Dentro del municipio hay muchos personajes destacados algunos originarios y otros que no son originarios de Suchitoto, pero que viven y han hecho del pueblo su lugar de refugio, convivencia y luchas solidarias. Es así como encontramos a Tito Hasbún, un artista visual salvadoreño, muy comprometido con el arte y las causas sociales; donde las vueltas de la vida y sus decisiones lo han llevado a participar en las luchas durante el conflicto armado, exposiciones de arte en diferentes partes del mundo, hasta los exilios y encuentros y desencuentros con la patria.

Como algunos, como muchos luego de dar algunas vueltas por la vida y de enarbolar banderas, causas y luchas por cambiar el mundo, regresan a “la comunidad” en busca de un lugar de refugio, donde puedan caminar pausadamente sin tanta prisas ni presiones del sistema, comprendiendo que las grandes transformaciones empiezan desde adentro hacia afuera, en la comunidad, ese pequeño núcleo donde todos los sueños son posibles, y eres uno con todos. Se dice que una persona no es del lugar de donde nace, sino del lugar de donde escoge vivir y librar sus luchas. Es en esta ciudad, donde aportando a golpe de cincel, Tito ha contribuido en construir y empujar pequeñas luchas liberadoras que puedan a través del arte y la cultura transformar el mundo de las juventudes, ansiosas de esperanza, nortes y creencia en un futuro mejor.

Compartimos una entrevista que realizamos con Tito Hasbún para conocer sobre sus orígenes, su vida, proyectos y opiniones sobre la vida artística y cultural del municipio. Tito tiene 12 años de  vivir y convivir con el pueblo, donde todos lo hemos visto caminar tranquilamente por las calles empedradas de Suchitoto. Tito a sobresalido por su destacada participación en la vida cultural del municipio, quien con mucho sentido del humor y sarcasmo ha ido calando y compartiendo su amistad, conocimientos y experiencias en organizaciones culturales, entre las juventudes y los pobladores locales y foráneos del municipio, hasta ganarse el aprecio, respeto y reconocimiento de la ciudad de Suchitoto.

Tito Hasbún: confieso que me he divertido

¿Por qué decidió quedarse en el municipio?

Me sentí en casa y me atrajo mucho el optimismo y calidad de su gente, su tranquilidad y belleza.

¿Háblenos un poco de su formación y experiencia de vida antes de venir a Suchitoto?

Desde joven inicie el aprendizaje técnico-artístico de forma autodidacta. Siempre me aburrió estar haciendo lo mismo, por lo que he incursionado en cuanta disciplina artística me atrajo. Por lo demás, perteneciendo a una generación enfocada en cambiar el estado de las cosas, he gustado muchos sabores y sinsabores.

¿Puede contarnos un poco que ha significado vivir en Suchitoto?

Encontrarme nuevamente a mismo, descansar de las grandes ciudades y del andar acelerado del devenir histórico; pertenecer a una comunidad y reenfocar mi vida a través del amor y disfrutarlo en sus diferentes manifestaciones.

En la ciudad muchas personas lo conocen, pero no conocen su faceta como artista, ¿Puede hablarnos un poco sobre su trayectoria y obra artística?

Me considero un artista multidisciplinario, he ejercitado sobre todo las Artes Plásticas y las Visuales. Durante mi exilio y luego al retorno, estaba enfocado en el cine, la escultura y la pintura. La realidad salvadoreña de posguerra (si podemos llamarle así), junto a coyunturas personales, me indujeron a un replanteamiento del ejercicio artístico y su proyección social.

Para iniciar con buen pie, me mudé  a Suchitoto en octubre 2006, esa misma tarde conocí a Robert Gilbert (voluntario canadiense de grata memoria y profundos agradecimientos),  que también se estaba mudando al pueblo para trabajar como voluntario en una ONG, un mes después ambos estábamos profundamente entusiasmados con  “Compartiendo un sueño”, un sueño loco, una idea descabellada que una delegación de artistas y gestores Canadienses nos presentó y de la que dos años después naciera la iniciativa Suchitoto-Stratford (Hermanamiento de las dos ciudades el 15 de Julio de 2008) y luego  el proyecto esartes. (27 de marzo de 2010).

Referente a mi trabajo artístico solo puedo decir que lo he gozado, creo que él habla por sí mismo y anda por ahí en algún lugar y por todos lados, si les interesa  ver algo de él, pueden echar un vistazo a  los álbumes “confieso que me he divertido” en mi perfil del Facebook.

¿Sigue produciendo y creando en Suchitoto?

En el sentido estricto de las Artes Plásticas no, sin embargo, he tenido dos períodos de producción-enseñanza artesanal, uno de incursión en el arte digital y posteriormente al incorporarme al proyecto esartes, puse la creatividad al servicio de la facilitación comunitaria.

¿Veremos alguna vez una exposición de su trabajo artístico en Suchitoto?

Eso espero.

¿A qué se ha dedicado en los últimos años en Suchitoto?

A la facilitación, poniendo mi “cora” para hacer accesible el arte a la niñez y juventud. Contribuir a abrir “las alas de la percepción”.

Por muchos años hemos visto su tesón y trabajo en apoyo al desarrollo cultural y artístico de Suchitoto, ¿Puede hacernos un breve recuento de las diferentes iniciativas en las que ha participado?

Comencé mi vida Suchiteca siendo parte del Comité del Bº Concepción y participando   en sus diferentes actividades, luego conocí a la Hermana Peggy y a Salvador Acosta hijo y me involucré en la fundación del Centro Arte para la Paz y casi paralelamente a la de esartes.

Una de las instituciones culturales más prometedoras del municipio ha sido EsArtes y usted ha estado desde los inicios del proyecto, ¿Háblenos sobre su experiencia participando de esta iniciativa y sus opiniones sobre el proyecto y la situación actual?

Esartes es un experimento, nació como un intento de crear un modelo de Desarrollo Comunitario a través del Teatro inspirado en la experiencia de la Ciudad de Stratford, en Ontario, Canadá. Esta característica -a mi criterio- volvió su implementación más compleja y a veces errática.

Después de 9 años, creo que al corto plazo se trata más de un proyecto de “Desarrollo Humano” que Comunitario, ese tendría que venir después.

Se han atravesado varias etapas en la gestión buscando la formulación apropiada. La primera, aunque contando con abundantes fondos, la novedad y el entusiasmo inicial, y siendo la más contundente en imagen y proyección, no alcanzó los resultados esperados pues éstos estuvieron enfocados al desarrollo de una Industria Cultural para la cual aún no existen condiciones en el país. Sin embargo, se demostró que sí se puede, que talento local hay de sobra, solo se necesita brindarle las oportunidades, las condiciones mínimas para que se desarrolle. Esta etapa dejó la primera promoción compuesta por 27 jóvenes con un nivel de conocimiento Teatral práctico de buen nivel, surgiendo de ello el Grupo de Teatro esartes (2010-13).

Posteriormente, dada la escalada de violencia en la zona que impedía a los jóvenes asistir a los talleres en la ciudad, la Dirección (la tercera en la línea de tiempo) tuvo el acierto de llevar los talleres a las diferentes Comunidades, extendiendo así el área de incidencia e impacto. Se adapto la Producción Artística a las necesidades Comunitarias y los Talleres de Teatro se enfocaron en la Prevención de la violencia a través de la Educación Académica. Esta etapa nos dejó una segunda promoción de 17 jóvenes (2014-15) formados más que en Teatro, en subdisciplinas como el estatuismo, el clown y los malabares. Pero también dejó un pequeño núcleo de actores-instructores de ambas promociones, que son los encargados de impartir los Talleres en las Comunidades.

Se planifico estratégicamente la nueva 3 etapa, pero su ejecución se vio obstaculizada pues los recursos económicos comenzaron a agotarse y la Cooperación Internacional a cambiar sus estrategias. El factor económico es tan fundamental como el liderazgo para el éxito de estas iniciativas; en este caso no se contaba con uno a la altura de las proyecciones y el financiero se complicó mucho más pues los donantes iniciales, dos empresas Canadienses, condicionaron la continuación de su apoyo a la cobertura del 50% del presupuesto anual con fondos salvadoreños. Lograr esa contrapartida ha sido a la fecha muy difícil, por no decir imposible y abordar ese tema es muy extenso por hoy, pero eso ha reducido la Producción Artística y la incidencia pedagógica, alejándose cada vez más de las metas y objetivos proyectados.

La prolongación de esta crisis ha afectado profundamente la capacidad de implementación en la medida que el equipo se reduce y dispersa, llevando el proyecto inevitablemente a un proceso que, de no encontrar pronta solución, podría enfrentar su fin.

Sabemos que en los últimos días Esartes ha sufrido varios conflictos internos, Podría decirnos ¿Qué está pasando? ¿Cuál es la situación actual de esta asociación?

Los conflictos son inevitables en todo conglomerado humano y en este caso y a lo largo de estos 9 años, los ha habido al escoger. El más reciente y relevante ha girado en torno a mi propuesta para superar la crisis antes mencionada, hecha hace casi 2 años y que consiste en integrar esartes al Centro Arte para la Paz como su programa de artes escénicas. De esta manera, los pocos fondos que quedaban se invertirían en los programas en sí y no en el área administrativa, que paulatinamente se vuelve insostenible.

Por otro lado, se fortalecería al CAP, pues esta integración traería consigo todo el bagaje de esartes, que permitiría avanzar en la construcción de una verdadera Escuela de Artes, la que a una ciudad que presume ser la “Capital Cultural” le corresponde tener.

Lamentablemente esta propuesta fue rechazada por la Asamblea General de Primer Acto y se confió a la Junta Directiva encontrar la manera de sacar adelante a esartes y en eso continúan sus esfuerzos.

Por razones personales y dado que estoy llegando al final de mi contrato como voluntario de CUSO Internacional, he decidido hacerme a un lado, es tiempo de relevos.

¿Cree que existe disposición al diálogo y trabajo colectivo en Suchitoto?

Creo que sí, al menos a nivel teórico.

¿Por qué es tan difícil sentarse a coordinar y construir un plan para el desarrollo cultural de Suchitoto?

Es muy complejo esto, son demasiados los factores que inciden y considero que se necesita un liderazgo audaz, que tenga la capacidad de liderar un proceso semejante.

A partir de su experiencia ¿Qué diría hace falta en el municipio para crear una industria cultural que integre todos los esfuerzos que existen?

Nuevamente los liderazgos. También es fundamental superar el conflicto social, enfocándonos en el Desarrollo Comunitario como objetivo común a todo el espectro social.

¿Qué piensa del trabajo y contenidos del periódico digital La Gaceta Suchitoto?

Muy acertada iniciativa, nos corresponde adoptarlo como un foro Comunitario dónde debatir los temas de interés común. Sigan así.