Tania Parducci coordinadora del Museo La Memoria Vive habla sobre la nueva exposición y los retos de trabajar en colectividad en Suchitoto.

Segunda parte de la entrevista con Tania Parducci. Un acercamiento para conocer la situación actual del Museo La Memoria Vive del Centro Arte para la Paz y su relación con las juventudes y la comunidad. La metodología de trabajo y los preparativos para la producción de la nueva y octava exposición del Museo sobre medio ambiente y alimentación.  Ademas, Parducci habla sobre los grandes retos y desafíos que ha encontrado para poder trabajar y avanzar en colectividad en Suchitoto.

El Museo la Memoria Vive y la Comunidad

¿Una de las características del Museo ha sido la participación de la comunidad, ¿Cómo han hecho para hacer que participe de estas exposiciones?

Se que antes existía un grupo de jóvenes que se formaron como voluntarios para el museo y estuvieron trabajando mucho en las exposiciones anteriores; supongo que estos son procesos en los que estas personas van buscando sus propios caminos. Entonces cuando yo llegué, no había un grupo que dijeran que son los voluntarios para trabajar en el museo.

Así que esa parte no la he vivido, lo que se hizo fue buscar colaboradores dentro de las personas que estaban laborando dentro del CAP, para hacer las maquetas, los murales y al final las entrevistas que se hicieron para la exposición actual, eran conocedoras en la materia.

¿Se ha logrado mantener el interés y participación de las juventudes en el Museo?

Desde mi experiencia, estaba bastante desactivada la juventud, por eso creo que se necesita y esa es mi apuesta para esta próxima exposición, generar espacios donde la exposición siga creciendo. Estando la exposición montada se pueden hacer actividades artísticas o charlas, visionado de películas, con debates de formas más divertidas y lúdicas y con esto también se puede generar material que se pueda ir incorporando a la exposición y situaciones de este tipo son las se van aumentando.

Mi apuesta con esta exposición es, después de montada, buscar este tipo de actividades, que cuando nos visiten grupos grandes, hacer quizá una representación con títeres que hablen sobre el medio ambiente, una actividad de dibujo o cualquier otra actividad similar. Hay muchísimas posibilidades en un museo y yo creo que eso es lo que hace que en un museo los jóvenes se interesen en visitarlo o por lo menos puedan retener algo del contenido visto. Ofrecer otra forma de entender lo que estás leyendo o viendo y con otro tipo de experiencia hay más posibilidad de recordar mejor.

¿Tienen algunas estimaciones o estadísticas de cuantas personas visitan anualmente al Museo?

No recuerdo el dato, es algo que sabe manejar don Nico (Nicolás Cerón).

¿Cuál es el público que más visita el Museo?

Para esta última exposición han venido muchísimos jóvenes estudiantes, más que todo tercer ciclo, también vienen universitarios, delegaciones de diferentes áreas, pero sobre todo muchos estudiantes.

La exposición actual de CIUDADES lleva casi 3 años, ¿Cuándo planean cambiarse y Cuál será la siguiente exposición en el Museo?

Esta exposición que ya está encaminada, se puso sobre la mesa hace 2 años. Lo que pasa es que hay muchas cosas que hacer en el Centro, cuando se va trabajando y no hay mucho recurso humano, hay que ir priorizando las actividades. entonces esto hace que sea más difícil poder avanzar, las manos se necesitan para otras actividades. Entonces se ha ido un poco lento y también porque necesitaba que este tema fuera un poco más riguroso.

Es decir, me parece que es un tema muy delicado, porque trae mucha controversia en relación a como se plantean las cosas. Entonces no es como encontrar un libro de historia o una investigación donde hay un bagaje donde se pueda decir, voy, consulto, investigo y ya tengo toda la información que necesito.  En esta exposición hay mucha investigación, hay muchos documentos, hay más investigación, mucha información y precisamente porque hay tanta, cuesta más procesarla porque además es un tema que está ahora mismo en debate.

Nueva exposición sobre medio ambiente y alimentación

¿Puede explicarnos entonces de que tratará la siguiente exposición?

La exposición es compleja, pero creo que es sencilla de entender. Es compleja porque es un tema grande, es el Medio Ambiente. En un principio nació como pensando en alimentación; para mi hubo una cosa muy importante aquí; he sido cocinera, entonces tomo el tema de la alimentación como algo muy presente en mi vida.  Para mi es parte de la identidad, la salud, la economía de un pueblo. La alimentación no es solo el acto de comer, si no que suceden un montón de cosas alrededor de la alimentación.

Una de las cosas que me llamó mucho la atención al volver a El Salvador, es ver lo mal que se está alimentando la gente. Se han perdido muchas formas de cocinar tradicional y se han sustituido por productos que antes no se usaban porque no era necesario, estoy hablando de una marca en específico de “cubitos sazonadores” entonces yo no sé en qué momento la base de la cocina de El Salvador son esos cubitos y yo me pregunto: ¿Qué tradición es esa?

Cuando empecé a ver, qué cosas de esas iban cambiando, entonces pensé ¿Qué es lo que se ha perdido? y que además está influyendo mucho en las enfermedades; cuando nosotros tenemos especias propias y naturales como el “relajo” Entonces ¿por qué hemos cambiado todo eso y no nos hemos dado cuenta cómo y cuándo nos han introducido todo esto?

Yo siento que se está perdiendo la forma de cocinar tradicional y se ve con buenos ojo lo que viene de fuera, sobre todo de Estados Unidos. Creo que esto ha influido mal en nuestra forma de comer y de entender la comida y a partir de esa reflexión, empecé a pensar en cómo la alimentación, más allá del acto de comer, también influye en cosas que ahora están sobre la mesa, como es el medio ambiente.

O sea que la alimentación es un factor muy importante en el cambio climático y eso no lo podemos dejar de lado la forma de consumir, porque se consume un montón de cosas y la alimentación es una forma básica para la subsistencia que no podemos dejar de hacer. Se ha convertido en una industria que está moviendo y generando comida y alimento en unas maneras, que en vez de estar en armonía con la naturaleza lo que está haciendo es destrozándola por completo.

Para mi es algo bien absurdo, cómo algo tan básico como alimentarse, se ha convertido en algo que está dañando demasiado el medio ambiente y estoy hablando de granjas de cerdos, de ganado a gran escala, los monocultivos están haciendo mucho daño, es como decir, el negocio de la comida ¿A qué nos está llevando? Lo estamos destruyendo todo.

La exposición surge un poco de esa pregunta, de qué forma está influyendo este acto tan cotidiano y necesario en todo nuestro entorno. Estará dividida en dos partes, una que es una hojeada rápida al medio ambiente, agua, aire, fuego y tierra y en la segunda sala está más enfocada en la alimentación, una línea de tiempo donde se pueda ver los cambios de nuestros alimentos en la historia, como ha ido variando, su forma de producir y a qué nos ha llevado todo eso.

¿Cómo puede participar la comunidad en la producción de esta nueva exposición?

Además de colaborar viniendo a ver la exposición, lo que se ha estado pidiendo son fotografías sobre medio ambiente, de la naturaleza, de espacios contaminados, es lo que hemos pedido.

Y ya en el momento del montaje, solicitar manos que quieran colaborar.

Hacer convocatorias, quizá a la misma gente que está trabajando en los talleres, porque además van a haber cosas que se necesitan pintar, construir y mi idea es pedirle a la gente que colabora en el Centro para que nos vengan a apoyar.  Si se logra el objetivo de ir involucrando a la gente, al final vamos a tener involucrada a toda la comunidad; porque la idea también es esa, que no solo la vengan a ver.

¿Para cuándo podemos esperar la apertura de esta nueva exhibición?

Ahorita estoy en un momento en que la primera sala ya está diseñada y en la imprenta, y como mi trabajo es en conjunto con la otra persona que está llevando la investigación, entonces vamos intentando llevar los tiempos; porque el tema es bastante extenso y muy complicado.  Y lo último que quiero es que parezca un panfleto, o una orden.

Entonces es un poco complejo, y además que yo creo que nadie aprende con prohibiciones, lo que aprendemos es desde la comprensión y empatía con el resto o la toma de conciencia de que significa cada cosa que hago; si no soy consciente de donde viene el agua y porque ahora tenemos sequía, de que eso va más allá de la gestión, nunca la vamos a cuidar.

Lo que no podemos es decir que la culpa la tiene la otra persona, cuando no tenemos idea de dónde sale el agua; entonces, si yo no tengo conciencia de eso como de otras cosas, por mucho que se prohíba usar el plástico y al final no entendemos por qué.

Puede decirnos ¿Qué han hecho con las producciones de materiales de exposiciones pasadas? Nos referimos a los banners que se han diseñado y podrían servir como exposiciones para compartir en las escuelas.

De las exposiciones anteriores hay material que está en digital, pero el material se ha seguido usando, se ha reciclado, los hemos usado para hacer cosas plásticas y nos ha venido muy bien. Por lo cual no hay material guardado y en lugar de tirarlo, hemos decidido reciclarlo. Sin embargo, recurso digital si está y la exposición que está actualmente se ha decidido dejarla y utilizarlo como un portafolio y que se pueda usar ambulantemente».

En esta misma línea ¿existe acceso a investigadores locales o nacionales a los archivos de audiovisuales y en general que tiene el Museo?

Si se puede solicitar, porque el material digital está, quizá lo que sucede es que no hay demasiada publicidad en relación al tema. La idea es generar una especie de videoteca en un futuro próximo, porque material audiovisual hay y es bastante.

También es un material que se usa cuando se va a las comunidades, como el museo móvil, porque hay personas que piden un video en específico. En la página web están las temáticas de todas las exposiciones, entonces si una persona está interesada en algo del tema, puede preguntar si se cuenta con el tema que le interesa y se puede revisar en los archivos si está.

¿Cuáles diría son los principales retos y desafíos del Museo la Memoria Vive?

El reto es lograr hacer un material con poco recurso y en poco tiempo. Intentar aterrizar las cosas y tomarme el tiempo necesario, con calma y decir que va a salir cuando tenga que salir, porque no se puede solo correr si el resultado final no es muy bueno y aunque no sé lo que va a pasar con esta exposición, pero si le he puesto mi piel y mi alma.

Sobre el trabajo en colectividad en Suchitoto

¿Existe alguna relación con los otros museos locales del municipio, o cada quien trabaja por separado y no tienen ningún acercamiento entre sí?

Desde que yo llegué nunca he trabajado en colaboración con ningún otro museo; yo creo que existe poca colaboración a nivel de Suchitoto, siento que hay proyectos muy valiosos y bonitos y no se por qué razón cuesta tanto hacer alianzas. No se si tiene que ver con no saber trabajar en colectivo, o no sabemos que la colectividad va más allá del protagonismo individual.

Creo que hace falta hacer un ejercicio bien grande de qué es lo que significa trabajar en colectivo y para quién hago ese trabajo, si realmente lo hago para generar un cambio o algo que ayude a una comunidad o lo hago porque quiero protagonismo.

Es algo que yo siempre he tenido esa sensación y creo que no pasa solo en Suchitoto, además El Salvador es algo complicado por eso, porque hay mucha individualidad, mucho miedo de perder lo poco que se tiene, parece que lo poquito que se logra lo tienes que defender como sea, aún pasando por encima de otros y siento esa sensación de que cuesta mucho trabajo hacer algo en colectivo.

Parece que hay mucho egoísmo; incluso con este tema de las fotos para la siguiente exposición, me ha sorprendido, porque yo llamé a dos lugares, al Museo de Historia Natural donde tienen buenísimas colecciones de todo y llamé al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, por lo tanto es una información que debería estar a la mano de toda la gente porque es público. Entonces cómo puede ser que aún pidiendo, la estén limitando tanto. Los del MUHNES, la señora me dijo que sí pero los fotógrafos que eran parte de esa red dijeron que no, a excepción de dos que nos dijeron que sí; es una cuestión colectiva, ¿que creen que pierden ellos?

Es algo que yo no logro entender, cuál es el egoísmo con este tipo de cosas que son de la comunidad. Después con el MARN, me han dado un par de fotos, que no es suficiente y ya me cansé pedir y pedir más material fotográfico, cuando yo creo que tendría que ser absolutamente público. Tendría que haber una biblioteca con todo ese material para que yo pueda acceder, bajar y sacar todas esas fotos porque es un ministerio público.

Yo no tendría que estar rogando para que me den el material; tanto así que he decidido cortar algunos contenidos a falta de material gráfico. Aún a pesar de eso hay quienes nos ha colaborado en el Centro, porque siempre hay quienes le apuestan por este tipo de cosas.

¿Algo más que deseen agregar, sobre este tema?

A mí me sorprende muchísimo, que siendo el medio ambiente un tema que está en agenda mundial, aquí parece que no pasa nada, que en lugares tan pequeños como Suchitoto, sería tan fácil hacer cosas en colectivo, porque no es necesario ir a cambiar el mundo. Lo que necesitamos es que en pequeños espacios como el nuestro se puedan ir haciendo esos cambios y creo que Suchitoto tiene todas las posibilidades de hacerlo. Pero siento que hay una desidia y una apatía por querer solucionar las cosas, como si por sí solas se fueran a resolver, pensar que no es tan grave que corten los árboles; parece que nada es tan grave y queremos reaccionar hasta que tenemos las consecuencias encima.

Yo creo que si hubiera más cohesión social o menos sospechas de los demás, creo que se necesita pensar más, que somos más allá de un partido político, más allá de un color y más allá del yo individual.

Pensando ya en la exposición, a mí me preocupa mucho el tema, porque cuando se empieza a investigar y a informarte mucho sobre el medio ambiente, no se entiende porqué no hay más gente que esté posicionada con el tema y decir: “Pongámonos las pilas”, porque es grave, ya cuando te informas más, y dices que si es serio y fuerte lo que está pasando.

Lo último que quisiera decir es que ojalá este granito de arena, como es la exposición, a la que le he puesto toda mi alma, todas mis ganas de generar al menos una pregunta; yo espero que este sea un pequeño paso, o por lo menos que quede abierta alguna incógnita para empezar a cuestionarnos acerca de nuestro futuro en la tierra.

Por: Getsemaní Villalobos

Fotos: Centro Arte para la Paz.

Getsemaní Villalobos soy arquitecta, tallerista y músico. Me atrae el arte y las historias de gente sencilla. Soy de Suchitoto y quiero dejar mi impronta por aquí.