Por Tito Hasbún

«El Respeto al Derecho Ajeno, es la Paz». Benito Juárez

En las últimas semanas La Gaceta de Suchitoto ha abordado varios temas de mucho interés comunitario y que deberíamos debatir seriamente, pues sí estamos apostándole al desarrollo turístico del Municipio hay  mucho por definir, en especial como  evitar  el impacto en los derechos de la población originaria. Entiéndase pues, propiedad, comercio, alquileres, seguridad, espacios públicos, procedimientos administrativos, entre otros.

Hay un aspecto en particular del tema violencia que quisiera ventilar aquí y este es “la convivencia ciudadana”,  es tan amplio y complejo que ni tan siquiera nos imaginamos cómo muchas de nuestras actitudes cotidianas contribuyen al fomento de la violencia. Tomemos por ejemplo el irrespeto que nos tenemos como vecinos y cómo la falta de responsabilidad de las autoridades competentes al evadir sus obligaciones crea frustración y potencia  respuestas violentas.

¿Qué sucede cuando escuchamos nuestra música o programa favorito “a todo volumen”? ¿se han puesto a reflexionar que con ello estamos obligando a nuestros vecinos a escucharlo también, les guste o no, sea temprano o tarde, sinceramente crees tener el derecho de hacerlo por sobre el de los demás?   O cuándo celebras tu culto religioso y predicas la Palabra a todo volumen, aunque se realice en una habitación pequeña y solo estén unos cuantos ¿crees que es un mandato divino invadir la vida de tus semejantes e imponer “tu verdad”?

O cuando decidimos abrir un bar en una zona residencial, ¿Por qué no nos detenemos a pensar en nuestros vecinos y su tranquilidad? ¿quién nos concede el derecho de irrespetar el derecho de los demás? Nadie, excepto la complicidad en que incurren las autoridades a las que compete administrar la cosa pública. Extienden los permisos sin verificar sí el edificio a utilizar llena los requisitos mínimos de seguridad y aislamiento sonoro. ¿Qué pasa cuando al dueño del bar se le ocurre extender su noche de Karaoke hasta avanzadas horas de la madrugada o a una banda de borrachos les agarra la de músicos y nos recetan un concierto a las tres de la mañana?

Definitivamente que también así estamos generando  violencia; uno como agraviado se despierta en estado “HULK”,  con ganas de descuartizarlos, de agarrarlos a pedradas o con un rifle al estilo gringo… o  ¿sí mejor les corto la electricidad? les rompo las bocinas o quizá mejor les aviento una molotov..? o a lo mejor, te dice el angelito bueno, llámales por teléfono y quizá hasta te entiendan…y ahí estás como tarado marcando el número  hasta que caes en la cuenta que con ese desmadre no oirán  el  teléfono, de nuevo el angelito te sugiere: ya pará de querer dar  la batalla vos mismo, se prudente y déjalo en manos de las autoridades competentes.

Para cuando ya marcaste quinimil veces a la PNC y nada, estás tan despierto y frustrado que mejor  te vas para la delegación, tu cabeza es un hervidero de voces discutiendo sobre qué decir, cómo decirlo… al final llegas y encuentras a un pobre diablo  que no tiene la más mínima disposición de estar ahí, quién después de oírte responde con un “nosotros no podemos hacer nada pues ellos tienen permiso de la alcaldía”  y no hay manera de razonar con él.

Por la mañana al ver la cara de los vecinos te das cuenta que comparten la tragedia; cansados y frustrados se organizan, escriben cartas, recogen firmas y se las entregan a las autoridades correspondientes, casi nunca les responden satisfactoriamente.

En una ocasión ya hace varios años, los vecinos insistieron tanto que lograron que la Procuraduría de los Derechos Humanos hiciera una investigación y dictara una Sentencia en que calificaba de “Negligentes” tanto a la Alcaldía como a la PNC, lamentablemente esta sentencia no es vinculante jurídicamente, pero al menos se logró que les hicieran caso, la Alcaldía los convoco a una reunión junto al propietario de uno de los negocios, para que llegaran a un acuerdo. Y sin exagerar, como por arte de magia los vecinos pasaron a ser los malos de la película, pues el propietario solo busca el progreso, generar empleos, “proveer vida nocturna al desarrollo turístico de la ciudad” y es más, ni negocio le resulta pues tiene pérdidas el pobre, lo que pasa es que ustedes  son unos exagerados, ¿qué les cuesta ceder unas cuantas horas de su sueño y tranquilidad a la causa? Son gente problemática, viejitos que de todo se quejan y se la pasan criticando.

¿Te puedes imaginar la carga de frustración con la que muchas personas tienen que vivir? ¿Lo negativo que todo esto viene a ser para la convivencia comunitaria?  No creo equivocarme, todos lo hemos vivido y queremos que esto cambie ¿ o no?

Para comenzar a caminar en esa dirección, cada uno de nosotros debe reflexionar permanentemente sobre el hecho que no estamos solos, que vivimos  en comunidad, rodeados de otros seres tan importantes como nosotros, con los mismos derechos, que merecen nuestro respeto y consideración. Cada uno de nosotros tiene que actuar en consecuencia y hacer su parte, no hay otra manera.

Luego en el área pública, las Autoridades tienen que asumir su rol y dejar de “complicar lo fácil con lo inútil”, para ello cuentan con un par de Ordenanzas Municipales  que bien podrían actualizar y normar y sobre todo, tenemos la “Ley Marco para la Convivencia Ciudadana y Contravenciones Administrativas”, reformada el pasado mes de noviembre y que puedes encontrar fácilmente en internet.  En ella está casi todo lo que hay que saber, decir y hacer respecto a la convivencia ciudadana, no hace falta andar especulando ni inventando, ni complicando simples procedimientos administrativos, para ello la misma Ley establece quiénes son los responsables de aplicarla y velar que se cumpla:

1. La o el Alcalde
2. El Concejo Municipal
3. El Delegado contravencional
4. El Cuerpo de Agentes Municipales
5. PNC
6. Procuraduría General de la República

El desarrollo de esta bella ciudad comienza por cada uno de nosotros, con nuestra toma de conciencia respecto a nuestros semejantes, con quienes compartimos los mismos Derechos y Responsabilidades y a quienes debemos de tratar exactamente como esperamos ser tratados nosotros mismos. “nuaydiotra”

Y a las Autoridades solo les pedimos que asuman su rol de administradores de la cosa pública con  más  profesionalismo y visión de futuro.

Fotografias Edwyn Guzmán.