En el marco de las celebraciones del Día Internacional de la Madre Tierra (22 de abril), bien vale la pena preguntar que estamos haciendo para salvaguardar y proteger la biodiversidad del grave impacto ambiental que nuestras actividades originan.

La importancia de la celebración de los días internacionales, se encuentra en nuestra capacidad de entender y atender los llamados a reflexionar sobre el compromiso y papel de cada uno en la protección del único lugar posible para vivir y coexistir: el planeta tierra.

Todos los días nos quejamos del calor intenso del municipio, de la escases del agua, de la falta de áreas verdes y árboles, de la contaminación, de las sequias, etc. pero pocas veces nos detenemos a pensar que estamos haciendo por cuidar y proteger este enorme hogar que compartimos. Siempre evadimos nuestra responsabilidad pensando que para eso están los gobiernos, o que otras personas o instituciones deberán resolver este problema.

Esta falta de compromiso nos lleva a ver con total indiferencia los incendios del cerro Guazapa, a justificar la tala de árboles para construir o simplemente destruir, a quemar las tierras, a gastar y hacer mal uso del agua, a tirar la basura en cualquier lugar, a maltratar y matar las especies, a contaminar y degradar el medio ambiente sin ningún reparo en las consecuencias de cada uno de esas acciones. Y justificamos nuestros actos con un “para eso esta la municipalidad, o son mis terrenos, o para eso pago mis impuestos y recibos del agua», entre otras muchas otras tontas explicaciones.

Lo cierto es que la vida del planeta esta amenaza de muerte, y las consecuencias de todos nuestros actos individuales y colectivos son los responsables. Por eso este año el llamado del día internacional de la Tierra se centra en la protección de las especies y la biodiversidad del planeta, donde cada 24 horas desaparecen más de 150 especies de flora y fauna a nivel mundial. Es decir, cada día desaparecen del planeta especies de mamíferos, aves, insectos, plantas y demás. Estas centenares de especies desaparecidas y en peligro de extensión es por causa de una única especie invasora y depredadora incapaz de cohabitar en armonía: los humanos.

El 22 de abril es el Día de la Tierra, y es claro que un día no salvará el planeta, pero esta fecha es de gran importancia ya que es la oportunidad de concienciar a los habitantes del municipio sobre los problemas que con nuestras acciones afectamos la Tierra y a las diferentes especies que habitan en él. Es momento de plantearnos soluciones para evitar o al menos mitigar esa agresión brutal y constante.

En el municipio tenemos muchas celebraciones y festivales, pero no se ha podido sostener un festival ni un movimiento comprometido con el medio ambiente, que nos recuerde el valor irremplazable de cada uno de los recursos que nos provee para la vida y que nos invite de manera creativa a cambiar hábitos negativos para adoptar los que valen la pena para poder vivir en armonía con el medio ambiente. Una campaña con brigadas de defensores de la tierra que nos recuerden que tenemos derecho al agua y los recursos naturales, pero que también tenemos la obligación de protegerlos y garantizar su sostenibilidad en el tiempo.

Como municipio se debe lograr un equilibrio entre lo económico, social, cultural y ambiental de manera que se cubran las distintas necesidades que hay en los hogares y comunidades para mejorar nuestra calidad de vida, pero todo en armonía y respeto con la vida natural que nos rodea.

Es por ello que en esta fecha invitamos a deponer actitudes egoístas, poco solidarias, donde la cultura del usar y tirar se termine, donde todos las y los ciudadanos nos comprometamos en proteger los cerros y fuentes de agua, viviendo en armonía con las especies y optimicemos nuestros consumos dejando de anteponer nuestra comodidad y bienestar sobre el medio ambiente.

Invitamos a las autoridades municipales a generar acciones que impulsen el desarrollo sostenible del municipio, un modelo de desarrollo capaz de satisfacer las necesidades actuales de las comunidades sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones que vendrán luego.

Invitamos a los centros educativos y culturales a dejar a un lado los libros y talleres y salir al campo, a las calles y contribuir en la protección y educación ambiental con acciones que generen conciencia en las nuevas generaciones de niños, niñas y jóvenes.

Les invitamos a comprender que el cambio no sólo se encuentra en las grandes acciones -aunque son estas las que urgen- pero si sumamos  pequeñas acciones y actos, unidos todos, veremos que se pueden generar grandes impactos en la protección del medio ambiente;  por eso le invitamos a a usted que nos lee a incorporarse y unirse en la defensa del planeta, desde su hogar, comunidad, escuela o ocolectividad.

Celebramos las acciones de pequeños grupos y colectivos, de jóvenes conscientes y comprometidos que desde sus comunidades trabajan por proteger el medio ambiente y les animamos a seguir y hacer crecer una red comunitaria donde juntas y juntos podamos defender y proteger nuestro medio ambiente en Suchitoto.

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