Estudiantes del Complejo Educativo Caserío Los Almendros deleitaron a la población de Suchitoto y alumnos de diversos centros escolares del departamento de Cuscatlán con la dramatización de obras literarias.

Alicia en el país de las Maravillas, Ollantay y La Olla fueron dramatizadas en el Teatro Alejandro Cotto por alumnos del Complejo Educativo Caserío Los Almendros, con la ayuda del director José Christian García Martínez quien al mismo tiempo director del grupo de teatro en el mismo lugar.

Gracias a la dedicación de él, juntos a profesores, profesoras, alumnos y padres de familia han logrado llevar a cabo 17 festivales de teatro por lo que comentó lo siguiente:

Entrevista a José Christian García Martínez

“Son 17 años de hacer este festival de teatro el cual lo desarrollamos con 60 jóvenes, a veces son 90, depende cuanta sea la cantidad de población que trabajamos de bachillerato y se incorporan algunos jóvenes de tercer ciclo. Lo que para mí significa un reto, un reto porque la verdad es ser atrevido en el hecho de que implica recursos, logística, toda una gestión bien amplia en el tema de la propaganda, de la promoción, de la utilería, escenografía, vestuarios, alimentación.

En ese sentido implica también satisfacciones muy grandes porque cuando estamos en el proceso genera cierto nivel de estrés que es normal porque esperamos que todo salga bien. Pero cuando vemos que los jóvenes se entregan de lleno y hacen todo su esfuerzo y ver gente que nunca había actuado, gente que tenía temor a estar frente al público y verlos aquí desarrollándose, eso genera grandes satisfacciones.

Una de las ayudas que tenemos para que los jóvenes lleven de la mano la parte académica y el teatro es una asignatura que se llama habilitación laboral que lleva el componente de seis horas semanales.

Ahí nosotros tomamos dos horas y cuatro que se les dan a los chicos de talleres de cocina y emprendimiento, entonces lo vamos conjugando con eso para no desvincular también las otras áreas académicas y en algunas ocasiones la asignatura de lenguaje y otros maestros también nos han apoyado cuando ya ven que el festival se acerca y hay que pulir algunas cosas, algunas escenas. Entonces prácticamente es una articulación de esfuerzos de toda la comunidad educativa porque aquí los padres de familia apoyan, los docentes, que están en este proceso y lo conocen.

Para nosotros cada año es un reto pensar qué producciones se pueden hacer en función primero de que todo mundo actúa.

O sea, si son 50, 60 actores y actrices, buscar obras en que implique que haya bastante participación porque si buscáramos montajes donde solo hubiera 4 o 5 personajes no tendría el impacto que tiene en los jóvenes, solo en algunos. Pero en este caso involucramos a todos porque también hay técnicos, hay gente que se encarga de luces, de sonidos, de todo, va maquillaje.

Ahora, ¿por qué estos montajes? Porque son literatura clásica, en esta ocasión literatura clásica con la cual nos hemos atrevido a explorar y hacer alguna adaptación y también con los recursos que hemos tenido porque se debe ver también el tema de los vestuarios que se vinculen, que no sean de difícil adquisición o de difícil elaboración, prácticamente vinculada con la parte académica de literatura universal.

Al final del día esperamos que el público vaya satisfecho, que hayan entendido el mensaje, las obras, que la gente le guste, y que adquieran el gusto por la literatura. Pero la ganancia también más grande es para nosotros, para la comunidad porque imagínense esta proyección hacia afuera que el complejo educativo se da a conocer por lo que hace.

No solo hacemos teatro, pero es una de las áreas que hacemos y escucharlos, verlos, desarrollándose solos porque pasamos seis meses en ensayos, en entrenos y pues sale lo que sale, dice uno, ¿verdad? Pero vemos ahí ya al final el producto, el gran esfuerzo y ellos saben que tienen que dar un buen trabajo frente al público”.

En medio de tanto ajetreo, Anderson Ernesto Puentes Hernández, estudiante de primer año de bachillerato general, y que participara en la dramatización de la obra “La Olla”, con el personaje de Megadoro, nos contó que para poder llevar a cabo el festival comenzaron los ensayos en el mes de mayo y se proyectaban tener por lo menos dos ensayos por semana; dos semanas antes de la presentación se finalizaron los ensayos y comenzaron a proyectar más en general lo que cada uno de los personajes iba a hacer y los demás compañeros.

¿Qué ha significado para ti representar este personaje?

“Para mí es un gran logro. Gracias a lo que me ha enseñado el teatro y lo que me está conllevando a hacer ya que ha sido una gran concentración ya que debemos tener la memorización perfecta hasta un cierto punto y pues tener ese logro de participar en lo que es el teatro con el COED Los Almendros.

Por otra parte, siento que la literatura aporta mucho a la sociedad y pues sería más que todo decirle a las personas y a los oyentes de las obras que es bonito que apoyen esto porque un festival así no se ve en cualquier parte ya en muchos lugares no se inculca lo que es eso ni se practica. Creo que sería bueno”.

También Blanca Trinidad Peraza Marroquín, estudiante de primer año de
bachillerato, quien interpretara el papel de Eunomia de la obra “La Olla”, respondió a la siguiente pregunta.

¿Qué aprendizaje has tenido o qué experiencia has ganado al realizar esta dramatización?

“Ha sido una gran experiencia porque yo antes de entrar aquí era un poco como que cuando veía mucha gente me daba pánico. Y ahora pues tengo, pero ya es menos. Además, recuerdo que cuando estábamos ensayando pues sentí muy divertido convivir con todos los compañeros. Igual recuerdo que al inicio de año había compañeros a los que no les hablaba y gracias a este festival nos hablamos también me ayudó a sentarme más con mis compañeros, me ha ayudado mucho. Espero que les guste, que les cause risa porque como es una obra de comedia entonces solo esperamos que les cause risa”.

Por Elvis Salguero

Fotografías por Carolina Mena y Elvis Salguero