Las recientes lluvias torrenciales que perduraron por unos diez días y los vientos fuertes que venían con las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal han causado muchas pérdidas no sólo de vidas e infraestructura sino también al sector agrícola, quién ha perdido gran parte de las cosechas de este período en los cultivos de las orillas del embalse Cerrón Grande.
Entre los más afectados se encuentran las comunidades Colima y Copapayo donde existen reportes de daños parciales e incluso pérdidas totales de siembras, lo que nos lleva a la posibilidad de una baja o nula disponibilidad de cosecha de los granos básicos como el maíz y el frijol en los hogares de centenares de agricultores que luchan por su subsistencia. Esta situación expone a las familias de estas comunidades a una precariedad mayor con la escasez de granos que son la base de su alimentación y fuente de subsistencia.
Marcelo un joven agricultor de la comunidad Copapayo nos comenta: » Las milpas se nos hundieron, unos 140 agricultores entre mujeres y hombres hemos quedado sin maíz para esta temporada …nos ha tocado hacer milpa de cerro, y por mi parte huertos caseros para sacar algo, ya que tanto el gobierno central como el municipal nos han dejado en el olvido, y no nos queda que aguantar y resistir.»
Ante los hogares pobres en las zonas vulnerables, los pequeños agricultores de subsistencia sin reserva alimentaria y con limitadas oportunidades de empleo local por la pandemia, muchos se preguntan si la Municipalidad tiene o creará un plan de mitigación ya que estas pérdidas no sólo los afectan a ellos si no también por extensión a todo el municipio ya que se vería limitada la producción de granos básicos locales para la alimentación.
En Suchitoto los problemas medioambientales provocados por el cambio climático y la huella del hombre, son una bomba de tiempo que está a punto de caer y cambiar nuestras vidas de forma violenta. Cada año se manifiesta con oladas de calor, pérdidas de cultivos, erosión dl suelos, proliferación de enfermedades, ríos contaminados, pérdida de bosques y vida silvestres, plantas y flores. Las devastaciones forestales, las continuas quemas irresponsables, los monocultivos y las enormes descargas de desechos de empresas que contaminan el lago, están acabando poco a poco con nuestro equilibrio medio ambiental.
Por eso, es necesario y urgente crear proyectos o propuestas ante estas problemáticas, si bien es cierto que la naturaleza es impredecible es por ello mismo que debe existir un plan de las autoridades ante estas situaciones de emergencia con lluvias, quemas y contaminación constante.
Una propuesta sería la de fomentar los cultivos caseros y comunitarios con el apoyo de la municipalidad como se da en el caso de la Comunidad Santa Marta en Cabañas. Esto con el fin de tener abastecimiento ante estas duras situaciones a la misma vez que se da la oportunidad de trabajar y tener una entrada económica con el fin de no generar dependencia ante una institución. Este tipo de iniciativa nos puede llevar a una transformación progresiva en el Municipio, pero sobretodo nos llevará a recuperar la autonomía, y fomentar una soberanía alimentaria qué es importante para todo pueblo. Durante esta cuarentena hemos visto la importancia de contar con un huerto en nuestras casas que nos ayude a sostener una alimentación sana y no enfocar todo en el consumismo sino en la generación de nuestros propios alimentos, que nos acerque a una soberanía alimentaria en el municipio.
Al municipio le faltan más iniciativas, así como educación en temas ambientales, el retorno no puede ser el mismo, debe y tiene que existir un cambio en nuestra conciencia medioambiental. Además, debe existir un verdadero interés de las autoridades por apoyar y ayudar a los pequeños agricultores de las comunidades que hoy han sido afectados por las lluvias y luchan por mantener viva la agricultura de Suchitoto.
Por Gerson Tobar
