En nuestras semana dedicada a las juventudes, hoy compartimos una entrevista con Getsemani Villalobos, una joven suchitotense que a cursado la carrera de arquitectura, pero a sido en la música donde ha ido encontrado un nuevo camino y significado a sus metas y proyectos personales y colectivos.
En esta oportunidad conversamos con ella sobre su participación junto a Edenilson Rivas (DaBú) en «Soy Música» un programa desarrollado por el Gobierno de El Salvador y el Fondo de las Nacionales Unidas para la Infancia (UNICEF) para impulsar la música como una herramienta para resolver conflictos y contribuir a la prevención de violencia, promoviendo la inclusión y convivencia social en el país. Además Getsemani nos deja saber sus comentarios sobre el son y ritmo de la vida cultural del municipio visto desde la participación de las juventudes.
“Soy Música, soy un ente de cambio”: Getsemani Villalobos
¿Puedes contarnos de que trata el programa Soy Música?
“Soy Música” es un proyecto impulsado por el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) en convenio con UNICEF El Salvador, quienes invitaron a los Músicos Sin Fronteras (Musicians without Borders – MwB) para que aplicaran la Metodología que ellos utilizan en sus entrenamientos en Holanda; con el objetivo de establecer vínculos afectivos, respeto y sobre todo empatía entre los participantes, en un ambiente seguro y equitativo, usando lenguaje no verbal y no violento para establecer las conexiones entre facilitadores y participantes. Todo esto en el marco de prevención de la violencia que está afectando a los jóvenes y niños de las comunidades y colonias de El Salvador.
¿Cómo llegan a participar tú y DaBú de esta iniciativa?
En mi caso fue por parte del Centro Arte para la Paz, que fue una de las Instituciones No Gubernamentales (ONG) invitada a participar en el proyecto piloto, y fui tomada en cuenta por parte de su directora Peggy para incorporarme al proyecto, representando al CAP.
¿Cuántos jóvenes en total han participado y de que lugares son?
Entre las Instituciones Públicas, Privadas y ONG’s que fueron invitadas a participar de este proyecto, se escogieron los participantes que iban a representar a cada una de las instituciones. Entre los participantes hay jóvenes desde los 25 años en adelante hasta adultos de más de 50 años de edad. Los Departamentos de donde se invitaron a las Instituciones son: San Salvador, Cuscatlán, Chalatenango, Santa Ana, San Miguel, Usulután y Morazán.
Al inicio del Proyecto éramos 37 participantes de los departamentos antes mencionados, con quienes hemos convivido durante los dos años de capacitación.
¿En qué ha consistido las capacitaciones y ser parte de esta iniciativa?
Los dos años de capacitación se han dividido en 8 semanas de entrenamiento completo, tiempo en el que no solamente compartíamos la alegría de la música, sino que además, muchas cosas en común, nuestros gustos y preferencias, nuestras proyecciones y sueños; además de participar en cada una de las sesiones (4 por día) que se realizaron, en las que se han abordado diferentes temáticas, desde la seguridad individual y grupal, hasta desarrollar un liderazgo musical comunitario, con el fin de trasladar y compartir los conocimientos y capacidades adquiridas a las comunidades que se han priorizado como de alto índice de violencia. Ser parte de este proyecto me coloca en una posición de ser un ente de cambio, no solamente en una comunidad afectada o en lugares donde se han beneficiado con el proyecto; si no también, en mi lugar residencia, trabajo y estudio, donde quiera que me movilice o con las personas con quienes convivo diariamente.
¿Cuál es el objetivo del programa Soy Música?
Este proyecto busca varios objetivos, uno de ellos es:
– Generar cohesión y empatía en una comunidad o grupo de personas, a través de diferentes actividades implementadas en talleres cortos que se facilitan a grupos de niños, jóvenes, adultos y a los docentes.
– El uso de un lenguaje No Verbal y No Violento como herramienta eficaz para lograr atención y concentración en los participantes.
– La utilización de la música como una herramienta poderosa para activar a los participantes, con la cual se estimula el cerebro, la voz y las diferentes partes del cuerpo con actividades musicales, sin necesidad de usar un instrumento, pues el instrumento más importante es nuestro cuerpo y del cual todos disponemos.
– El proyecto busca crear seguridad, inclusión e igualdad entre diferentes grupos, sectores y personas a través de la música, generando un espacio de confianza, respeto y libre de juicios, experimentando un ambiente armónico y agradable y propiciando la búsqueda de una calidad de convivencia estable.
– Se busca generar empatía entre todos los participantes, reduciendo las diferencias y aceptándonos a nosotros mismos y a los demás tal y como son, a fin de reducir el nivel de violencia y agresividad de los niños y jóvenes, y sobre todo crear un espacio donde se sientan aceptados y con libertad de expresarse para alejarlos de los grupos de violencia.
¿Qué ha significado para ti participar de este programa?
Este proyecto ha dignificado muchas cosas. En primer lugar ha generado un cambio significativo en mi vida, la forma de enfrentar los problemas y conflictos que se han presentado desde otra perspectiva; una forma pacífica y más conciliadora de llegar a un acuerdo con otra persona o grupo; una visión más ligera y con menos prejuicios de ver la vida. Por otro lado, la posibilidad de ser parte de un grupo de personas, con la tarea y responsabilidad de llevar este modo diferente de ver la vida y el proyecto como tal a todos los departamentos del país, para que se comiencen a generar cambios significativos, no solo en la niñez, sino también en los adultos que tienen a su cargo la educación de los niños y adolescentes y se mejore el trato hacia ellos. Porque una niñez estable y sin violencia serán ciudadanos honrados y respetuosos.
¿Cómo crees que la música puede ayudar a mejorar la convivencia social?
La música es una de las maravillas con las que puede tener contacto directo el ser humano y que muy poco se ha explotado en nuestro medio, al punto de excluir la educación musical en las escuelas como disciplina y llegar a privarle la oportunidad de conocer, explorar y ejecutar un instrumento musical a todos los estudiantes. La música tiene el poder de conectar las dos partes del cerebro: razón y creatividad, ayuda a establecer conexiones entre las neuronas del cerebro, además de potenciar y estimular la memoria y concentración, mejora las relaciones personales y el sentido de la responsabilidad. Con la música se puede generar un ambiente seguro y libre de prejuicios para el individuo, si se sabe utilizar de la forma correcta. Con la música se genera empatía, sana convivencia, se eleva la autoestima, se pueden liberar tensiones y elevar las emociones, facilita la expresión y hace que sea más fácil la comunicación entre las personas. Una sesión o una actividad musical se pueden traducir como el gimnasio para la mente, el cuerpo y el espíritu.
¿En el marco del programa, qué otras actividades se harán en Suchitoto?
He realizado réplicas en dos escuelas del casco urbano con niños, una serie de talleres con docentes y talleristas del Centro Arte para la Paz y talleres con docentes y niños en la escuela de la Comunidad Milingo.
Lamentablemente no he recibido el apoyo de toda la Comunidad Educativa, ni de autoridades de la municipalidad como para poder desarrollar y ejecutar este proyecto con las escuelas del Municipio, el proyecto ha sido poco valorado y no se observa ninguna muestra de interés por querer conocer de qué trata el proyecto “Soy Música” ni mucho menos evaluar los beneficios que éste traerá si se implementara en cada una de las escuelas. Pienso que no han tomado en cuenta el beneficio de este proyecto por proceder de dos jóvenes como Dabú y mi persona, que a simple vista no tenemos nada que ver con la educación en el país y la comunidad, pero realmente hemos adquirido toda la capacidad y las herramientas de liderazgo para llevar a cabo la implementación de un proyecto como éste.
Por ahora iniciaré el tercer año de capacitación de “Soy Música” y de forma paralela estoy trabajando con docentes del departamento de Cuscatlán y Cabañas, como parte del Plan Piloto que el MINEDUCYT está impulsando con el apoyo de Unicef y los Músicos sin fronteras para llevar esta metodología a nivel nacional.
¿Cómo ha transformado la música tu vida?
Ha sido un cambio progresivo y radical, la música le ha dado un giro de 180 grados a mi vida; me ha ayudado a reforzar la seguridad y confianza, he aumentado mi autoestima, me ha ayudado a fortalecer relaciones personales y sociales, a sanar y superar una etapa complicada de mi infancia, a ver la vida desde otra perspectiva, a valorar y apreciar los buenos momentos y a procesar y asimilar otros que me han marcado y han expuesto mi estabilidad emocional.
He experimentado la desintegración familiar, y eso para los adultos se ha vuelto algo “normal”, y crecí con compañeras que han sido criadas por madres solteras, sumado a esto he percibido como los adultos menosprecian y desvalorizan los sentimientos y emociones que los niños y jóvenes hemos sentido; cómo las personas discriminan y señalan a los niños por carecer de una “posición” social y económica; el trato poco digno que se le da a un niño por venir de X familia o tal lugar; y dentro de todo esto, he vivido una infancia “normal”, es un patrón que se repite, sin darle la atención necesaria, por eso es que se tiene una sociedad tan violenta, porque los niños crecen en medio de ella; violentando el hecho de ser y sentir como un niño.
La música ha sido capaz de transformar todo eso en una nueva oportunidad, para redescubrir mis fortalezas y mis capacidades, conocer mi talento y a lo que quiero dedicar mi vida, ahora mis objetivos son claros y sé lo que tengo que hacer para conseguirlos. Y como algo extra, la oportunidad de poder llevar esta herramienta maravillosa, como es la música, para ayudar a las demás personas a superar sus problemas.
¿Cuál es la coincidencia entre ustedes 2: Dabú y tú?
Indiscutiblemente, la música. El proyecto “Soy Música”, el entusiasmo, la emoción y la pasión por la música. Ser Suchitotenses, experimentar la misma situación de inseguridad y discriminación social y el interés por la niñez y juventud.
La ilusión de ver un cambio en la forma de vivir y explorar la música, la esperanza de observar un trato justo y equitativo hacia todas las personas, sin importar edad, situación económica, política, creencias, etc.
El “son” de la música en Suchitoto
¿En Suchitoto existen varias iniciativas musicales, qué grupos o solistas existen entre las juventudes?
Sí existen iniciativas musicales en Suchitoto, contadas, pero hay, y además muy poco se valoran. Existen un par de dúos y solistas entre los músicos Suchitotenses, pero muy poco se conocen o se escuchan. Puedo decir que tengo conocimiento de algunos, pero no de todos. También he visto y he sido parte de grupos musicales que se forman en el municipio, pero que no han logrado concretarse o no han evolucionado como para lanzarse fuera del municipio y los que lo han logrado, lo han hecho por su propio esfuerzo.
¿Existe alguna comunicación o intercambio de experiencias entre los grupos locales juveniles?
Si existe comunicación entre los grupos y músicos locales, pero no hay un intercambio de experiencias entre los mismos. No existe un lugar exclusivo como una asociación o grupo de músicos locales donde se pueda reunir para aportar ideas, compartir experiencias y plantear estrategias para exigir derechos y un trato digno.
En Suchitoto se carece de un espacio donde los locales, nacionales y extranjeros puedan decir “vamos a X lugar, donde se hacen presentaciones artísticas”. Hay artistas, pero hace falta el escenario.
¿Hay alguna coincidencia entre lo que los grupos musicales tocan y lo que las juventudes escuchan?
La coincidencia que he observado es el gusto por ver y escuchar música en vivo, aunque en algunas ocasiones no es del agrado de los jóvenes o de los adultos mayores. Lo que creo es que no existe una educación musical y un aprecio por el artista local; a la mayoría de jóvenes les gusta escuchar un tipo de música, que además de ser poco educativa, es denigrante y ofensiva. Los adultos son más de música contemporánea y tradicional y muchas veces un artista no llena todas las expectativas y los pocos músicos que hay reciben poco respaldo de la sociedad.
¿Hay libertad en los talleres de arte y grupos, para que la juventud escoja los ritmos o estilos musicales con los que se identifican y les gustaría interpretar?
Sí hay libertad en cuanto a tomar clases con el instrumento de nuestra preferencia. La libertad para integrar grupos musicales es relativa, los instrumentos están, las clases y los maestros también; todo depende de nuestra creatividad e iniciativa individual, para elegir aventurarse en el mundo de la música o preferir quedarse a formar parte de los grupos que ya existen con sus géneros ya definidos.
¿Cuándo los grupos o solistas participan de un evento, se sienten retribuidos por su trabajo?
Es algo que se debería de hacer siempre que se invite a un grupo o solista para ofrecer sus servicios profesionales como músicos. Personalmente puedo decir que la retribución ha sido poco satisfactoria, pareciera que uno se esfuerza por diversión y no por mérito. Aprender a tocar un instrumento no es tan sencillo, es toda una disciplina que se va desarrollando desde que se toma el instrumento hasta ejecutar una canción, uno invierte tiempo, esfuerzo y energías, y si bien es cierto que nos apasiona, se necesita aprender a ejecutarlo de la mejor manera. Por todo ese tiempo y esfuerzo invertido es que se debe dar una buena retribución económica a un músico y no solamente cubrir sus viáticos, pues es una persona como cualquier otra que hace su trabajo en un área en el que se especializa y como tal debe ser remunerado.
¿A partir de tu experiencia, crees que se puede vivir de la música en Suchitoto?
En el municipio es difícil vivir solamente de la música, más bien se sobrevive, cosa que no debería de ser; la mayoría de personas labora en su horario normal (de 8 a 5) y a un músico se le pide trabajar hasta fuera de esos horarios, incluso hasta muy noche y parece que no se considera ese horario por el servicio que se está prestando. Además, un excelente músico pasa la mayor parte de su tiempo ensayando y practicando su instrumento, por tal razón, la retribución debería de compensar todo ese trabajo realizado.
¿Qué te parece la idea de crear un encuentro de las juventudes donde se aborde y discuta el futuro del arte y los artistas de Suchitoto?
Como idea es muy buena, los artistas de Suchitoto no contamos con un espacio en común para sentir el apoyo de artistas y proponer formas e ideas para mejorar la situación del músico y artista local.
La mayoría de acciones siempre comienzan con una idea, creo que solo falta que los músicos y artistas que están emergiendo y los que ya tienen experiencia, nos unamos en ese esfuerzo y comencemos a forjar el camino que lleven a mejorar la situación actual del artista local y se nos brinde el apoyo de toda la comunidad, dando el valor que un artista se merece por su entrega, trabajo y talento y sobretodo reconociendo su servicio económicamente.
Lo más importante es dejar a los niños ser niños, evitar exigirles cumplir los estándares que la sociedad ha impuesto, debemos procurar espacios para se diviertan con libertad, se expresen sin reprensiones y jueguen sin temores, es tiempo de actuar con conciencia y dar el espacio que un niño se merece. Evitar regalarles aparatos electrónicos que solo atrofian la mente y pensar en regalarles u instrumento musical o inscribirlo en una clase de música que le traerá mejores beneficios a su vida. Un niño que ha aprendido a tocar un instrumento musical es un joven menos que andará divagando por la vida pensando que hacer con ella”.