Suchitoto, una de las joyas culturales de El Salvador, se enorgullece de seguir siendo conocida como la «capital de la cultura». Es innegable que, a lo largo de los años, la ciudad ha sido el epicentro de innumerables actividades artísticas y culturales que no solo celebran su rica herencia, sino que también atraen a turistas nacionales e internacionales. Sin embargo, vale la pena preguntar: ¿cuál es el papel de los empresarios locales frente a los esfuerzos de los artistas y organizaciones culturales que trabajan incansablemente para mantener un calendario de actividades artísticas y culturales en la ciudad?
Cada año, los pocos artistas, colectivos y organizaciones culturales existentes en Suchitoto se esfuerzan por crear y traer espectáculos de arte que reúnen a centenares de personas, tanto de la comunidad local como de visitantes. Estos eventos, que van desde festivales de música, teatro, cine, danza, (nacionales e internacionales), hasta festivales tradicionales y culturales como el festival del maíz, el añil, las antorchas, etc., no solo enriquecen la vida cultural de la ciudad, sino que también generan un impacto económico local en el entorno, pues los asistentes, en su mayoría, aprovechan para consumir y gastar algo en los negocios locales. Sin embargo, la pregunta es clara al ver el panorama general: ¿quiénes se benefician de estos grandes esfuerzos por organizar festivales y eventos en Suchitoto?
Es evidente que el esfuerzo por organizar y traer eventos culturales necesita de gestión y recursos económicos. Las organizaciones, artistas y colectivos culturales invierten tiempo, recursos y energía para gestionar y garantizar el éxito de estos proyectos, los cuales, en la mayoría de los casos, no cuentan con el apoyo financiero necesario, pero, aun así, inician una rebusca casi imposible para hacerlos posibles. En cambio, los otros grandes beneficiarios de estos eventos suelen ser los negocios locales, tales como restaurantes, bares, hoteles y tiendas, que, tras el fin de cada espectáculo, ven cómo los asistentes se dirigen a consumir y comprar bienes o servicios en sus establecimientos. Es una dinámica en la que las ganancias parecen ser desproporcionadas, ya que los negocios se benefician de la concentración de público sin asumir ninguna parte del costo de la organización de los eventos culturales ni contribuir a la viabilidad de los mismos.
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En este contexto, es donde surge la pregunta necesaria: ¿cuál es la responsabilidad social empresarial de estos negocios que indirectamente se benefician de las concentraciones de público generadas por las actividades culturales? El concepto de responsabilidad social empresarial va más allá de una mera donación ocasional. Los empresarios tienen la oportunidad de contribuir de manera activa y significativa al sostenimiento de las actividades culturales en Suchitoto, apoyando a los artistas, organizaciones culturales y proyectos comunitarios. Todas las colaboraciones en apoyo al arte y la cultura es una inversión que más tarde les será devuelta con más clientes en su negocio o empresa. Es la dinámica de la economía. Sin embargo, la falta de patrocinio y apoyo financiero por parte de los empresarios y comerciantes instalados en Suchitoto es una realidad preocupante.
El arte y la cultura son fundamentales para el crecimiento y la identidad de cualquier ciudad, pero también tienen un valor económico. En el caso de Suchitoto, que depende del turismo cultural como motor económico, es urgente que los empresarios asuman su rol como colaboradores activos en este proceso. Su participación no solo beneficia a los artistas y las organizaciones culturales, sino que también contribuye al fortalecimiento de la oferta turística de la ciudad. Es el ciclo de la economía local.
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En los últimos años, el resurgimiento del turismo de playa en El Salvador ha sido una de las principales estrategias del gobierno para fomentar la economía del país. Sin embargo, pese al abandono oficial, la oferta cultural de los destinos turísticos en los pueblos también juega un papel crucial en la atracción de turistas. Suchitoto, con su vasta riqueza histórica, cultural y artística, tiene el potencial de seguir creciendo y reconvertirse en un destino turístico de primer orden, pero esto solo será posible si se refuerza -entre otras cosas- la oferta cultural y artística. Esto implica un mayor apoyo empresarial a las iniciativas culturales, para así elevar la calidad de los eventos y aumentar el número de visitantes. Esto significa en pensar en la organización de eventos con la presencia y presentación de artistas internacionales que atraigan al público, eventos populares de calidad, que garanticen la preventa de boletos y vayan acompañados de otros eventos locales que inviten al público a quedarse en Suchitoto y disfrutar de sus detalles y lugares coloniales.
Si realmente queremos que Suchitoto se consolide como un destino turístico sostenible, debemos dejar de ver la cultura como un simple adorno y empezar a comprenderla como una herramienta estratégica que puede traer beneficios económicos a todos los sectores de la sociedad, incluidos principalmente los empresarios. Pero para ello es necesario estar dispuestos a dialogar, a construir consensos, estrategias y acuerdos, en beneficio de todos y todas.
Es fundamental que los empresarios locales tomen conciencia de su papel en el ecosistema cultural de Suchitoto y se conviertan en aliados activos de las iniciativas artísticas y culturales. Pero así mismo los artistas, colectivos y organizaciones culturales, deben estar dispuestas y abiertas al dialogo y la negociación. El arte y la cultura no solo elevan el espíritu, sino que también generan ingresos, sostienen la economía, generan empleos, fortalecen la identidad de la ciudad y, sobre todo, enriquecen la experiencia local y de los turistas.
El llamado es claro: es hora de que los empresarios de Suchitoto se hagan responsables de su parte en este proceso y contribuyan al crecimiento de la ciudad, tanto en términos culturales como económicos. La responsabilidad social empresarial no es solo una moda o una obligación ética, sino una oportunidad para crecer e invertir en el futuro de la ciudad y fortalecer la economía local a través de una mayor y mejor oferta cultural y artística.
Suchitoto, como ciudad cultural por excelencia, no puede crecer ni mantenerse solo con los esfuerzos de los artistas y las organizaciones culturales. Es necesario pasar a otro nivel. El apoyo de los empresarios es imprescindible para consolidar este legado y hacer de la ciudad un destino cultural de renombre. Es momento de reflexionar y actuar. De repensar el futuro y salir a su encuentro.