El pasado 25 de noviembre, las organizaciones, activistas feministas, mujeres y personas diversas marcharon  bajo el lema: Unidas luchamos, resistimos y avanzamos, en un acto conmemorativo que se tomó las calles de San Salvador en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. EL 25N es una fecha que no solo nos invita a reflexionar sobre la persistencia de las múltiples y sutiles formas de violencia que enfrentan las mujeres hoy en día, sino también a cuestionar las finas estructuras que las perpetúan.

• Los números:
  • De abril a diciembre del 2023 se registraron 5,430 víctimas de violencia sexual. (CONAPINA).
  • De enero a noviembre de 2024 se reportaron 36 feminicidios. (ORMUSA).
  • Bajo el régimen de excepción se han capturado  7.742 mujeres. 17 mujeres han sido asesinadas en centros penales y 4 niñas fallecidas. (UNIDECH).

La realidad de las mujeres en Suchitoto

Suchitoto, conocido por su riqueza cultural y paisajes históricos, también refleja las desigualdades que persisten en el país. Las mujeres del municipio, especialmente aquellas que viven en áreas rurales, enfrentan una doble vulnerabilidad: por un lado, las brechas económicas y sociales, y por otro, la violencia de género en sus diversas formas. Según datos nacionales, la violencia contra las mujeres en El Salvador sigue siendo una problemática alarmante.

A pesar de ello, Suchitoto también es un territorio de resistencia. Durante décadas, mujeres organizadas han luchado por defender sus derechos, visibilizar la violencia de género y exigir justicia, desde las sobrevivientes de la guerra civil hasta las lideresas comunitarias actuales. Conmemorar el 25N en este contexto no es solo un acto de memoria, sino un grito colectivo para no retroceder en las luchas y conquistas alcanzadas.

El 25N no debe reducirse a actividades simbólicas o campañas en redes sociales. En Suchitoto, este día representa una oportunidad para unir a la comunidad en torno a un diálogo necesario sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. Desde espacios los culturales como talleres de arte y teatro comunitario, hasta marchas y foros, las actividades que se realizan en este día son fundamentales para visibilizar la tragedia y testimonios de  mujeres y generar conciencia en todas las generaciones.

El papel de las juventudes y la educación

Una de las principales herramientas para erradicar la violencia de género es la educación, y aquí es donde las juventudes de Suchitoto juegan un papel clave. Involucrar a las y los jóvenes en el 25N no solo garantiza la continuidad de esta lucha, sino que también ayuda a desmontar las prácticas y narrativas machistas que perpetúan la violencia.

Es por ello que las organizaciones de mujeres en Suchitoto se esfuerzan por desarrollar programas en las escuelas,  centros culturales y espacios comunitarios para generar espacios donde se siembre la semilla de la igualdad, equidad y el respeto. Desde dinámicas participativas hasta proyectos creativos que aborden la violencia de género, el 25N debe ser una plataforma para fomentar una generación que rechace toda forma de opresión.

Más que un día: Un compromiso permanente

Conmemorar el 25N en Suchitoto es esencial para mantener viva la memoria de las mujeres que han sido víctimas de violencia, pero también para recordar que el camino hacia la igualdad y la justicia aún está lleno de desafíos. Es un llamado a las instituciones municipales, organizaciones comunitarias y a cada habitante de Suchitoto a asumir un compromiso permanente en esta lucha.

La violencia contra las mujeres no es un problema privado; es una crisis social que afecta a toda la comunidad. Cada acción, desde una denuncia hasta una marcha, importa. Cada conmemoración, cada palabra dicha, cada memoria compartida, contribuye a un cambio que Suchitoto —y el mundo— necesitan con urgencia.

Porque el 25N no es solo un recordatorio de lo que falta por hacer, sino una promesa de que juntas y juntos podemos construir un futuro libre de violencia, donde las mujeres vivan con la dignidad y libertad que siempre han merecido.

El 25N en Suchitoto no debe ser solo una efeméride, sino un recordatorio de nuestras responsabilidades colectivas e individuales. La violencia hacia las mujeres es una problemática estructural que exige respuestas integrales y sostenidas en el tiempo.

Hoy, más que nunca, es necesario que la conmemoración del 25N sea un espejo donde nos preguntemos: ¿qué estamos haciendo como comunidad para erradicar la violencia de género? Y sobre todo, ¿qué más podemos hacer para construir un Suchitoto donde la igualdad y el respeto sean una realidad para todas?