Suchitoto, más allá de los sueños de Alejandro Coto, se he convertido en un destino obligado para propios y extraños.
En esta oportunidad celebramos el “Festival del añil Suchitoto 2018”, un escaparate para decirle al mundo lo que estamos haciendo y hacia donde nos proyectamos.

Esta idea, como la anterior, es muy loca (la denominación de origen), pero habría que revisarla con ojos críticos y propositivos: es el enfoque de “crecimiento verde”, que ocupa un lugar destacado en el discurso de instituciones económicas y de desarrollo internacional.

En este momento que el mundo clama por cuidar nuestra Madre Tierra, el cultivo y explotación del añil se suma al esfuerzo del concepto de “economía verde” en el «reverdecimiento» de su economía, desarrollando talleres y publicando documentos informativos sobre el añil, en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, promoviendo procesos incluyentes y participativos, el bienestar social y la creación de empleos. Una economía verde debe mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambiental y las escasez ecológica. El cultivo del añil es un buen punto de partida, en donde los cultivos “orgánicos” (como parte de la certificación de su proceso para DO), es un valor agregado en el mercado.

A diferencia de otros productos, el añil puede reunir las bondades de la economía circular en donde todos los productos se fabrican con materiales orgánicos y materiales reutilizables. Cuando llega el fin de la vida del producto, no lo tiras,  sino que evalúas el reciclaje y lo llevas para que se pueda hacer uno nuevo con los materiales del viejo. El productor fabricante se ahorra así tener que comprar nuevas materias primas. El producto se desmembra y se extraen todos sus componentes. En este proceso se obtendrán dos clases de material: los que sirven para crear un producto nuevo, y los que no sirven para crear productos nuevos pero, que al ser biodegradables, pueden servir para otros sectores como la agricultura y convertirse en abono. Un nutritivo alimento para nuestro planeta.

La DO (Denominación de Origen) “Añil de Suchitoto”, es un paso en la larga marcha hacia el desarrollo sostenible y cada año debemos dar pasos en ese rumbo. Una pieza de añil de Suchitoto, más allá de su utilidad de uso, ES UNA OBRA DE ARTE UNICA!!

Base de ese proyecto es la asociatividad, en donde artesanos y productores se unen en un esfuerzo común de dar IDENTIDAD a un producto de la ya denominada Ruta Azul, con la ciudad de Suchitoto.

Hablar de Añil, en el futuro cercano, será hablar del mejor, el añil de Suchitoto. Para cuando éste momento llegue, habremos recorrido el camino que pasa por el reconocimiento de la oportunidad, la asociatividad, la estandarización, documentación y registro de NUESTRO proceso (hay diferentes formas de producir añil), la promoción conjunta y como consecuencia, la comercialización.

Así como la cultura es el elemento diferenciador de Suchitoto entre todos los municipios de los Pueblos Vivos. El añil ha de ser el producto estrella por el cual se reconozca a Suchitoto, un Pueblo Encantador!.

Debemos pensar en el añil como nuestro, no solo de quienes lo trabajan, el añil de Suchitoto es de todos, y si apoyamos esta idea, en poco tiempo será reconocido como nuestro patrimonio. La oportunidad que ofrece el “Festival del añil Suchitoto 2018” de proyectar esta pujanza de nuestra gente, es grande, y hay que aprovecharla al máximo, invitando autoridades y figuras políticas así como a periodistas para escribir y publicar sus reportajes sobre el evento.

Hay que involucrar a las autoridades del MITUR en la tarea de divulgación en este tipo de actividades, como parte de su rol de apoyo para dar a conocer el evento, y preparar a la ciudad para el acontecimiento con una amplia convocatoria, este año y durante ese fin de semana, Suchitoto debe ser el centro de todas las miradas.

Uno de nuestros mayores problemas –y una excelente oportunidad- es la deforestación, sumado al hecho que Suchitoto por su altura, es un lugar caliente (331 MSNM). Eso no lo podemos cambiar, pero si mejorar.
Debemos trabajar en la idea de sembrar árboles en nuestros arriates y patios, con flores de colores vistosos (cortez blanco, árbol de fuego, maquilishuat, y otras variedades) que además de dar sombra y frescura a la ciudad, le den colorido y se conviertan en breve plazo, en el marco en el cual sucede la vida entre las calles empedradas de nuestro apacible pueblo.

Suchitoto es más que una ciudad. Atrévase a soñar!!!

Alejandro Gomez, alexgo2804@gmail.com.