Definir la gestión cultural resulta un poco complejo. Sin embargo trataremos de simplificar partiendo del significado de las palabras que la forman “gestión” y “cultura”, entonces se trataría de administrar determinados recursos, bienes o servicios vinculados a la cultura, con unos objetivos determinados. De manera general, la gestión cultural se relaciona con promover, incentivar, diseñar y realizar proyectos culturales desde cualquier ámbito. Entonces podíamos decir que la “gestión cultural” se define como la acción de gestionar actividades y manifestaciones con contenido artístico de promoción en pro del bienestar social y/o comunitario.

Esta definición sencilla, -aunque la gestión cultural no lo es- es importante en el sentido que incide en declarar la cultura como un Derecho Universal, y por lo tanto susceptible de ser reclamada por parte de los ciudadanos a las instancias de gobierno local y central.

A pesar de muchos años de actividad, la realidad, es que la gestión cultural  nunca ha sido una prioridad, y más bien se ha venido dejando al azar y a la improvisación. Con varias iniciativas en el municipio, nos encontramos con muchas que han surgido con nobles ideales pero sin procesos ni estrategias precisas y claras para alcanzarlos.
Es así como luego de un par de años de surgir encontramos importantes iniciativas sobreviviendo y luchando por alcanzar metas que van cambiando segun los vientos cooperantes que soplen en la comarca.

Desde La Gaceta Suchitoto hemos insistido en la importancia del diálogo, la coordinación, la buena lectura y la imperiosa necesidad de unir esfuerzos en la CONSECUSIÓN DE METAS COMUNES. Pero para ello hay una sola perspectiva de camino: PLANIFICAR, tenemos que ponernos a planificar, porque planificar es anticiparnos al futuro, y pensar como queremos que sea ese futuro. Al planificar también nos obligamos a analizar la situación actual, obtenemos información que nos permiten tomar decisiones acertadas en un momento determinado y nos permite vernos a futuro.

El caso de la gestión cultural es algo cambiante, se debe estar siempre en análisis de una realidad que cambia, leyendo y actualizándose con unos destinatarios que también van cambiando; porque hay que entender que la administración gestora cultural es un medio no un fín, debe adaptarse en el momento presente a la realidad y trasladar sus acciones y proyectos a lo largo del tiempo: Nuevas demandas tecnológicas, colaborativas, nuevas formas de actuar, financiación, de asocio, herramientas de intercambio, debate y reflexión nuevas y con nuevos formatos, con una visión de cultura abierta y participativa para todas y todos.

La gestión cultural tienen mucho futuro en Suchitoto y se deberá centrar en ser canalizadora del sentimiento cultural plural donde el gran reto es conectar las expresiones culturales y artísitcas locales y foráneas con el público, pero no desde una visión vertical del gestor al pueblo, sino con la participación de los 4 sectores, encaminandos a la creación de una floreciente industria cultural en el municipio.

En esta tarea debemos huir del gratis total, intentando que todos los esfuerzos sean autosuficientes o casi,  propiciando la autosostenibilidad para que la rueda de la cultura siga girando ella solita.

En Suchitoto debemos superar todos esos procesos improvisados, y aceptar que debemos sentarnos de una ves por todas a planificar, pero a planificar en colectividad, como la ciudad cultural que pretendemos ser.

Si de verdad queremos sacar adelante al municipio en el desarrollo de la cultura es importante cambiar, dejar zonas de confort y abandonar poses, diferencias e indiferencias, el creer saberlo todo, dejar individualismos y meseanismos,  comprender que el trabajo de la gestión cultural no es de competencias y rivalidades sino de unidad, cooperación y colectividad.

Hay que destacar el valioso trabajo de varias personas que se han tomado a bien la tarea por hacer gestión cultural en Suchitoto. La mayoria son gestores foráneos muy identidificados con la lucha en pro de las juventudes  y promoción del arte, la cultura y el patrimonio del municipio.  Al conversar con un actual voluntario, gestor cultural y  dirigente de una organización local, nos damos cuenta del cansancio que existe en estos lideres como resultado de años de trabajo y entrega. Este cansancio se refleja muchas veces en una falta de visión de futuro de quienes dirigen las organizaciones culturales. Su negativismo justificado en tener los pies en la tierra, no les permite ver más allá e imaginar y construir un nuevo Suchitoto, asumiendo nuevos retos y sueños -que por supuesto exigen mucho trabajo y esfuerzos- pero que son totalmente posibles y realizables, porque trabajar en gestión cultural es creer -pero creer de verdad- en la posibilidad de todos los sueños colectivos.