La Alcaldía de Cuscatlán Norte en colaboración con equipo técnico y maquinaria del Ministerio de Obras Públicas ha desalojado grandes cúmulos de basura en el antiguo botadero de basura a cielo abierto de Suchitoto. Esta acción responde a una necesidad y acción urgente en la ciudad, cuyo crecimiento poblacional y actividad turística han incrementado la generación de residuos. Si bien la iniciativa es encomiable, es imperativo preguntar cuál es el plan concreto que subyace a esta intervención y cómo se dará una solución sostenible a la gestión de residuos en Suchitoto.

La intervención de este espacio es sin duda un paso positivo. El ya cerrado botadero a cielo abierto era una fuente de contaminación para el suelo, el agua y el aire, y una amenaza directa a la salud pública. Durante años, las comunidades cercanas han lidiado con la proliferación de plagas, malos olores y el riesgo de contaminación de los mantos acuíferos. La decisión de la alcaldía de Cuscatlán Norte de remediar esta situación refleja una disposición positiva a tomar medidas necesarias para proteger el medio ambiente y el bienestar de los habitantes.

En 2018, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, por acuerdo número 248 con fecha 7 de agosto, emitió medidas preventivas en contra de la municipalidad de Suchitoto, una de ellas fue: “suspender temporalmente la disposición de desechos sólidos y gestionar el traslado a otro relleno sanitario autorizado, esta medida debe ser aplicada de forma inmediata (…)”. (Resolución MARN-N°-15467-152-2018) Leer la resolución del Juzgado Ambiental:

Sin embargo, aunque celebramos este primer paso, es importante que la municipalidad informe correctamente a la población sobre las acciones que se hacen y continuarán haciendo.  Porque frente a las acciones y falta de información oficial surgen preguntas sin responder. La población de Suchitoto y los distritos vecinos merecen una explicación clara sobre el plan de intervención que ejecuta la municipalidad: ¿En qué consiste la intervención general? ¿Hacia dónde se ha llevado todos los residuos del botadero de basura? ¿Qué sigue después de esto? ¿Se construirá un nuevo relleno sanitario para el municipio de Cuscatlán Norte? ¿Hacia dónde se está llevando las actuales recolecciones de basura de los distritos? ¿Qué entidad está supervisando el cumplimiento de las normativas ambientales?

Todas estas preguntas son el resultado lógico de la falta de una buena comunicación que informe sobre los proyectos que se ejecutan. Y es que, uno de los aspectos más preocupantes es que no se ha hecho público el plan de esta intervención, ni un plan a largo plazo para la gestión de residuos en Suchitoto. La remoción de la basura acumulada en el relleno sanitario es solo una parte del problema. La gran pregunta es: ¿cómo se abordará la recolección y disposición de residuos en el futuro? ¿Existe una estrategia para que esta situación no se vuelva a repetir en el futuro? La falta de un sistema integral de gestión de residuos podría hacer que este esfuerzo sea un paliativo temporal, y no una solución real al problema.

Es necesario que la alcaldía informe sobre los detalles técnicos y alcances del proyecto (si es que hay), pero también sobre las soluciones sostenibles que se proponen para la recolección y disposición de la basura en Suchitoto y los demás distritos. La comunidad tiene derecho a saber cómo se resolverá el problema a largo plazo y cómo se garantizará que no volvamos a enfrentar una situación similar. En este sentido, sería crucial que la alcaldía informe, e implemente campañas de sensibilización y educación ambiental, que involucren a la ciudadanía en seguir realizando la separación de residuos, el reciclaje y la correcta disposición de la basura.

Además, la ciudadanía debe tener un papel activo en este proceso. La transparencia, comunicación y la rendición de cuentas son fundamentales para asegurar que la intervención se realice correctamente y que las soluciones que se implementen sean duraderas. Pero, los habitantes de Suchitoto no solo deben ser informados sobre el plan de acción, sino también participar en la vigilancia del proceso y ser parte de las soluciones a través de iniciativas comunitarias.

Por otro lado, la intervención en el relleno sanitario de Suchitoto también debe ser vista en un contexto más amplio. Es necesario entender la situación de la basura como un problema regional. La gestión de residuos no es un tema que pueda abordarse únicamente a nivel local; requiere de una planificación conjunta entre los distritos y municipios cercanos para que la solución sea eficaz y sostenible. ¿Está la alcaldía trabajando en colaboración con otras municipalidades de Cuscatlán para garantizar una solución integral? ¿Qué alternativa está contemplando la alcaldía para evitar que el problema se reproduzca en otro lugar?

Un botadero de basura a cielo abierto no es solo un problema ambiental: también es un reflejo de cómo la gestión pública puede fallar cuando no hay políticas claras ni acciones preventivas a largo plazo. No se puede permitir que la municipalidad actúe y funcione solo bajo una lógica de «soluciones de emergencia» que se convierten en remedios que solo posponen el problema. Es necesario que este nuevo gobierno municipal piense y trabaje por en soluciones sostenibles y consensuadas que incluyan a todos los sectores de la sociedad.

El impacto ambiental en Suchitoto está directamente vinculado a la calidad de vida de sus habitantes. La contaminación por residuos sólidos afecta no solo la salud pública, sino también el turismo, la agricultura y el bienestar general de la comunidad. La intervención actual es un paso positivo, pero necesita estar acompañada de un plan integral y de políticas públicas que respondan a las necesidades de la población y del entorno natural.

En tal sentido, es importante reconocer la iniciativa de la Alcaldía de Cuscatlán Norte de sacar las toneladas de basura de Suchitoto, una medida necesaria y largamente esperada. No obstante, es importante recalcar la necesidad de mayor información y claridad sobre el plan de acción y las soluciones a largo plazo. Sin un plan transparente y un compromiso con la sostenibilidad, corremos el riesgo de que este esfuerzo sea solo un alivio temporal en lugar de la solución integral que Suchitoto necesita y merece.

Fotos cortesía: MOP