La apertura de un agromercado en Suchitoto, como parte de la fase 1 del Plan Económico impulsado por el gobierno de Nayib Bukele, ha generado preocupación entre las comerciantes del Mercado Municipal. Mientras el bolsillo de los consumidores es aliviado, las vendedoras temen que esta medida afecte gravemente su economía personal y familiar.
Antecedentes de los agromercados en Suchitoto
En el municipio, el primer agromercado fue inaugurado en el año 2010. La publicación “Suchitoto: un ejemplo de desarrollo económico local”, de la Fundación REDES, señala que esto “era parte de un sueño de productores y productoras de las comunidades rurales de Suchitoto”. Las gestiones de recursos de la Concertación de Mujeres de Suchitoto y de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local contribuyeron a la adecuación física del espacio.
El agromercado fue reactivado en diciembre de 2021, ahora como una iniciativa del Ministerio de Agricultura y Ganadería, a través de la División de AgroNegocios. Esta también fue una apuesta gubernamental para el rescate del sector agropecuario. Una característica de ese espacio de comercialización era la participación de productores y productoras locales, provenientes de diferentes comunidades de Suchitoto, quienes ofrecían productos cultivados con buenas prácticas agrícolas.
Eran beneficiados más de 60 productoras y productores rurales, quienes ofrecían: café, embutidos, hortalizas, frutas, lácteos, carnes. Además, procesados como: vinos, jamaica, prendas teñidas con añil y más.
Sin embargo, aunque la apuesta prometía mejorar la economía no solo de los vendedores, sino que también de los consumidores, el espacio de comercialización dejó de funcionar meses después de su reapertura.
Otros esfuerzos surgieron. La Concertación de Mujeres de Suchitoto ha trabajado desde el año 2010 en un programa agropecuario enfocado en la instalación de huertos caseros, beneficiando a 10 grupos de mujeres productoras de la zona rural. Con este proyecto, no solo promueven prácticas agrícolas sostenibles, sino que también garantizan el consumo sano de los alimentos y fortalecen el empoderamiento de las mujeres.
Desde el año 2022, la Concertación de Mujeres en coordinación con la Colectiva Feminista realizan, una vez por mes en la Casa de las Mujeres en Suchitoto, una “Feria de Mujeres Productoras y Emprendedoras”, con el objetivo de brindarles un lugar donde vender los productos cultivados, cosechados y elaborados por ellas mismas.
También, fueron instalados mercaditos rurales permanentes, para que la misma población consuma, a precios justos, lo que se produce en su comunidad. Es así como a través de la generación de espacios de comercialización, las organizaciones contribuyen a fortalecer la autonomía económica de las mujeres.
Estas iniciativas de venta y consumo han marcado precedentes en Suchitoto y, además, han demostrado que es posible dinamizar la economía local y fortalecer la autonomía económica de las mujeres productoras agrícolas del municipio.
Una medida para enfrentar el aumento del precio de los productos de la canasta básica
El 1 de junio de 2024, durante el discurso de investidura presidencial, Nayib Bukele aseguró que su segundo mandato priorizará la economía. «Ahora, que ya arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía«, dijo sin brindar mayores detalles.
Un mes después, N. Bukele anunció el lanzamiento del “Plan Económico para El Salvador”. La primera fase, enfocada en la alimentación, inició con la instalación de 30 agromercados. A la fecha, la cantidad ha aumentado a 44, distribuidos en todo el país, uno de ellos en Suchitoto, inaugurado el 22 de agosto. Este mercado tiene previsto mantenerse hasta el mes de diciembre.
“En 10 años, El Salvador va a poder tener seguridad alimentaria”, dijo Bukele mientras explicaba las primeras dos fases del Plan Económico. Además, mencionó que van a construir varias centrales de abastos en el país las cuales serán administradas por el sector privado. “Una vez se vayan abriendo e instalando estas centrales de abasto, se van a ir cerrando los agromercados”.
También, agregó que eliminarán los aranceles en 116 alimentos de la canasta básica y que la medida también aplicará para fertilizantes químicos, herbicidas y otros insumos “para apoyar a los productores”.
Un post de Casa Presidencial señalaba que los agromercados son una respuesta al alto costo de la canasta básica. “Nuestro objetivo es que la gente tenga una opción más barata para comprar sus alimentos”, decía.
La población ha recibido con agrado la llegada del agromercado a Suchitoto, pues obtienen más productos por menos precio. Para las familias, sobre todo aquellas que no tienen ingresos económicos fijos y que luchan por hacerle frente al alto costo de la vida, la opción de adquirir los alimentos a precios reducidos es una solución bienvenida. Sin embargo, algunas personas se muestran descontentas por la calidad de los productos. “Me salieron varios tomates podridos”, dijo una mujer sobre su experiencia comprando en el agromercado.
El 30 de agosto, la Gaceta Suchitoto intentó entrevistar a la encargada del agromercado para conocer los precios de los productos y realizar una comparativa con los del mercado local, pero, después de varios cuestionamientos sobre el enfoque de la noticia, la entrevista fue negada argumentando que solo están autorizados a brindar declaraciones a medios nacionales. También, no se nos permitió tomar fotografías.
Impacto en la economía local y de las mujeres
La instalación del agromercado plantea varias interrogantes sobre su impacto en la economía local de Suchitoto. La reducción de los precios de los productos de la canasta básica es beneficiosa para las y los consumidores; sin embargo, la iniciativa está teniendo efectos negativos en las pequeñas comerciantes y productoras locales.
Buscamos la opinión de las arrendatarias del Mercado Municipal de Suchitoto sobre la instalación del agromercado, quienes dependen en gran medida de los ingresos que generan en ese espacio de comercialización. Las mujeres pidieron mantener sus identidades en anonimato pues temen sufrir represalias. En esta noticia serán nombradas como “Rosa”, “María” y “Juana”.
Nuestra llegada al Mercado Municipal fue alrededor de las 9:30 de la mañana, esperando encontrar vacío el lugar para que las mujeres pudieran conversar con este medio de comunicación. Al entrevistar a “María”, el primer comentario fue: “Mire esta soledad, no hemos vendido nada”.
“María” está preocupada: “No hubieran puesto ese agromercado. Ha muchos ha venido a beneficiar, pero a otros, así como a nosotras que somos emprendedoras, nos está afectando”. La comerciante sigue comprando los productos a un costo elevado. “Caro estamos comprando para vender. No podemos competir con los precios del agromercado. Yo gano para la comida de mis padres y esto a mí me está afectando”. La venta de verduras es el único ingreso económico para ella y su familia.
Encontramos a “Rosa” embolsando frijoles micas, mientras esperaba la llegada de los clientes a su puesto. Ofrece productos como: guineos, lichas, manzanas, jocotes, guayabas, aguacates, tomates, papas, cebollas, chiles dulces, frijoles frescos, chufles y otros.
“Rosa” señala que desde la instalación del agromercado sus ventas han disminuido. “Lo mismo es para todas, no estamos vendiendo desde que está ese mercadito”. Mientras la entrevistábamos llegó una clienta a comprarle $1.50 de mamones lichas. A esto, dijo que algunas personas, por solidaridad con ella, siguen adquiriendo sus productos.
“Antes, un quintal de papas lo vendíamos en dos días. Ahora ya no es así”, dijo “Juana”. “El gobierno lo que hubiera hecho es bajar los precios a los mayoristas para que nos vendieran a menos y nosotras venderle más barato a la gente”, agregó.
“Nosotras tenemos la necesidad de llevar la comida diaria”. Las tres mujeres son jefas de hogar, encargadas de proporcionar los alimentos a sus hijos y pagar los servicios de agua y energía eléctrica.
La salud emocional de las mujeres también está siendo afectada: “una se siente triste, con sueño, me he deprimido porque no sé cómo voy a pagar mis deudas. Antes se vendía un poquito, aunque sea, pero ahora nada”, menciona “María”.
A medida que el tiempo avanza, el futuro de las comerciantes locales parece incierto. El reto para el gobierno central y el gobierno local será encontrar un equilibrio que permita beneficiar a las y los consumidores y que no afecte a las emprendedoras locales.
A partir de las experiencias de comercialización y consumo local impulsadas por diversas organizaciones en Suchitoto, algunas alternativas pueden ser:
- Distribuir productos a comerciantes locales para que puedan vender a precios justos.
- Promover la agroecología y el consumo de productos locales, priorizando prácticas agroecológicas sostenibles.
- Incorporar a las productoras y a los productores locales en la Fase I del Plan Económico para El Salvador.
- Establecer mesas de coordinación entre organizaciones y otros actores locales, con el fin de mejorar el comercio local.
- Participación de la población para contribuir a la sostenibilidad de la economía local.
Por Carolina Mena
