A Suchitoto lo caracteriza su gente trabajadora, que lucha día con día por salir adelante y poder darles un futuro mejor a sus familiares, a través de diferentes emprendimientos. Son muchos los y las suchitotences que han decido emprender con un negocio propio, donde son sus propios jefes y organizadores de sus horarios.
Emprender en el municipio es la opción que muchos y muchas han elegido, ya que Suchitoto no cuenta con grandes industrias o empresas privadas o de gobierno que puedan emplear a sus pobladores.
En cada esquina, en cada cuadra, en cada barrio de Suchitoto; encontramos diferentes historias de vida y luchas por salir adelante y contar con el sustento diario. Un ejemplo de ello es Don Román Antonio Gómez de 73 años de edad, quien desde hace 50 años lucha por mantener su negocio de panadería y en su compromiso por seguir manteniendo este emprendimiento, trasladó sus conocimientos a su hijo.
Es así como encontramos a Román Ernesto Gómez Rivera de 27 años de edad originario de Suchitoto, con 13 años en el oficio de panadero y con aspiraciones de seguir con la tradición y el emprendimiento de su padre. Este chico considera que es importante seguir apoyando y trabajando conjuntamente con su padre. Proviene de una familia emprendedora, (materna y paterna), generadora de empleos. Entre los emprendimientos que a través de los años han impulsado están: panadería, venta y elaboración de pólvora, restaurante, tienda de productos varios, pupuseria y en el sector lanchero.
Entre los pasatiempos de este joven, alegre, sociable y emprendedor están: jugar fútbol y tocar guitarra. También le gusta pasar tiempo de calidad con su familia, ya que considera que su familia y Dios son pilares fundamentales en su vida.
La idea de poner una panadería viene de la familia de su padre desde hace varias generaciones. “primero comenzó por mi tío, Armando Gómez, que emprendió en panadería en los años 70’s y la mantuvo diez años. Después de esos diez años, mi papá continuó con el emprendimiento” –dijo Román- pero fue hasta diez años después, en década de los 90’s cuando Don Román Antonio Gómez (padre) puso su propio emprendimiento en su casa, siendo desde entonces la forma de obtener ingresos para su familia y poder salir adelante.
El capital para iniciar con el emprendimiento -en aquellos años- fue de aproximadamente dos mil colones, que costaba la materia prima.
Román se involucró en el emprendimiento de su padre a la corta de edad de doce años y menciona que ha sido una experiencia muy bonita. “Crecí con esto, desde que estaba muy pequeño miraba como mis padres trabajaban en el emprendimiento, eso llamaba mucho mi atención” –añadió-
En dicha panadería se elaboran diferentes tipos de pan; pan francés, pan dulce en variedad y donas. Si usted camina por las calles empedradas del barrio Concepción, sentirá el rico olorcito del pan recién horneado de la panadería “El Plancito”, y por las mañanas encontrará el canasto lleno de pan dulce, (novia, pan de leche, semita, rosquía, guarachas, pasteles, copinol, donas, budín, entre otra gran variedad); donde, doña Martha Consuelo Rivera (mamá de Román) le atenderá con una enorme sonrisa.
“El Plancito” mantiene la practica artesanal de elaboración de pan, pero también cuenta con máquinas industriales que ayudan a facilitar el trabajo que se hace, se combina lo artesanal con lo industrial. “la forma de elaborar pan sigue siendo esa, artesanal, pero ahora combinada con máquinas industriales” –mencionó- “La diferencia en la elaboración de pan de hace 15 años atrás en comparación con la actualidad era mucho más difícil, no había tantas facilidades como ahora”
¿Podrías contarnos un poco la historia de tu papá y su lucha por emprender en el municipio?
“Mi abuelo envió a mi papá y a mi tío a que fueran a aprender un oficio; me cuenta que era un poco complicado el poder aprender porque las personas donde iban los mandaban a hacer otras cosas cuando estaban elaborando el pan ellos, los mandaban a hacer lo más básico en una panadería por ejemplo traer leña, a limpiar las latas y ellos lo que querían era ver como elaboraban el pan. Entonces, a ellos les ha costado mucho, yo tuve el privilegio y la oportunidad de que mi papá fuera mi maestro”
¿Recuerdas alguna anécdota vivida con él?
“Sí, tengo muchísimas. A parte de que es mi padre y disfruto de su compañía, disfruto charlar con el cuándo estamos elaborando el pan, me cuenta sus de jóvenes que ellos vivieron, como vivía su familia, como funcionaba su panadería. Pero una que más recuerdo es que se quedó dormido y se le quemó una horneada de pan”
Contar con este emprendimiento ha significado para Román y su familia algo muy importante porque gracias a este emprendimiento han sacado adelante a toda su familia de diferentes generaciones y en especial para él ha significado mucho esfuerzo, disciplina y pasión por hacer lo que a él le gusta.
Sin embargo, la demanda y competencia entre panaderías es muy grande, ya que hoy en día hay muchas familias que han decidido emprender en este rubro. El negocio en el municipio sigue siendo rentable, produce ganancias que ayudan a sostenerse económicamente.
Hablemos de los emprendimientos en Suchitoto… ¿consideras que se puede salir adelante únicamente con ingresos obtenidos de un emprendimiento?
“Sí, porque mi familia es un ejemplo y testigo de eso. Mi familia siempre se ha dedicado a eso y no solo a la panadería sino que también en otras áreas y hemos sobrevivido”
¿Cuáles crees que son las iniciativas de negocio que podrían establecerse y producir ganancias?
“Quizá por la temporada que Suchitoto está teniendo de ser un municipio muy visitado, con mucho turismo y muy reconocido a nivel de El Salvador; podría ser un área de restaurantes, hostales”
¿Qué mensaje les darías a los jóvenes que tienen el deseo de emprender en el municipio?
“Primeramente que, cuenten con la ayuda de Dios, y que sus planes los pongan en sus manos para que todos sus sueños se puedan cumplir”
Por Carolina Mena
