Con dedicatoria especial a: P. Adonay, P. Sergio y P. David. Paz y bien.
“Que alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor” (Salmos. 121)
Con un grado de nostalgia y de agradecimiento, nos despedimos hoy de la transmisión diaria de las misas vía Facebook live, herramienta tecnológica a través de la cual ustedes- inspirados por el Espíritu Santo- nos alimentaron con la Palabra de Dios y nos permitieron fortalecer nuestra fe y adorar a Jesús Sacramentado cada jueves eucarístico en estos meses de pandemia por el Covid-19.
Me imagino que a ustedes al igual que a muchos -incluyéndome a mí- usar este medio virtual tubo más de alguna complicación, sin embargo el favor de Dios estuvo siempre de vuestro lado, para anunciar su reino y llevar el consuelo espiritual en esos días de tristeza, incertidumbre, angustia y soledad, donde sólo en mensaje de Dios ha sido nuestro sostén y baluarte tal como lo dice el Salmos 94 “Porque el Señor no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad” Estamos muy agradecidos por ustedes por asumir además del papel de sacerdotes, han sido orientadores, psicólogos, motivadores…en fin cumpliendo a cabalidad el concepto de “cura” pues curan el alma, el espíritu y el cuerpo.
Quedan en la historia suchitotense y en la memoria de los pobladores, feligreses o no, momentos únicos y entrañables como el Vía Crucis ver al Nazareno recorriendo las calles de la ciudad en un vehículo y usted P. Adonay agarrado de él y él de usted, ¡una imagen significativa que Dios está con su pueblo! Y escuchar esa frase tan bonita: “Animo hermanos, esto va a pasar y nos volveremos a ver” que es justo lo que con la apertura del templo hoy sucede. ¡Nos hemos vuelto a ver, no importa si con un distanciamiento físico, pero viéndonos en vivo y a todo color! ¡Dios ha estado grande con nosotros!!
¡Ah, cómo no recordar el Corpus! único en la historia suchitotense, la feligresía con fe y alegría decorando sus puertas, ventanas y con amoroso cuidado elaboraron altares con los pocos recursos florales de esos días. ¡Ah nuestra gente tan devota y piadosa! El Santísimo visito cada rincón de nuestros barrios dándonos esperanza y vertiendo su amor y misericordia sobre cada familia “Señor me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad” Salmos: 56.
Tan significativa fue también la motivación desde el pulpito para que los pobladores rurales y urbanos pusiesen sus cruces de jiote con sus frutas, “gallitos” y flores, tradición tan arraigada en nuestra gente, con la cual se pide la bendición de las cosechas.
A todo ello agregarle la solemne Misa de Acción de Gracias por las cosechas o Festival del Maíz, “los que sembraron con lágrimas cosechan entre cantares” (Salmos 126) sumado a ello el nuevo reloj del campanario, cuya sonido de sus bronces son una mística oración de todo un pueblo que se eleva al igual que el incienso al cielo, agradeciendo al Creador la vida, y sus melodías también alimentan el alma de los suchitotenses.
Y sin descuidar la restauración física del templo y la restauración de la imagen de la patrona Santa Lucia, en quien nuestro corazón espera socorro y protección, que hoy luce más hermosa. Además de la conservación de otras imágenes que a través del testimonio de estos Santos, nos motivan a vivir el Evangelio, despertando la piedad religiosa en personas que con su don maravilloso ha elaborado mantelería bordada en cruceta para la mesa del sacrificio eucarístico, “Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes” (Fil. 4:9)
Definitivamente en estos meses críticos de la pandemia Dios ha estado de nuestro lado a través de ustedes que como el buen pastor no han abandonado su rebaño y han estado pendientes de toda la población sea católica o no cumpliéndose Colo. 3.11 “Ya no hay fronteras de raza, religión, cultura o condición social, sino que Cristo es todo en todos”
Gracias queridos sacerdotes por todo este esfuerzo, extensivo el agradecimiento a las hermanas franciscanas de Orden de Malta. Hoy nuevos retos están presentes en esta etapa, con la experiencia, disponibilidad y prudencia adquirida. la barca navegará con buen viento. ¡Animo!
Con agradecimiento
Elmer Martínez.
Suchitoto 31 de agosto de 2020.