Suchitoto cuenta con muchas personas comprometidas con el trabajo social y comunitario, algunas de ellas originarias y otras que han encontrado en el municipio el lugar y los motivos para emprender y desarrollar sus luchas.

Elba Rodríguez es licenciada en trabajo social, y desde el 2012 vive en Suchitoto, trabajando para la fundación International Partners desarrollando un hermoso proyecto llamado Centro Cassie Stern Memorial implementado por varios años en la comunidad El Aceituno, Suchitoto y del cual hablaremos en otro artículo.

Elba Rodríguez es directora del programa social que desarrolla la fundación International Partners desde el año 2000, en cinco comunidades de Suchitoto y tres comunidades de Cabañas. El proyecto desarrolla diferentes acciones que van desde brindar becas de educativas, contribuir a la creación y fortalecimiento de bibliotecas comunitarias, un programa de apoyo a la discapacidad, trabajo con delegaciones, formación en liderazgos y proyectos de apoyo comunitario.

Para conocer más de su vida y trabajo compartimos la siguiente entrevista:

¿Quién es Elba Rodríguez?

Pues me considero una mujer muy responsable, honesta, luchadora y trabajadora.

¿De dónde es originaria?

De la comunidad Hacienda Vieja,  San Isidro Cabañas

¿Cuéntenos de sus años de infancia y juventud en la comunidad?

Quizá no fue una infancia como la soñamos, me toco luchar desde pequeña con los demás miembros de la familia. Mi padre nos abandonó, soy la tercera de seis hermanos/as. Y vi luchar a mi madre para sacarnos adelante, toco limitarnos en deseos que teníamos, y prácticamente trabajar desde la infancia junto con todos en la familia para sobrevivir. No me quejo, porque eso me hizo ser fuerte y echarle más ganas a toda oportunidad que llegaba a mi vida.

¿Desde cuándo reside en la ciudad de Suchitoto?

Desde el mes de febrero de 2012. Una vez egresé de la carrera, me dediqué al trabajo de la institución International Partners.

¿Cómo llega a vincularse con Suchitoto?

Por medio del trabajo, ya que la institución tiene la sede en el municipio e iniciamos desarrollando un programa social directo con las ADESCOS de algunas comunidades.

¿Cómo describiría la vida cotidiana de la ciudad de Suchitoto?

Como un pueblo muy tranquilo, seguro, y bien completo, tiene lo necesario, esta accesible para ir a otros lugares, pero lo mejor de todo es la tranquilidad que se siente, eso lleva a que no nos estresemos. Después del trabajo nos permite disfrutar de diferentes opciones, desde un café, una platicadita en la plaza, hacer ejercicio en el parque, hasta de una bella vista del lago, conocerse entre las personas por lo pequeño que es. Creo que es una cotidianidad muy relajada.

Háblenos de su formación académica ¿Como logra conseguir una carrera profesional?

Pues, no fue nada fácil, al principio pensé que mis estudios finalizaban hasta el bachillerato, ya que era imposible ir a la universidad. Siendo de una comunidad, con pocos recursos y sin conocimiento de que existen universidades donde estudiar.

Recuerdo que relacionaba a todas las universidades con una sola, la UES. Pensé que solo una universidad había en el país. Así que fui formando mi idea y deseo que, si estudiaba, era la UES donde iría.

Pero no pude continuar después del bachillerato, pasaron seis años para iniciar el sueño de estudiar en la universidad. Luche para entrar a la UES, no fue fácil, pero logre hacerlo atreves de las organizaciones estudiantiles que existían en ese momento. Pero tampoco pude entrar en la carrera que quería. Así que una vez estando dentro, busque la manera para cambiarme de carrera. Fue así, como por fin, inicie la carrera que sentía me identificaba: Trabajo Social.

¿Por qué decide inclinarse por una carrera con orientación hacia lo social?

Desde muy pequeña me gustaba mucho la parte organizativa comunitaria. Pertenecí a un grupo juvenil y luego en la ADESCO de la comunidad a la que pertenezco. Eso me lleva a buscar una carrera que me sea gratificante desarrollarla en lo que siempre me ha gustado. También para lograr contribuir a una mejor calidad de vida de las demás personas, principalmente con quienes trabajo directamente. Y lo mejor de todo, buscar una justicia equitativa para todas y todos.

¿Puede contarnos sobre su trabajo y compromiso con las comunidades?

Mi trabajo trato de desempeñarlo lo mejor posible, siendo muy responsable, ya que de ello dependen los resultados que busco, trato de romper esos esquemas paternalistas y asistencialistas, aplicando mi mayor compromiso en que las comunidades se empoderen y sean ellas mismas las que busquen las soluciones a sus problemas. Hago ver a las personas que se debe trabajar para lograr un cambio ya sea individual o colectivo, destacando la importancia de estar organizados/as.

¿Puede contarnos sobre su trabajo con el Centro Cassie Stern Memorial?

Bien, quizá aclarar un poco acá. La institución en la que laboro, hasta el año pasado 2018 tenía dos grandes áreas en las que se trabajaba: El Centro Cassie Stern, un centro de agricultura alternativa, desarrollado en el Aceituno, Suchitoto y el segundo en el Área Social con seis programas sociales, ejecutándose en ocho comunidades, cinco de Suchitoto, y tres de Cabañas.

Mi responsabilidad directa debido a mi profesión, es el área social, la ejecución de los programas sociales directamente con las comunidades. Y mi compañero Noel, era el responsable de la ejecución y administración del Centro Cassie Stern.

Una vez aclarado ello, debo decir que mi trabajo me encanta, porque es directo con las personas, aunque se vuelve un poco complejo, porque los seres humanos somos algunas veces complicados. Mi compromiso es lograr que los programas tengan impacto/resultados, y que sean eficientes, que lo poco que hacemos se vea reflejado en las personas y en la comunidad, busco lograr la diferencia porque con ello ya hicimos un cambio.

Nos enteramos que el Centro Cassie Stern Memorial cerro en el 2018. ¿Podría darnos su opinión personal sobre lo que para usted significó este proyecto?

Para mí, fue un proyecto con aspiraciones bonitas, con un propósito de marcar un cambio, principal con el cuido al medio ambiente,  y de gran manera eso fue logrado, ya que se generó empleo, se rompió el esquema de que ese tipo de trabajo son solo para hombres ya que se tenía mujeres en el desarrollo de la ganadería, se trató de implementar de la mejor manera con un cuido y armonía con el medio ambiente y fue una escuela de aprendizaje para todas  las personas que visitaban. Fue un gran proyecto que generó muchos beneficios y que se expandió a nivel de país porque se vio como un ejemplo a seguir.

¿Cuáles son sus valoraciones personales sobre el cierre de este proyecto?

Para no sentir tanto la tristeza por el  cierre, lo veo como una etapa que se dio,  en donde se desarrollaron  los procesos que debían  darse, me quedo con esos grandes momentos  logrados,  porque para todo se da su tiempo, en algunos casos para durar mucho y en otros para durar lo necesario, y eso fue el Centro, que el tiempo que duro, sirvió de mucho, su misión me atrevería a decir fue casi en su totalidad lograda.

¿Cuál ha sido una de sus mayores satisfacciones al trabajar en este proyecto?

Decir que en algunas ocasiones me toco estar al frente de la administración, y se vuelve muy complicado, es un gran reto, porque a veces se debe generar esa confianza en una misma, creer que somos capaces de enfrentar esos retos. Y algunas veces hasta tener que explicar a las mismas mujeres, porque piensan que no somos capaces de sacar adelante trabajos que por años y debido al patriarcado, se ha pensado que son solo para hombres.

Me encantaba relacionarme directamente con los animales, identificar sus problemas. Pero cuando se enfermaban era lo peor de enfrentar. Se aprende mucho, nosotros teníamos en el Centro Cassie ganado de raza Yersy en su mayoría, así que saber que hacer es un proceso que en la práctica se va dando.

¿Hay alguna persona que ha influido en su vida o que usted admire mucho?

Sobre el trabajo que desarrollamos en nuestra institución, mis jefes, Paula y Don, es increíble la calidad humana que tienen para las demás personas.

Sobre la realidad en la que vivimos, Monseñor Romero, es un gran ejemplo a seguir, porque lucho por una justicia equitativa para todas las personas.

¿Como integra en su trabajo diario el compromiso social y comunitario?

Tengo la ventaja de ser mi propia jefa en el trabajo, entonces lidero los procesos a ejecutar, así que sé qué resultados quiero lograr. Uno de mis principios es tratar de quitar de la mente de las personas el asistencialismo y paternalismo, busco que se vuelvan protagonistas de sus propias resoluciones de problemas.  Me enfoco en que se empoderen y que, si reciben algún beneficio, deben devolverlo también con trabajo comunitario.

¿Cuál es la lección más importante que ha aprendido en su vida?

En algunas ocasiones tuve el deseo de dejar todo, y buscar por otros medios, pero se daban esas pequeñas cosas que por muy simples que fueran, me marcaban, principalmente cuando eso venia de la niñez, así que eso me permitía sentir que lo que hago en mi trabajo, vale la pena, y porque lo hago con entrega, sin ver horarios de trabajo.

También, he aprendido a “no” tomarme los problemas de los demás como míos y pensar que soy la responsable de resolverlos. Al principio, los tomaba míos y hasta los llevaba a la casa, me deprimían, cuando sentí que me estaban afectando y que no podía resolver todo, les puse un alto. Hoy siento que fluyo mejor.

¿Cuáles considera son los retos más grandes de las mujeres de Suchitoto en el mundo laboral?

Quizá llegar a igualar los salarios, porque hacemos un mismo trabajo, pero no se nos reconoce por igual a la hora de los salarios. Romper ese sistema tradicional patriarcado, en donde se tienen clasificados los trabajos,  considero -según mi enfoque-, las mujeres debemos demostrarnos y tener la seguridad  con acciones que si podemos, que si somos capaces. Quizá aún debemos empoderarnos más de lo fuerte y guerreras que somos.

 ¿Cuál sería su mensaje para las mujeres jóvenes de las comunidades?

Que identifiquen sus debilidades y las reviertan en potencialidades, que se tengan confianza, que crean en sí mismas lo capaces que son de llegar lejos cuando se trabaja con esfuerzo y dedicación.

Que vean ejemplos de casos de mujeres que han sido difíciles, pero que lograron superarlos, para que les sirva de motivación y puedan seguir luchando por sus sueños.

¿Considera que es importante contar con un medio de comunicación que estimule al dialogo y el debate sobre temas de municipio?         

Sí, claro, es muy importante, porque a veces se quieren hacer críticas constructivas y no se cuenta con quien o adonde acudir.

Creo que cada quien, desde su trinchera, con su propia filosofía, está buscando hacer la diferencia en este nuestro querido paisito El Salvador.