Recientemente en las instalaciones del Complejo Educativo del Caserío Los Almendros de Suchitoto se celebró con alegría la graduación de la XXI promoción de Bachilleres Generales y la primera promoción de Bachilleres Generales en Educación a Distancia (Modalidad Flexible), en un emotivo evento que reflejó el esfuerzo, la perseverancia y el deseo de superación de personas que, a pesar de dificultades y las adversidades, lograron culminar sus estudios.
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Historias que inspiran
En la modalidad de Educación a Distancia, se vivieron momentos llenos de significado. Padres y madres de familia, quienes por diversas razones no pudieron estudiar en su juventud, demostraron que nunca es tarde para alcanzar un sueño académico. Muchas de estas personas trabajaron incansablemente, y con un espíritu inquebrantable, equilibraron sus responsabilidades familiares y laborales para alcanzar el título de bachiller.
Entre las historias destacadas, resalta la de una madre que, desde lejos, logró completar su educación. También se reconoció el caso de un migrante que hoy reside en Estados Unidos y que, gracias a esta modalidad flexible, pudo graduarse. En su representación, su madre acudió al evento, visiblemente emocionada, para recibir el título en su nombre.
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Reconociendo el talento
En la XXI promoción de Bachilleres Generales, la Fundación Casa Clementina se sumó y destacó a cuatro estudiantes (Brayan Adonay Ramírez López, Montiel Ezequiel Alas y Mardo Cabrera Díaz) por su compromiso con el arte y la cultura. Estos jóvenes, además de demostrar excelencia académica, se han convertido en protagonistas del espíritu cultural de Suchitoto. Entre ellos Emerson Orellana fue investido como Bachiller Integral, recibiendo un trofeo, un certificado de regalo para disfrutar junto a su madre en el Hotel Los Almendros de San Lorenzo, y otros estímulos que celebran su dedicación.
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Educación como motor de cambio
El evento no solo marcó el cierre de una etapa para los graduados, sino que también envió un poderoso mensaje a la comunidad: la educación es una herramienta de transformación personal y colectiva. A pesar de las barreras de la distancia, el tiempo o las circunstancias, el compromiso con el aprendizaje puede abrir puertas hacia un futuro mejor.
La graduación de esta XXI promoción es mucho más que un acto académico; es una celebración de la perseverancia, la solidaridad y la esperanza que caracteriza a Suchitoto. Cada título entregado es un recordatorio de que los sueños son alcanzables cuando se trabaja con determinación, independientemente de las distancias, la edad o las dificultades.
Suchitoto se enorgullece y felicita a cada una y uno de sus graduados, quienes hoy se convierten en un ejemplo para las futuras generaciones. Sus historias nos enseñan que nunca es tarde para aprender, crecer y transformar nuestras vidas.
Fotos: cortesía Christian García