Tradicionalmente en Suchitoto al igual que en todo El Salvador, el 2 de noviembre de cada año se conmemora el día de los difuntos o los muertos. Una tradición que reúne a familiares y amigos en el cementerio municipal para enflorar a los restos de sus seres queridos que descansan en este lugar. Con hermosas ofrendas florales, bañadas de diversidad de colores, las personas llegan hasta el cementerio para adornar las cruces, lápidas o tumbas de sus familiares. Y para pintarlas o “tumbiarlas” buscan a los expertos de esa ocupación,» los tumbiadores».
“Tumbiadores” es un terminó que se les ha otorgado por azadonear la tierra hasta levantarla y hacer la figura de una tumba, donde se encuentran enterrado los restos de los difuntos, pero también se les llama pintores por bañar de colores llamativos las cruces y lápidas.
En esta actividad participan niños, jóvenes, hombres y mujeres que, con su azadón en el hombro, su bote de pintura y su botella de agua llegan desde las cinco de la mañana a esperar clientes para poderse ganar sus monedas. Una actividad que la realizan desde varios años atrás.
Elena López es una de las pocas mujeres que integra este grupo de expertos en la pintada y la azadoneada. Asiste cada 2 de noviembre al cementerio para ganar un poco de dinero. Las ganas y la necesidad de obtener un ingreso para su bolsillo, la motivó a realizar este trabajo, que hoy la convierte en una experta de la brocha. Ella junto a otras mujeres pinta y hace letras a cruces y lápidas por $1.50 de dólar o $2.50, dependiendo de qué tan grande sea la lápida.
Por esa razón, dicen que la mejor forma para encontrar a los clientes es llegar desde las cinco de la mañana, pues aseguran que las primeras horas son las más efectivas, ya que las personas buscan algo rápido y de buena calidad, es decir una pintada que no se corra y no se lave con la lluvia.
Por otra parte, los hombres se dedican a las más grandes, obteniendo más dinero por lo difícil y el tiempo que conlleva lavarlas, limpiarlas, pintarlas y hacer las letras. «Aquí descansan los restos de…» son las palabras que escribe Juan Vázquez en una cruz azul, luego de haberla pintado para un grupo de cinco familiares que habían llegado desde San Salvador a visitar la tumba de su abuelo, quien murió hace 15 años. Ellos aseguran que hallar a personas que realicen este trabajo es gratificante, pues es un oficio que no todos pueden o quieren hacer.
Es por esa razón, que la disposición y la amabilidad de estos expertos es demandada por los clientes que frecuentan el campo santo 1 y 2 de noviembre de cada año. Unos ya son clientes fijos y otros buscan sus servicios por primera vez, a una actividad que deja un poco de dinero a todo aquel que busca un trabajo eventual.
Asimismo, esta no es solo una oportunidad de ingresos para aquellos que pintan , también lo es para aquellas comerciantes que por meses se dedican a la creación de coronas adornadas con flores artesanales, artificiales o naturales para luego venderlas a las afueras del cementerio a precios accesibles para todo aquel que busca un arreglo floral cómodo y llamativo.
1 comentario en “El día de los difuntos: una oportunidad de ingresos para «los tumbiadores»”
Adelante sobrino enla narracion periodistica.veo q has avanzado mucho te felicito x tu entrega y pasion con q lo describes.sebe q amas loq haces y esa esla clave para el progreso.eres un orgullo dela famila.y un modelo a Seguir para muchos jovenes de my lindo suchitoto.no sabes cuanto extraño my pueblito