Suchitoto es la ciudad cultural, que avanza sin un plan de cultura que marque un rumbo en el horizonte al trabajo cultural que acumula una cantidad de acciones artísticas y culturales sin una visión clara del futuro. Recientemente conversamos con un amigo sobre ciertas notas del periódico La Gaceta Suchitoto y la situación del municipio en términos de trabajo cultural. Y coincidíamos que, si bien es cierto el municipio mantiene una actividad relativamente constante en términos de activismo cultural, la mayoría de estas actividades no son planificadas colectivamente, ni tienen una visión estratégica de ciudad. Si revisamos el 2017 veremos que hay una cantidad de actividades culturales y artísticas, algunas con mucha calidad otras en ciernes, algunas con artistas locales otras con artistas foráneos, unas para el pueblo, muchas otras para turistas, algunas con mucho potencial, otras carentes de contenido estratégico, pero todas hechas con buenas intenciones y mucho esfuerzo, aunque con poca visión de futuro y coordinación como ciudad cultural organizada.

“Lo bueno es que hacemos cosas, tenemos arte y cultura, tenemos festivales y artistas…” me decía el amigo y si totalmente cierto, el municipio es afortunado al tener varias entidades culturales que promueven talleres de aprendizaje de las artes, festivales y es muy grato ver como decenas de jóvenes participan y se benefician.

Pero en tanto el municipio no cuente con una visión de ciudad, los esfuerzos que se hagan seguirán siendo individuales e independientes y seguiran acumulandose sin saber hacia donde vamos. Suchitoto no tiene una visión de ciudad, no cuenta con una carta de navegación en la cultura. La planificación cultural es fundamental para guiar el crecimiento y desarrollo de la cultura a mediano y largo plazo y no caer en el simple activismo cultural.

Hay esfuerzos importantes, que han entendido el potencial del municipio y la importancia de planificar, y lo están haciendo de manera independiente, pero como no hay un ente regulador o un plan estratégico, las acciones se van simplemente sumando, y acumulando una tras otra sin resultados medibles, sin  visión de ciudad sin rumbo ni futuro y cada quien va aportando esfuerzos, con buenas intenciones pero sin visión estratégica, sin articulación interinstitucional como municipio.

Suchitoto tiene más de 25 años de vida cultural contemporánea, si tomamos como punto de partida el Festival Internacional de Arte y Cultura creado por don Alejandro Cotto, con grandes méritos, aciertos, logros y frutos. Con mucho esfuerzo las entidades existentes en los últimos años, también  han hecho enormes aportes al posicionamiento y reconocimiento de Suchitoto como un pueblo cultural y encantador para el turismo, tanto que ha llamado la atención e interés de instituciones internacionales que han apostado y creído en el municipio y las juventudes a través del apoyo al arte y la cultura.

Tal es el caso del proyecto de Esartes surgido como una iniciativa de Stratford Festival de Canadá en el  2008, quien en sus inicios logro posicionar un hermoso proyecto con visión de futuro: la Escuela de Artes, Técnicas y Oficios de la Escena, en coordinación con la Municipalidad. Este ha sido uno de los mas importantes proyectos que debido a la falta de visión de futuro y la ausencia de sentido de colectividad de parte de la municipalidad y las demás entidades culturales, educativas y empresariales se perdió. Dejando en evidencia la falta de comprensión de ciertas iniciativas al no contar con una visión compartida para el crecimiento cultural de la ciudad.

En tal sentido no se debe de seguir viendo a las instituciones culturales y/o educativas como entes rivales, separadas o huerfanas, sino como instituciones complementarias desde las cuales se puede coordinar y planificar un futuro común de crecimiento con beneficios para todos y todas.

Tanto individualismo y mesianismo no hace bien al municipio, acaso funcione en el primer mundo pero en ciudades como las nuestras donde los recursos son escasos, el único camino es el de trabajar juntos en colectividad, con una visión clara y compartida de ciudad.

“Si pero hablar es fácil, la cosa es convencer a la alcaldía o a quienes dirigen las instituciones -agrego el amigo- Yo lo que veo es que cada quien quiere hacer sus cosas, su festival, o conseguir fondos para mantener vivo sus propios proyectos”

Ciertamente la mayoría de las entidades culturales luchan por la sobrevivencia de sus proyectos,  y eso nos ponen de nuevo en el camino del tema inicial, la importancia de construir un plan de crecimiento cultural para la ciudad. No se puede dejar a su suerte a las entidades culturales que por años han contribuido al arte y la cultura, ya sea generando actividades o formando jóvenes en el municipio. Suchitoto goza de reconocimiento en la vida cultural y turística gracias al aporte de todas estas organizaciones.

La necesidad de construir un plan de crecimiento cultural para Suchitoto es impostergable, no se puede continuar avanzando sin un norte, sin rumbo. Debemos apelar al sentido común y entender que separadamente y con esfuerzos independientes los únicos que llegarán lejos y crecerán serán los que tienen o pueden conseguir recursos, los que no desaparecerán en el mar de las buenas intenciones, reproduciendo el modelo capitalista en la cultura.

“Y entonces …que propones tu? – me sentencia el amigo. Respondo: Leer y sentarse lo más pronto posible a dialogar.

/md