Estamos en medio de una emergencia sanitaria a nivel global, la mayoría de los países del mundo se ha visto afectado por este nuevo virus. El Covid – 19 ha hecho que nuestra cotidianidad haya tomado un rumbo inesperado y de forma casi abrupta, la vida social se ha visto disminuida. Las escuelas han cerrado, muchas personas no asisten a sus lugares de trabajo, algunos tienen el privilegio de recibir un salario mientras aguardan en sus casas y otros pueden trabajar desde ellas.
Mientras la espera se vuelva ansiosa y larga, se recomienda hacer uso del arte y la música para hacer de esta espera algo más llevadera. Sin embargo, -pensando en este tema- mientras se llama a dibujar, pintar, escribir, hacer una rutina de ejercicio, bailar, cantar o escuchar nuestra música favorita, paradójicamente todos los espacios culturales están cerrados y estos trabajadores del arte y la cultura son los que de alguna manera se han visto vulnerables y afectados frente a esta situación.
El artista que sobrevive de su arte, de la enseñanza, los eventos sociales, ahora ha visto reducido su empleo, porque los espacios de formación están cerrados y no se pueden hacer eventos artísticos debido a la prohibición de reuniones y aglomeraciones de personas. De este modo el sector de artistas que realizan talleres y llevan alegría, aprendizaje, diversión y entretenimiento a una comunidad, se ha visto en la dificultad de no poder hacer su trabajo y con ello llevar el sustento a su familia.
Así que toda esta comunidad de artistas que no cuentan con seguro social, ni un salario fijo ahora viven una situación muy triste y complicada, porque probablemente después de varias semanas de cuarentena se estén acabando las últimas reservas de sus ahorros, porque su medio de trabajo está prácticamente paralizado.
¿Qué esperanza hay para ese artista que no recibe un salario fijo y tampoco recibe ayuda de ninguna institución pública, ni privada? En estos días vemos la importancia de las artes como uso terapéutico para manejar provechosamente los tiempos y la crisis ¿Nos estamos dando cuenta de la importancia del arte en nuestras vidas? ¿Somos capaces de reconocer cómo estas tienen un enorme valor para ocupar el tiempo y gestionar nuestras emociones en la crisis?
Pero, se ha preguntado si ¿Alguno tendrá la solvencia económica para dejar de trabajar durante más de un mes? ¿Será que estos artistas reciben algún tipo de ayuda? ¿Quién se está preocupando por ellos y ellas?
Para saber cómo están haciendo para sobrellevar estos días, tenemos la opinión de dos artistas locales que llevan algunos años de trayectoria artística, dentro y fuera del municipio, para que nos cuenten como ellos están enfrentando estos días emergencia y cuarentena sin poder desarrollar talleres ni generar presentaciones artísticas en un escenario.
Osiris Flores es un cantautor e instructor de talleres de música muy conocido en el municipio, quien se sostiene de estas actividades que desarrolla.
Osiris ¿Cuándo fue la última presentación que hizo antes de toda esta situación?
La última presentación que hice fue el miércoles 11 de marzo en un recital de poesía en los “Tacos de Paco” y unos días antes en la Escuelita de la comunidad Celina Ramos, éstas fueron las últimas 2 presentaciones.
¿Tienen la solvencia económica para sobrevivir el tiempo que resta del confinamiento?
Definitivamente no tengo la solvencia económica, en mi caso dependo de los ingresos que obtengo de los conciertos y estoy hablando de que la gente no los pagan tomando en cuenta el arte bien valorado; como vivimos en una cultura de subsistencia uno gana poco y a veces se va a las exigencias del mercado y sobre todo el tipo de música que interpreto que son con un trasfondo filosófico y hasta educativo; por esas razones, en definitiva no tengo para subsistir lo que resta de la cuarentena y ahorita me encuentro en una situación complicada.
¿Han recibido algún tipo de ayuda para sobrellevar esta cuarentena?
En mi caso no he recibido ningún tipo de ayuda, solamente un amigo que me trajo una canasta, muy básica y agradezco el esfuerzo particular. El Ministerio de Cultura ha prometido una canasta básica, porque no salí beneficiario de los $300.00 que dio como bono la Presidencia de la República. Ahora en las redes sociales circula una información de que se va a dar una canasta básica a los artistas, pero eso es algo que no se sabe si se llevará a cabo, pues mientras el tiempo pasa, se toman medidas y medidas, frente a las situaciones que se van presentando y honestamente hay incertidumbre en cuanto a los que nos dedicamos al arte de la música.
¿En qué otros aspectos le ha afectado la situación de la prohibición de aglomeraciones y eventos sociales?
Cuando uno depende de los conciertos y debido a la emergencia, éstos no se pueden realizar; además de que imparto clases de música en Centro Arte para la Paz y he estado sustituyendo las clases presenciales por clases on-line y aunque surte cierto efecto, nunca es lo mismo como que uno esté frente a frente con los alumnos. Por otra parte, si uno va a un bar, pues es la gente, es el público, la aglomeración, ese es el sustento; es decir, nuestro trabajo y en mi caso particular, siendo solista, el andamiaje son los asistentes, es la gente que compensa, aunque me caracterizo por ser una persona solitaria, no pudiera sobrevivir de cantar monólogos para mí, está difícil la situación, y si esta perspectiva no cambia, verdaderamente es algo misterioso e incierto lo que viene, eso es por un lado. Psicológicamente, uno también se siente afectado, desanimado; a veces agarro la guitarra, un par de “Tum blim blis” la vuelvo a poner y dar vueltas por aquí, es un confinamiento total, pienso que se deberían de adoptar medidas que nos mantuvieran en una situación diferente, porque de alguna manera nosotros somos sanadores.
¿Qué puede hacer una sociedad si no tiene figuras, formas, si no tiene escultura, no tiene fotografía? Una sociedad sin canciones, sin obras de teatro, sin libros, sería un aburrimiento total, sería una locura y desde esa perspectiva se tendría que pensar lo que realmente se puede hacer y a eso agregarle que estamos encerrados. Nos está afectando grandemente; debiésemos tener una asistencia psicológica, porque esto ha sido como una ruptura de las cosas, un punto y aparte para nosotros.
Ojalá y tuviésemos el pequeño cuarteto y pequeños dúos ejecutando música en algún lugar con las herramientas adecuadas, creando música en directo para la gente que está confinada, la gente que está en cuarentena, porque en mi caso no cuento con una computadora para poder hacer eso.
Ojalá que el arte sirviera para llevar alivio a esas personas, lo que quisiera es buscar la manera de aplacar la situación porque estamos ya al borde de la locura y sin sonar alarmista, los artistas por lo general somos inquietos, siempre nos estamos moviendo, hacia algo, por algo, desde algo y necesitamos generar vida, somos movimiento, un proceso dinámico.
Un confinamiento sin música, sin libros, sin pintura; ¿que tipo de cuarentena es esa que no tenga el apoyo del arte? Por mi parte, hago un llamado al Gobierno, a que las instituciones dinamicen, los artistas también podemos colaborar y a la vez necesitamos que nos retribuyan, pues somos informales, en mi caso no tengo ni seguro social y este es el clamor, esta es la ayuda que estoy pidiendo para nosotros.
Decirles a todos que hay que hacerle frente a esto, estar en cuarentena es una forma más de luchar por la vida, a veces uno extraña mirar a los ojos de alguien, sentir esa empatía, tocar a alguien. Decirles nada más que hay que tener paciencia, primero Dios pronto vamos a salir de esta todos.
Esta es la apreciación de un músico local que vive de su arte y de hacer conciertos, que vive de dar clases, del contacto físico, que toda su vida la ha dedicado a los escenarios, y hoy están silenciados. Osiris Flores igual que muchos otros artistas y creadores del municipio están pasando momentos muy difíciles, olvidados quizá por aquellas entidades que les invitaban a alegrar sus eventos. Pero también nos están diciendo que están allí dispuestos a participar y aportar para sobrellevar la crisis a través de lo que mejor que saben hacer con su arte. Recuerde en medio de toda crisis y emergencia la música siempre estará allí para acompañarnos en todo momento, ¿estaremos nosotros para acompañar a sus creadores?.
Por Getsemani Villalobos
Getsemaní Villalobos soy arquitecta, tallerista y músico. Me atrae el arte y las historias de gente sencilla. Soy de Suchitoto y quiero dejar mi impronta en este espacio.
1 comentario en “El artista frente al confinamiento social en Suchitoto”
Seria bueno que asi como buscan a los artistas para que acompañen en sus fiestas, festivales y celebraciones también hoy que ellos necesitan les pudieran tender la mano. Pero también seria bueno que los artistas fueran mas unidos y se pudieran apoyar entre si. La alcaldía debería de hacer algo por estos artistas y artesanos que hoy están parados. Tengan fe que dios no abandona y esto va pasar.