Nuestra esperanza son las juventudes… pero ¿Dónde están?
Desde hace semanas venimos hablando sobre la situación del municipio en torno al coronavirus. Pero en medio de todo esto bien vale la pena preguntar ¿Dónde están las juventudes de Suchitoto? ¿Qué están haciendo? ¿Cuál ha sido la respuesta de las juventudes ante la crisis generada por el Covid-19?
Las adolescencias y juventudes de Suchitoto hoy se enfrentan a una situación inesperada y totalmente nueva en sus vidas, algo completamente diferente para lo cual nadie los había preparado. Viven un hecho histórico que marcará por completo sus vidas. Hoy están viviendo el resumen de todas las películas del fin del mundo que han visto en la TV y el cine y lo que antes parecía entretenido hoy lo ven con espasmo, incredulidad y preocupación.
Sorprendidos ven como el mundo colapsa ante un virus invisible que se destruye con agua y jabón. Llenos de incertidumbre ven por la ventana de sus teléfonos como sus días de libertad están asediados por reglas, prohibiciones y un confinamiento que cada vez los hunde en la desesperación y la incertidumbre. Hoy todos los escenarios son inciertos, y afuera el futuro parece estarles preparado un escenario muy diferente donde nada volverá a ser como antes.
Pero ¿qué han estado haciendo las juventudes en cuarentena? ¿Cuál ha sido su respuesta a esta crisis? ¿Cómo están imaginando y preparándose para el futuro?
Si bien es cierto, que el municipio al parecer no tiene hasta hoy ningún caso de contagio real y activo (los que existen son de personas originarias de Suchitoto pero sin nexos epidemiológicos con el municipio). También es cierto que su aparición no sería nada remota ni extraña debido a la movilidad de personas y volatilidad del virus, pero sobre todo, si no se siguen cumpliendo las medidas sanitarias recomendadas por todos lados; recomendaciones que por cierto tienen a las juventudes al borde del hastío y el cansancio.
Caracterizado por ser un pueblo vivo lleno de actividad cultural, turística y social; Suchitoto hoy pareciera, por ratos, volver a los años ochenta con calles vacías, apagadas, sin brillo y ausentes de alegría. Afuera todo mundo esconde su rostro, su pena, zozobra o su sonrisa tras una mascarilla. Nos hemos convertido en seres anónimos, escondidos tras mascarillas que salimos a las calles, guardando la distancia, con mas dudas que certezas y extrañando aquellos fines de semana llenos de comercio, festival, juventudes y libertad.
Ante esta situacion, nos preguntamos si las instituciones, organizaciones y comunidades que intentan contener esta pandemia en Suchitoto, están tomando en cuenta a las juventudes. Pero mas allá si son incluidos, vale la pena preguntar si los jóvenes ¿se han podido organizar y proponer algún tipo de acción solidaria que responda y este a la altura de la situación? ¿Qué acciones están haciendo y cómo están respondiendo?
A menudo decimos que las juventudes son la esperanza de las comunidades, pero frente a esta crisis ¿dónde están? ?Acaso seguirán escondidos y hundidos en la burbuja de la internet? acaso no han despertado y entendido que este es el momento de repensar su participación activa y proactiva en la ciudad y las comunidades. ¿Qué están esperando para construir nuevas formas de tejer proyectos y reconfigurar la vida en colectividad?. Porque no solo se trata de estar escondidos en casa, en pequeños mundos de cristal desde donde maldecir al mundo, se trata de asumir nuestros roles asignados por la historia y ser transfomadores de las nuevas realidades que vivimos.
Lo repetimos una y otro vez más, lo peor que puede pasar en esta crisis es que no pase ni cambien nada. Las juventudes deben aprovechar estos momentos de encierro en usar las redes para construir redes solidarias, para buscar maneras creativas de enfrentar la crisis, deben pasar de ser espectadores a ser protagonistas del cambio social que exigen las circunstancias. Deben re-imaginar el futuro, crear propuestas nuevas de cómo vamos a volver a relacionarnos, de cómo podemos participar y ser empáticos y solidarios mientras vamos retomando nuestras vidas. Deben pensar como unirse para reactivar o proponer emprendimientos acordes a las nuevas circunstancias y realidades. Porque la inercia e indiferencia no les llevará a ninguna parte.
El encierro y el distanciamiento es físico, no mental ni creativo; tu mente e imaginación son libres y siempre lo fueron. Así que no paniquees, no te limites, usa lo que sabes, has lo que conoces y crea redes solidarias, reúnete con tus amigos virtualmente y piensa en cómo vamos a levantar de nuevo nuestra ciudad. Esta crisis que vive el municipio y el mundo, es un momento único, donde debemos templar el espíritu y ser fuertes, unidos y solidarios. Y lo creas o no es el mejor momento para mostrar de que están hechas las juventudes, es el momento de proponer nuevas formas de convivencia, de relacionarnos, de reconstruir la vida cultural y social del municipio. Es el momento de volver a la comunidad, no olvidemos el poder que hay en trabajar unidos en y por la comunidad.
Así que dejemos de lamentar los privilegios que hemos perdido y empecemos a pensar y construir nuevas y mejores formas de relacionarnos más allá de colores y sesgos etarios o políticos usados por los adultos. Es el momento de la colectividad, es el momento para que las juventudes emerjan solidarias con la bandera de la esperanza para volver a reconstruirnos para tejer redes y no volver a ser lo que éramos antes.
Porque a partir de hoy, todos somos diferentes, todos somos testigos del surgimiento de un nuevo mundo, donde cada comunidad tiene la oportunidad de reconfigurar su entorno y decidir si volverán a sus vidas de antes, o aceptarán el reto de construir un mundo nuevo, más humano y solidario, pero sobre todo en comunidad.
Ánimos juventudes, usemos la energía reprimida y la tecnología para reconstruir el tejido social de nuestras comunidades, llego el momento de soñar el nuevo mundo, salgamos con valor y estoicismo, pongámonos la mascarilla de la esperanza y con la distancia debida, empujemos nuestras comunidades en solidaridad y empatia hacia el mañana.
1 comentario en “¿Dónde están las juventudes en medio de esta pandemia de Covid-19?”
Buen articulo, es cierto donde estan los jovenes de Suchitoto, parece que se han quedado muy callados y quietos. creo que como ya se acerca el fin de la cuarenta es bueno que se busquen maneras de como van a volver a salir y que la alcaldia haga o proponga algo con ellos. Hay varias iniciativas que estan llevando ayuda alimentaria con camiseta de partidos o de empresas no importa lo importante es ayudar a los necesitados y que la ayuda no la condicionen a q si son o no afines. los jovenes deben despertar y actuar ya