Desde que se establecieron las comunidades Zacamil I y II siempre resultó difícil el acceso de estas comunidades al casco urbano de la ciudad de Suchitoto. En los inicios de estas comunidades, los pobladores cruzaban el río Los Amates como la única manera más rápida de llegar al pueblo. Por ello -según recuerdan algunos pobladores-, se solicitó la construcción de un puente que les permitiera cruzar el río y llegar al pueblo de manera más segura.
Es así que, en la década de los 90, cuando fungía como alcalde el señor Isaías Sandoval se decide realizar la construcción de un puente peatonal que permitiera la conexión de los pobladores de las comunidades con el casco urbano de la ciudad. Con más de 20 años, los pobladores comentan que antes de que se construyera el puente era complicado trasladarse porque en invierno caminaban aproximadamente casi 1 km arriba del río El Amate y si el río estaba muy crecido era todo un riesgo para sus vidas, por eso en ocasiones debían de esperar hasta que el caudal del río bajara, imposibilitando el paso al pueblo.
En esos años el puente significó una gran ayuda para quienes se conducían a pies de las comunidades al pueblo y viceversa. Pero con el pasar de los años el puente perdió interés y dejo de usarse. Muchos aducen que se volvió peligroso y no se le brindó el mantenimiento adecuado, a pesar de que todavía este en pie y uso, es evidente su abandono.
Actualmente es mínimo el uso que se le da como punto de conexión, en su mayoría es utilizado por los pescadores del lugar quienes lo utilizan como punto de pesca desde donde lanzan sus anzuelos en busca de peces en el caudal del río.
«La leyenda de la niña del puente «
Entre los pescadores del lugar hay una leyenda: «La leyenda de la niña del puente «Cuentan que cuando recién se había construido el puente, había una señora que habitaba en la comunidad Zacamil I. Ella pasaba todos los días por el puente porque el esposo de la señora se dedicaba a la pesca y ella iba a la ciudad a comercializar el pescado, y siempre llevaba a su hija de más o menos 5 años de edad. Pero un día era muy temprano y ella iba con su hija. La niña iba ya muy fatigada y le dijo a la madre que quería quedarse a esperarla en el puente porque estaba cansada y la mamá muy molesta le dijo que no. Así que, la niña iba detrás de ella y la mamá escuchaba sus pequeños pasos.
De pronto a la mitad del puente ella no escucho los pasos y cuando volteó la mirada hacia atrás la niña no estaba. Muy preocupada ella la busco y al no encontrarla fue corriendo dónde el esposo para que la buscarán juntos. Pero jamás la encontraron. De allí surge la leyenda de la niña del puente, pues los pobladores en muchas ocasiones mencionan haber visto la silueta de la niña pasear por el puente. Por esa razón a muchos no les gustaba pasar muy temprano, ni cuando ya estaba oscureciendo. Algunos afirman que incluso escuchaban el eco de los pasos. Otros dicen que fue un hechizo, ya que la señora tenía una vecina que no podía tener hijos y le pedía a diario a la señora que le diera la niña. La niña poseía una gran belleza, con ojos hermosos y cabello rizado. Entonces en venganza la vecina decidió hacer ese hechizo y desaparecerla. Los años pasaron y la señora nunca encontró a su hija.
El puente de hamaca, está ubicado sobre el río El Amate, que desemboca en el lago Suchitlán, a menos de dos kilómetros al Este de la ciudad, camino a la bomba, por el lado del parque San Martín. Mide aproximadamente 70 metros de longitud y une y conecta la ciudad con las dos comunidades de Zacamil. Una visita nos deja ver que el puente está construido sobre dos enormes bases de cemento a ambos extremos que sirven de tensores, su piso es metálico y a los lados tiene tela ciclón (dañada en muchos tramos) sostenida con extensos cables de acero.
¿Por qué dejó de usarse este puente? Actualmente solo lo utilizan pescadores, ya que los pobladores han preferido usar el transporte terrestre que conecta a Suchitoto por la calle de Aguilares. Dejando en el olvido este puente. Debido a esta falta de uso y abandono el puente es poco conocido y de complicado acceso, pues no hay una calle que lleve directamente al puente, sino que hay que cruzar por veredas en tramos solitarios. En el trayecto se pueden encontrar cultivos, ganado, verdes follajes y un par de casitas lejanas.
Si bien es cierto que el puente y su acceso al lado del pueblo esta descuidada y en abandono, este sito merece mayor atención de parte de la municipalidad pues ofrece una excelente aventura y oportunidad para ofrecerlo como un atractivo turístico pues en su trayecto permite una excelente vista del pueblo de Suchitoto y el lago Suchitlán. Una caminata al aire libre, llena de misterio y leyendas que vale la pena conocer.
Al otro extremo, para llegar a la comunidad Zacamil I, tiene que caminar por un el pequeño desvío que hay, mas o menos unos 25 minutos de caminata normal para llegar del puente hasta la comunidad. El trayecto esta lleno de cantos de aves, flores silvestres y verdes paisajes que solo vas a encontrar camino al puente de hamacas en Suchitoto.
Si bien el puente no cuenta con una inspección técnica de su seguridad para el uso, algunas personas lo cruzan y se puede transitar, pero con precaución, ya que hay trayectos donde la tela metálica de seguridad a los lados está dañada y puede representar un peligro.
Si usted no conoce este hermoso lugar espere próximamente un reportaje en Gaceta TV para que juntos viajemos a conocer la aventura de llegar y cruzar el único puente de hamacas que conecta a Suchitoto con algunas comunidades y disfrutar de una experiencia llena de adrenalina, historia, leyendas, paisajes y aventura.
Por Josseline Gómez
Josseline Gómez, guía turística de Suchitoto.
