La historia de la región de Suchitoto se remonta a aquellos años de conquista y lucha en 1825 y los primeros intentos de fundar una ciudad en esta región. Pero no fue, sino hasta el año de 1858, que se reconoce la fundación de la ciudad de lo que hoy conocemos como Suchitoto, un lugar que con el tiempo se ha convertido en un símbolo de historia, cultura y resiliencia en El Salvador.

Julio marca el mes de las celebraciones de aniversario de esta ciudad emblemática que llega a sus 166 años de fundación.  Pero, ¿Qué celebrar en el 166 Aniversario de la ciudad de Suchitoto? Hoy más que nunca, es un momento crucial para reflexionar sobre el significado de esta celebración, especialmente en un contexto donde nuestro sentido de unidad, libertad y solidaridad comunitaria se ven amenazados.

Suchitoto no es solo un lugar geográfico bonito de calles empedradas; es un testimonio viviente de la perseverancia y el espíritu comunitario. Las calles empedradas, las casas de estilo colonial y los paisajes pintorescos cuentan historias de generaciones que han trabajado juntas, superando desafíos, librando luchas y celebrando triunfos. Sin embargo, en la actualidad, enfrentamos una serie de retos diferentes: el creciente discurso de división social y la erosión de los valores y tradiciones que han sostenido nuestra comunidad durante más de un siglo y medio.

En un mundo cada vez más globalizado y digitalizado, es fácil perder de vista la importancia de la colectividad, las relaciones interpersonales, la unidad y la solidaridad local. Los discursos de menosprecio a nuestro pasado y memoria histórica exponen las vulnerabilidades en nuestra estructura social, revelando desigualdades y tensiones que amenazan con fracturar nuestra cohesión. La enorme influencia de las redes sociales y la verticalización política han contribuido a una creciente desconfianza de silencios y aislamiento entre los miembros de nuestra comunidad.

Ante este panorama, celebrar el aniversario de Suchitoto debe ir más allá de los actos protocolarios y las festividades. No se trata solo de fiestas, desfiles, cohetes y bailes. Debe ser un momento para reencontrarnos con nuestra esencia como comunidad, para recordar que la fortaleza de Suchitoto radica en la capacidad de sus habitantes para unirse y apoyarse mutuamente. Es una oportunidad para reconocer el gran aporte de nuestros ancestros, pero también de reflexionar sobre cómo podemos reconstruir y fortalecer nuestros lazos comunitarios en un sistema que parece empujarnos hacia el olvido, la individualidad, la discriminación y el egoísmo.

Entonces ¿Qué significa realmente celebrar 166 años de historia? Significa honrar el legado de aquellas personas que construyeron esta ciudad con esfuerzo y dedicación. Significa reconocer las luchas y sacrificios de quienes nos precedieron y comprometernos a preservar y mejorar su legado. Pero, sobre todo, significa mirar hacia adelante con la determinación de reconstruir nuestra unidad y solidaridad, adaptándolas a los desafíos contemporáneos en comunidad.

Es esencial que aprovechemos esta conmemoración para fomentar y fortalecer el diálogo y la cooperación entre todos los sectores de nuestra sociedad. Debemos exigir y anteponer el dialogo cordial para entendernos y trabajar juntas y juntos para abordar los problemas que nos aquejan, promoviendo la inclusión no la exclusión de justicia social. Necesitamos seguir creyendo y apoyando las iniciativas comunitarias, la organización juvenil y los proyectos de desarrollo local, herramientas poderosas para reforzar el tejido social de Suchitoto.

La cultura y educación también juega un papel fundamental en este proceso. Al inculcar en las nuevas generaciones los valores de respeto, empatía y colaboración, estamos sembrando las semillas para un futuro más unido y solidario. Es crucial que nuestros jóvenes comprendan la importancia del respeto a la diversidad, a su herencia cultural, la memoria histórica y la responsabilidad que tienen de mantener viva la llama del sentido de unidad e identidad con la comunidad.

Celebrar 166 años de Suchitoto es una invitación a la introspección y a la acción. Es un llamado a recordar quiénes somos y de dónde venimos, y a trabajar juntas y juntos para construir un futuro donde la unidad y la solidaridad sean los pilares fundamentales de nuestra sociedad. Solo así podremos asegurarnos de que Suchitoto continúe siendo no solo un lugar turístico en el mapa, sino un verdadero hogar para todas y todos sus habitantes.