, pero no tan lejos. Una de mis grandes amigas vive aquí en Suchi desde hace varios años. Así que cuando la vida me dio un empujón afortunadamente ella me invitó a vivir aquí y se abrieron muchas puertas, ventanas y estoy muy contenta.
¿Qué significa vivir en Suchitoto?
De momento, significa algo muy importante y reconfortante. Muy agradable en muchos sentidos. Cada día descubro gente y cositas del pueblo que me agradan. Y vivir rodeada de gente alegre, dulce, amable, educada y agradecida es algo que valoro.
Es la primera vez que vivo en un pueblo en El Salvador. La gente saluda, dice “gracias”, se conocen y se apoyan entre sí. Además, me gusta caminar por la calle en la noche, disfruto de algunos restaurantes donde se come rico, voy a nadar a la piscina, tengo trabajos increíbles y he conocido gente interesante de varias partes del mundo. Además, he encontrado personas conocidas y amistades que también viven aquí.
Estoy enamorada de los colores en el cielo al amanecer y al atardecer, esos amarillos, dorados, rojos, celestes. Cada día es una hermosura.
Cuéntenos de su participación en el CAP de Suchitoto, ¿qué hace?
Me estoy incorporando al trabajo del CAP, algo que agradezco muchísimo. La gente allí me ha dado su confianza, apertura y acogida. Estoy dando clases de yoga y trabajando en una propuesta más amplia de auto-cuido como parte de la cultura de paz.
¿Puede explicarnos brevemente que es el Yoga?
El yoga es una filosofía práctica. Es una forma de ver el mundo. Pero sobre todo es un método de auto-crecimiento. Utiliza muchas herramientas para lograr una conexión con una misma, con los seres que nos rodean y con el entorno. De forma concreta, el yoga pretende que calmemos nuestra mente. Es la mente la que nos hace sufrir mucho. Entonces, el yoga nos ayuda a calmar cuerpo y mente.
¿Desde cuándo y por qué se da su inclinación al Yoga?
Llevo unos 20 años practicando. Y no hubo una razón profunda. Estaba en la universidad en San Francisco, California y andaba buscando una materia de 2 créditos que me hacían falta. Yoga era una de las materias que tenía 2 créditos. Y allí empecé. Al principio, quizás como mucha gente, me gustó la parte corporal del yoga, el bienestar físico que proporciona. Pero una vez fui profundizando, me di cuenta de todas las riquezas que tiene esa filosofía y todo el trabajo personal que debo hacer diariamente para lograr una paz interna verdadera. Una calma mental.
¿Qué significa para usted la práctica y enseñanza del yoga?
Significa un compromiso conmigo misma. En la filosofía del yoga se plantea que tenemos un “Dharma». Una misión que cumplir. Así, yo también practico yoga para lograr calmarme internamente y encontrar mi propio roll en esta vida. De momento compartir la enseñanza del yoga es algo que hago con mucha alegría y dedicación. Aprendo mucho. Creo que tuve la oportunidad de tener una formación muy completa afuera del país y ahora puedo compartir estas herramientas con gente que las puede necesitar, para curar el cuerpo, la mente, las emociones, etc. Vivimos en un país muy herido y con mucha necesidad de sanar. Estoy convencida que practicar yoga puede ayudarnos.
¿Hay interés por practicar el yoga en Suchitoto?
Si, afortunadamente ya ha habido antecedentes de práctica de yoga y tai chi, así que mucha gente en el pueblo y en las comunidades saben de qué se trata. Hay varias personas interesadas, que logran hacer el tiempo, la disciplina para cuidarse un poco y venir al Centro Arte a practicar con regularidad.
Me alegra ver gente de todas las edades, que vienen y toman las clases.
Cuéntenos de las clases que desarrolla, ¿desde cuándo las da, en qué consisten, quienes asisten, y cuál es el objetivo de estos talleres?
Estoy fascinada con las clases en el CAP ya que hacemos al aire libre (hasta que venga la lluvia) y es un entorno muy lindo. Es muy satisfactorio ver el cielo, los árboles, etc. Nos ayuda a darnos cuenta que somos parte de esa naturaleza. Es un privilegio.
Desde noviembre, hemos abierto dos clases regulares y permanentes. Las hacemos los martes a las 4.30 pm y los miércoles a las 6.30 am. Las clases duran una hora y hacemos ejercicios para mejorar la respiración, estirar con suavidad el cuerpo, relajarnos y calmar la mente.
Me gusta que las clases son bien diversas. Vienen mujeres, hombres, gente joven y gente mayor. Las clases se adaptan a todos los niveles, así que viene gente que nunca ha hecho yoga antes, personas con lesiones, con dificultades, etc.
El yoga que yo hago es adaptado a la necesidad y capacidad de cada persona. Hacemos posturas adaptadas y alcanzables para las personas en general. Pero no solo hacemos posturas, también usamos otras herramientas del yoga, hacemos respiración, relajación, sonido, visualización, ejercicios de concentración, discutimos algo de filosofía, etc.
Las personas que tienen su alfombra de yoga lo traen y sino, allí en el CAP también hay. Si más gente muestra interés podremos abrir otros horarios también. En un futuro abriremos también talleres especializados, para el insomnio, la digestión, la ansiedad, etc. Estamos aun preparándolos.
¿Por qué es importante la dedicación de un tiempo para este tipo de prácticas, es decir cómo nos ayuda a equilibrar y armonizar nuestras vidas?
Estamos todo el día hacia afuera y corriendo: en el trabajo, con la familia, en la tele, en el celular, etc. Llenando la cabeza con información. Alimentando sensaciones de miedo por el futuro o de resentimiento por el pasado. Entonces en la clase de yoga durante unos 60 minutos trabajamos suavemente en el cuerpo, la respiración y la mente para aprender a enfocarnos en el presente y conectar con el interior. Ir hacia adentro y descubrir lo hermoso que hay allí y todo el poder que tenemos.
Esto no solamente es beneficioso para cada una de las personas, sino también para su familia, su entorno. Cuando armonizamos el cuerpo, la respiración y la mente, esto nos hace que el entorno también esté armónico. Y eso, en esta sociedad actual con tanta violencia es indispensable.
¿Cómo ve la situación actual en Suchitoto? Es cierto que Suchitoto es privilegiado al tener un hermoso pueblo rodeado de naturaleza y cierta paz y armonía en la ciudad, ¿Cómo hacemos entender a sus pobladores del enorme privilegio que tienen?
Llevo muy poco tiempo en el pueblo, sería abuso valorar la situación. La sensación que yo tengo es que la gente aquí es muy consciente de que tienen un entorno hermoso. Además de una riqueza cultural y artística.
Veo que la población local y la gente que viene de visita sabe que Suchitoto es un refugio para alejarse de la vorágine de la ciudad. Además del quehacer artístico y cultural que también atrae mucha gente de las comunidades, de otras ciudades y otros países.
Ojalá se mantenga tranquilo y no se contamine con tanto comercio ruidoso, ventas, carros, bares sin regulación, etc. Espero no se convierta en un pueblo turístico donde la convivencia se dificulta, suben los alquileres, desalojan a la gente para hacer hoteles, todo sube de precio, se inunda de ruido y carros. Sería triste y se perdería el encanto y respeto que por ahora mantiene.
Y dado que es un sitio con una riqueza de ecosistema, sería ideal que hubiera mucho más conciencia y reglamentación para cuidar el medio ambiente: la basura, el sonido, la conservación de la naturaleza, etc.
¿Cómo pueden contactarse con usted para las clases de Yoga que desarrolla?
Pues lo mejor es por el WhatsApp en el 76253494
También pueden venir a las clases y ver, hacer una prueba gratis o platicar si tienen dudas.
¿Qué es Nuestro Yoga en El Salvador?
Nuestro Yoga nació hace cinco años y ofrece clases y talleres de yoga, online y presenciales, a grupos y también de forma individualizada.
Este proyecto pretende llevar el yoga a personas que lo pueden necesitar y hacerlo accesible en varios sentidos. Por ejemplo, se ofrecen técnicas de respiración y relajación a personas veteranas de la pasada guerra civil, a personas con dificultad de movimiento, a personas con necesidades respiratorias, etc.
Nuestro Yoga ha trabajado en distintos entornos: centros penales, comunidades, escuelas, instituciones como Ministerio de Justicia, Ministerio de Relaciones exteriores, Ministerio de Salud, Fundación Arrupe, Asociaciones de Veteranas, Organizaciones de Salud Mental, etc. La idea es adaptar las herramientas del yoga según las necesidades y capacidades de las personas que asisten.
Creo que ahora mismo en Suchitoto tenemos una oportunidad para hacer yoga y mejorar nuestra salud física, emocional y mental. Además, es una herramienta para educarnos en la paz. Así podemos trabajar en las escuelas, en el mercado, en las oficinas, en el hospital, en las organizaciones, en el banco, en las oficinas, etc. El yoga se puede practicar en una silla, en el patio, con ropa cómoda y una toalla. Solo necesitamos la intensión y el compromiso, me llaman y allí estaré.
Clases:
Martes 4.30pm
Miércoles 6.30 am
En Centro Arte para la Paz
Clase suelta $4.00
Mensualidad $15.00
Primera clase de prueba gratis
Nuestro Yoga: Facebook: nuestroyogaelsalvador, instagram: nuestroyoga
WhatsApp. 76253494
