Desde hace varios años el municipio se ha convertido en punto de interés para algunas industrias (textilerías, avícolas y porcinas) por sus potencialidades, centradas en la explotación y uso del recurso hídrico que aún se conserva en varias zonas del municipio.

Suchitoto cuenta con una relativa  abundancia de agua, varios mantos acuíferos bordean sus comunidades, y a través de la creación de los 35 Sistemas Comunitarios de Agua y una empresa municipal de agua descentralizada de ANDA se busca el buen cuido y manejo del recurso hídrico para el consumo humano como prioridad fundamental. Sin embargo, desde hace varios años empresas han puesto el ojo en la abundancia de este recurso y la manera de aprovecharlo para sus intereses particulares. Con el pretexto de generar empleo y contribuir al desarrollo del municipio se han instalado y están funcionando con permisos o con los permisos correspondientes  en gestión siguen trabajando y viendo al municipio como sitio ideal para sus empresas.

De acuerdo a las leyes de instalación y funcionamiento de este tipo de empresas, se establece que -según sea el caso- deben de contar con 4 permisos de las instancias del MARN, MAG, MISAL y las Alcaldía correspondiente. El Código Municipal, en su artículo 4, establece que una de las competencias municipales es “La regulación de la actividad de los establecimientos comerciales, industriales, de servicio y otros similares”; así que, decir que no es responsabilidad de dependencias municipales supervisar y otorgar permisos para el funcionamiento de estos lugares, es querer eximirse de un compromiso y co-responsabilidad con la ley y el bienestar de las comunidades y sus habitantes.

Consideramos que es importante reflexionar y hacer énfasis sobre las implicaciones y responsabilidad municipal en la erogación de permisos donde se explote el agua para usos comerciales, sin medir las consecuencias para las comunidades, pues una vez la municipalidad ha otorgado y emitido sus permisos respectivos los demás Ministerios pueden asumir que el municipio acepta y está de acuerdo con la instalación y funcionamiento de estas empresas. Sin embargo, luego por su parte la Municipalidad intenta excusarse culpando a los Ministerios por otorgar permisos, o las empresas inician operaciones sin tener completos los permisos, entrando en un círculo donde al final nadie se hace responsable de las decisiones ni consecuencias.

El año pasado la municipalidad asumió el compromiso público de la defensa y regulación del uso del recurso hídrico priorizando el consumo humano para la población suchitotense. Es por ello que frente a los resultados obtenidos en la Consulta Popular por el Derecho Humano al Agua nos preguntamos ¿Dónde está la coherencia del discurso de la municipalidad? o más aún ¿Qué pasó con la creación de la ordenanza municipal donde se reconozca el agua como un Derecho Humano en Suchitoto?

A menudo escuchamos la interpretación errónea de la municipalidad al decir que ellos solo hacen una parte, pero que los verdaderos responsables son los Ministerios, los que deben vigilar el interés y salud de las comunidades. Contradictorio con lo que mandata el Código Municipal y otras leyes de protección ambiental. Frente a esta situación la municipalidad debe asumir su error en la permisividad de estas empresas y oponerse rotundamente a otorgar estos permisos, respondiendo no a los intereses comerciales o de “disque” desarrollo y generación de empleo, que no pasan de unos 30 a 50 empleos locales versus el daño medio ambiental y la salud de la comunidad. Es así como deben de responder al clamor de las comunidades por defender el recurso hídrico, el bienestar y salud comunitaria.

Es claro que posiblemente firmar un documento y tener la posibilidad de captar más impuestos para las arcas del municipio resulta atractivo, dada las necesidades de inversión, pero es necesario ver el precio futuro a pagar, reflejado en las afectaciones a las comunidades vecinas que vivirán día a día las consecuencias de esas empresas, el daño al medio ambiente y la sostenibilidad y equilibrio de la vida natural.

En los últimos tiempos hemos sido testigos de cómo las comunidades afectadas inician luchas y hacen grandes esfuerzos por defender sus recursos e intereses de bienestar comunitario, protestas, denuncias han sido interpuestas ante los juzgados ambientales y ministerios respectivos, mientras tanto las familias en las comunidades siguen sufriendo las consecuencias de malos olores y ríos contaminados, frente a la indiferencia, excusas y preguntas sin respuesta de la municipalidad.

La defensa del medio ambiente y el recurso hídrico es responsabilidad de todos y todas, las autoridades locales no deben permitir disfrazarlo, eximiendo su responsabilidad, al decir una cosa frente a la población pero haciendo otras -como otorgando permisos ocultos en la burocracia- que van en contra de las comunidades.

Hoy en medio de la pandemia, nuevamente las comunidades están movilizándose en la defensa de los bienes naturales, frente a la noticia de la instalación de una nueva granja en la comunidad El Líbano. Otra vez las comunidades en la defensa del medio ambiente, su bienestar y salud, pero ¿Y la municipalidad? ¿De que lado está?  ¿qué está haciendo para evitar que más empresas que explotan el recurso hídrico y contaminen el medio ambiente se instalen en el municipio?

En Suchitoto no puede seguir existiendo este distanciamiento entre las comunidades y el gobierno local, debe de existir más transparencia y honestidad, una correlación de fuerzas y entendimiento con relación al manejo e instalación de estas empresas. Esto debe de corregirse urgentemente en Suchitoto por el bien de toda la población y el medio ambiente.

No se debe de seguir cometiendo el error -en nombre del desarrollo-  de anteponer el interés económico sobre el agua, la salud y el medio ambiente. Se deben de buscar y crear nuevas formas de impulsar el desarrollo de manera amigable con el medio ambiente, de generar economía verde con empleos sostenibles y de inyectar vida a la productividad del municipio, Pero nunca a costa de poner en riesgo el bienestar, la salud y la sostenibilidad de la vida de la población.

Ante esta situación es importante estar unidos en defensa del interés común, por el agua y el medio ambiente; poniéndonos siempre del lado de las comunidades en la lucha por una vida armoniosa y de respeto con la naturaleza.