La pandemia del COVID-19 y todas sus consecuencias colaterales, vino a poner a prueba a todas las organizaciones y colectivos de Suchitoto. Luego de casi 5 meses de venir lidiando con la crisis, la opinión en común es que nadie estaba preparado para enfrentar esta situación por un tiempo tan prolongado.

Uno de los espacios culturales que atiende y alberga a una cantidad grande de niños y jóvenes, es el Centro Arte para La Paz, quien trabaja desde el 2005 bajo la misión de “Crear una cultura de paz por medio de las artes, promover la creatividad, la imaginación y el intercambio cultural, con la participación de toda la gente de Suchitoto”.

Desde hace unos años el CAP cuenta con una Escuela de Artes en la que desarrollan diferentes talleres de: música, artes plásticas, danza, atención emocional; así como talleres técnicos vocacionales de inglés y computación.

Las actividades del Centro benefician a mujeres, hombres, niños y niñas y jóvenes del municipio y ciudades aledañas a Suchitoto. Cada programa y proyecto, tiene como finalidad, contribuir al desarrollo de la persona humana para que su transformación, habilidades y conocimientos se conviertan en energía de paz a nivel personal y colectivo.

Sin embargo, es bueno conocer que han estado haciendo y como han respondido a la crisis del COVID-19 durante este tiempo. Para ello conversamos con Yanira Alas Directora de la Escuela de Artes del CAP, quien desde hace un año dirige y coordina las actividades que se desarrollan en los diferentes talleres que ofrece el CAP.

Yanira, en este periodo de confinamiento. ¿Han continuado con los talleres?

Sí, se ha continuado trabajando desde casa, a partir de marzo cuando se estableció la primera cuarentena, el CAP suspendió todas las actividades y no teníamos un plan específico de lo que se iba a hacer, quizá ninguna institución la tenía y al pasar un lapso de dos semanas, comenzamos a preguntarnos ¿Qué vamos a hacer?

¿De qué manera han dado seguimiento a los talleres y estudiantes?

Comenzamos a pedir a los maestros sus propuestas y sugerencias de cómo seguir atendiendo a los estudiantes desde casa, sin ponerlos en riesgo. Entonces, así fue como la mayoría comenzó a decir: “yo voy a formar un grupo de WhatsApp” “yo tengo un grupo en Facebook y ahí puedo ir publicando las actividades que se pueden ir desarrollando” y así otras aplicaciones como Zoom, que alguna gente no está muy familiarizada con ellas; pero creo que a medida que va pasando el tiempo se han ido adaptando e introduciendo en las plataformas virtuales. Creo que la aplicación que más les ha funcionado es WhatsApp y las llamadas telefónicas.

¿Cómo han respondido los estudiantes al cambio de la metodología de aprendizaje?

Los que realmente están interesados y el área que eligieron les gusta, ya sea en música, artes plásticas, o los talleres técnicos vocacionales, que son computación e inglés y cada uno se identifica con él se siente feliz; algunos han dado respuesta positiva a las diferentes actividades que se les han asignado. A la vez se hace un poco difícil, porque muchos de nuestros estudiantes no cuentan con las herramientas o el equipo tecnológico para desarrollar con éxito dichas actividades.  Por ejemplo: en el área de música no tienen instrumentos propios, en el área de computación, no tienen una computadora que les permita hacer sus prácticas en casa.

¿Han logrado dar seguimiento a todos los y las estudiantes?

No, no se ha logrado el seguimiento a todos, pues no todos cuentan con acceso a internet, no tienen instrumentos (piano, guitarra, violín) o equipos de trabajo; muchos estudiantes están interesados, pero el acceso a ello, les limita a desarrollar las actividades asignadas por nuestros maestros y maestras. Es bonito y resulta más fácil para aquellas actividades que se desarrollan con el cuerpo y se pueden hacer con música. Sin embargo, se está haciendo un gran esfuerzo por continuar atendiéndoles a la mayoria.

¿Ha habido deserción? Si, claro. En este año se inscribieron un total de 667 estudiantes (niños y niñas, jóvenes y adultos); antes de la pandemia estábamos atendiendo 346 y durante la pandemia solo unos 150 estudiantes se encontraban activos y activas.

¿Cuáles son las dificultades que han enfrentado con esta nueva modalidad?

El difícil acceso a internet. Muchas veces los jóvenes andan con datos móviles y eso requiere un costo económico; es una inversión que se debe hacer constantemente. Por ejemplo, si alguien activa un paquete de internet, ¿cuánto le va a durar? Por otra parte, también está la falta de instrumentos y de equipos tecnológicos. Desde el CAP también se tiene a disposición algunos instrumentos, para algún estudiante que pueda pasar al CAP que viva cerca y que no se le dificulte el traslado a su casa y que realmente vaya hacer un uso correcto del instrumento y no lo vaya a tener guardado en su casa, porque no vale la pena. Es así como tenemos guitarras, flautas, piano y le hemos dicho a los maestros, si hay algún estudiante interesado, puede pasar a practicar por una o dos horas a la semana, las puertas están abierta para que vengan, tomando las medidas de seguridad como usar mascarilla y alcohol gel.

¿Cómo han logrado superar los retos y barreras del distanciamiento?

Mediante la interacción de manera virtual. Sin embargo, hay que mencionar que la mayoría de los maestros no están preparados formativamente para utilizar las plataformas virtuales, esa es la barrera más grande que se tiene y a la vez es un gran reto para poder continuar dando los talleres.  Yo pienso que las instituciones deben de invertir en esto, -si existe el recurso- se debería hacer. No contar con el recurso tecnológico, como un teléfono celular inteligente y de buena capacidad, saberlo utilizar correctamente y ser responsable a la hora de revisar los mensajes sin distraernos con comentarios que no sean apropiados a los grupos.

¿Cómo se continuará con el programa de los talleres?

Vamos a continuar trabajando desde casa, vía plataformas virtuales que los maestros manejan. Nos hemos dado cuenta que la que más usan son los grupos de WhatsApp y grupos de Facebook donde suben sus clases. Por ejemplo, el maestro de Karate, publica sus actividades en un grupo de Facebook que ha creado para este fin. Puedo afirmar que casi todos están usando actualmente grupos de WhatsApp.

La gran pregunta es ¿Cuándo abrirán al público? Bueno, estamos sujetos a las indicaciones del Gobierno y no vamos a abrir al público hasta que no haya instrucciones de las instituciones encargadas; por lo tanto, no hay fecha y vamos a esperar.

En la parte económica ¿De qué manera se han estado financiando las actividades de los talleres?

Lo hemos estado haciendo con el apoyo de donantes, porque el Centro Arte funciona con las donaciones que hacen otras instituciones; con los maestros y maestras haciendo voluntariados atendiendo grupos. La más importante: la buena gestión de hermana Peggy, que gracias a ella se le da oportunidad a muchos jóvenes para que desarrollen otras habilidades en las áreas que nosotros contamos. Además, se cuenta con el apoyo de la Municipalidad a través de un proyecto que estamos ejecutando actualmente. También cuenta la buena disposición que tienen nuestros maestros y maestras y los estudiantes que realmente están interesados.

¿Qué proyectos están desarrollando o piensan implementar?

Claro que sí, estamos ejecutando el proyecto: “Conservación de la memoria colectiva y prevención de la violencia por medio de las artes en una cultura de paz” y el proyecto: “Cómplices en el silencio, cómplices para una cultura de paz-2020”. En el marco de estos proyectos, estamos desarrollando estos talleres y diferentes actividades que enriquecen aún más, el que hacer de la Escuela y el CAP.

¿Qué instituciones les han apoyado durante esta pandemia?

Las instituciones que nos han estado apoyando directamente son 3: Las Hermanas del Color, que es una institución que ha estado apoyando con pequeñas donaciones como jabón líquido para ayudar a las personas en la prevención del Covid-19. Las Hermanas de la Caridad, es una asociación norteamericana de la que es parte Peggy y que apoya al CAP con recurso económicos. La Fundación Interamericana, que es una agencia de Cooperación Internacional de los Estados Unidos, que está brindando financiamiento para la creación de la mediateca, el fortalecimiento de la Escuela, el fortalecimiento institucional y la autosostenibilidad del CAP

La Alcaldía ha recibido nuevos fondos del gobierno. ¿Existe algún acercamiento de parte de la alcaldía para ayudar a las organizaciones culturales en medio de esta pandemia?

Hasta la fecha, no ha habido acercamiento por parte de la Municipalidad en relación a este tema, durante esta pandemia.

Las organizaciones culturales en Suchitoto ¿están recibiendo el apoyo que necesitan para sobrevivir a esta pandemia?

En el caso de CAP, por nuestra condición de Asociación Privada, no podemos aplicar a financiamientos del Gobierno Local y Central; desconozco si otras organizaciones locales han aplicado a dichos fondos ofrecidos por parte del Ejecutivo. Tampoco por el lado de cultura, en el caso de los talleres alternativos.

Como Centro Arte estamos en la disposición de apoyar en el área de arte, música y paz; sabemos que son tiempos difíciles, de poner en práctica lo aprendido en la vida, valores como la solidaridad, la empatía y el respeto; porque una cultura de paz incluye el respeto, tan necesario en estos tiempos difíciles, donde se sufre discriminación con este tema de la pandemia.

Por: Getsemani Villalobos.  Fotos: Cortesía Centro Arte para la Paz.

Getsemaní Villalobos soy arquitecta, tallerista y músico. Me atrae el arte y las historias de gente sencilla. Soy de Suchitoto y quiero dejar mi impronta en este espacio.