Mi nombre es Carolina Jeaneth Mena Rafailán, tengo 23 años de edad y soy originaria del barrio El Calvario, de Suchitoto. Nací el 16 de enero de 1999, fecha donde conmemora la firma de los Acuerdos de Paz, haber nacido ese día me parece algo hasta poético porque me considero una luchadora social. Desde que nací estoy ligada a mujeres, llevo el nombre de dos enfermeras y soy hija de una mujer solidaria, sorora y amante de la naturaleza.
Desde pequeña soñaba con ser locutora, me gustaba mucho la música y escuchar emisoras de radio. En el 2012, cuando tenía 13 años, busqué la oportunidad en una radio comunitaria, Radio Suchitlán, al principio me dijeron que no porque era muy chiquita, pero un par de meses después me llamaron para invitarme a ser parte del equipo. Durante un año me desempeñé como locutora pero mis estudios y asumir mi maternidad me llevaron a ser un poco inconsistente con los turnos, por lo que decidí retirarme del espacio.
Mi destino era la radio y en agosto del año 2018 regresé de nuevo, pero mi único fin era seguir haciendo locución. Sin embargo, me asignaron el cargo de prensa. Honestamente no estaba cómoda con la decisión porque siempre he sido muy introvertida o penosa, me cuesta hablar y socializar con las personas y también era difícil poder hacer algo de lo que no sabía nada. Acepté el reto de ser corresponsal para la Red Informativa de Arpas y aquí empieza una muy bonita relación entre el periodismo comunitario y yo.
Daba cobertura a temas culturales principalmente, pero me atrevo a decir que yo me hice periodista por un problema ambiental. Ahí supe que lo mío era mostrar los problemas que enfrentan las comunidades de Suchitoto porque creo firmemente que el periodismo debe responder a las necesidades de la población y darles voz.
Una de las cosas más bonitas que tiene el periodismo comunitario es la cercanía que las y los periodistas tenemos con la población. En mi caso, no puedo ser indiferente ante injusticias sociales y no hacer nada para ayudar a encontrar una solución a los problemas. ¿Qué si los periodistas somos activistas? Yo sí lo soy. ¿El periodismo es imparcial? Por supuesto que no, es parcial porque tiene que estar del lado de la ciudadanía, lo demás es propaganda.
Debo decir que fue difícil comunicar sin tener formación alguna sobre periodismo, todo lo que sabía lo iba aprendiendo en la práctica. Muchas veces me equivoqué con los abordajes y la terminología, pero ¿es posible hacer periodismo sin tener el título universitario? Sí, pero hay que formarse.
A mí siempre me ha gustado mucho estudiar, es una de las cosas que más disfruto hacer: aprender cosas nuevas. En este tiempo haciendo periodismo he recibido mucha formación, la primera experiencia fue con la Escuela de Comunicación y Formación Política de Arpas, ahí descubrí habilidades que no sabía que tenía. Aplicaba para participar en casi todos los talleres que la Asociación de Radiodifusión brindaba para fortalecer las capacidades de sus socias.
Los miércoles en la radio eran de Tertulia Ambiental, fue mi primer programa y aunque no era la protagonista principal, me encargaba de elegir las temáticas de las que íbamos a hablar en cada programa. Muchos de los temas fueron elegidos de lo que publicaba la Gaceta. Recuerdo con mucho cariño mi paso por la radio porque fue el medio donde me di a conocer.
Puedo decir que durante el periodo que estuve en Radio Suchitlán logré posicionarla bastante, con periodismo de calidad. La gente supo que en la radio no solo se ponía música, sino que también se hacía periodismo comunitario
Con el tiempo, el periodismo me rescató: ni penosa ni temerosa”, Metzi Rosales.
El reconocimiento que ya tenía hizo que en el año 2019 me invitaran a ser parte del equipo de la Gaceta Suchitoto, pero me tomó unos meses aceptar la propuesta. “Te rogamos, Carolina”, me dicen, pero lo cierto es que no, tenía miedo porque no creía estar a la altura de lo que el periódico ya venía haciendo, además, nunca había hecho prensa escrita, solo notas en formato para radio.
Finalmente me decidí y en julio de ese mismo año me integré, ¿qué podía perder? Soy “la chiquita del equipo”, fui nombrada así porque soy la menor y siempre que no me creía capaz de poder hacer algo decía “no puedo, estoy chiquita”.
Al principio sí me sentía muy frustrada porque no daba una, no sabía ni siquiera cómo hacer un guion de preguntas, mucho menos la estructura de la redacción. Pero hay una persona que siempre me ha apoyado y motivado, Milton Doño, el director del periódico, ese título se lo hemos puesto nosotras, con cariño, pero en realidad somos un equipo que toma las decisiones en colectivo.
Milton me dio toda la base para hacer prensa escrita y de él he aprendido mucho. Es una de las personas que más ha confiado en mí, en mis capacidades, que ha abrazado mis sueños desde el principio y todas las veces que he querido desistir de esto, por lo difícil que es hacer periodismo, me ha dado palabras de aliento para continuar.
Es muy inteligente, creativo y siempre está buscando cosas nuevas e innovadoras para el periódico. A él no le gusta el protagonismo, dice que lo que le importa es que nosotras nos demos a conocer, pero es justo mencionar el papel tan importante que tiene dentro del equipo, todo el tiempo nos contagia con sus buenas vibras. Me atrevo a decir que es el motor que nos hace avanzar y seguir creciendo profesionalmente.
Desde hace tres años estoy en el periódico y una de las cosas que me han hecho quedarme este tiempo ha sido el respeto y el cariño con el que he sido tratada.
En el periodico hago coberturas, redacción, edición de vídeo y audio, y reviso algunas notas para verificar que no tengan errores de ortografía.
Vos tenés la bala, yo tengo la palabra. La bala muere al detonarse, la palabra vive al replicarse”, Berta Cáceres.
La experiencia el periódico ha sido muy bonita. Nunca me gustó nombrarme como periodista, por el respeto que la profesión merece, siempre me presentaba con las personas o en los eventos como colaboradora del periódico, pero he buscado seguir formándome para estar a la altura y poder decir con propiedad que soy periodista.
Continúe haciendo periodismo ambiental, dando cobertura al problema de la ninfa en el lago Suchitlán, la contaminación provocada por granjas, la quema de los cañales y otros. Aunque tocar estos temas indudablemente representa un riesgo a la integridad física y la salud emocional, me es difícil dejar de señalar los problemas ambientales que tienen las comunidades del municipio, sin embargo, ninguna nota periodística vale tanto como la vida propia, por lo que en ocasiones he tenido que tomar la decisión de no seguir hablando de ciertos temas.
He sumado a mi experiencia la realización de tres investigaciones periodísticas. La primera la hice yo sola y fue el resultado de un proceso de formación de la Revista Gato Encerrado y Arpas, esta fue en el 2021 durante el contexto de las elecciones municipales: “Elección municipal en Suchitoto, una competencia sin mujeres”.
La segunda fue colaborativa con mujeres jóvenes, salió del resultado del Diplomado de Periodismo Feminista de Revista La Brújula: “Del dicho al hecho hay mucho trecho: decisiones e imposiciones sobre métodos anticonceptivos”.
La tercera es en colaboración con otras periodistas, la hemos trabajado en el marco del Diplomado de Fortalecimiento de Capacidades Técnicas y Periodísticas, impartido por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES). Está ya finalizada y tiene que ver sobre la salud de las mujeres, espero pueda ser publicada en el mes de septiembre.
En las tres investigaciones me han apoyado también desde el equipo del periódico.
Me gusta mucho el periodismo a profundidad o de investigación, es de mis favoritos, sin embargo, hacerlo requiere de mucho tiempo y recursos. Por ahora estoy trabajando en dos temas más, espero que antes que concluya el año se publique al menos uno de ellos.
No existe una revolución en la que no estén presentes las mujeres”, John Lennon.
En el recorrido junto a la Gaceta, descubrí que no solo me gusta hacer periodismo ambiental, sino que también periodismo feminista. Si hacer periodismo es difícil, ahora más el periodismo feminista. Percibo que hay cierto nivel de rechazo y no todo el mundo lo consume, por lo que ha sido un reto empezar a nombrar las cosas desde la mirada feminista y lograr que la gente entre a la web y lea el artículo.
Soy parte de la Red de Periodistas Feministas. Este año participé en el primer encuentro territorial de mujeres periodistas feministas, organizado por Revista La Brújula, y fui panelista del evento.
Creo que al periódico llegué a hacer un poco de revolución. Como sabrán, en la Gaceta escribimos solo sobre Suchitoto, su gente, sus luchas y todas las cosas que estén relacionadas al municipio, pero metí un poco de mi feminismo en la redacción y empecé a hablar sobre las consecuencias de la penalización absoluta del aborto en el país y las mujeres que han sido encarceladas injustamente. Hace dos meses recibí un reconocimiento de la Colectiva Feminista y la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto por aportar, a través del periodismo, a la lucha por la liberta de las 17 y más.
Deseo seguir haciendo periodismo feminista. También me llama la atención escribir sobre la población LGBTIQ+ pero debo reconocer que me da un poco de temor porque no deseo contribuir en la desinformación o el uso no adecuado de las terminologías. Mientras tanto seguiré formándome para quizá, algún día, poder hablar sobre la diversidad sexual.
En ciertos entornos, las mujeres debemos demostrar unos conocimientos superiores a los de un hombre para poder ganarnos el respeto de nuestro interlocutor”, Elena Crespo.
Son muchas las cosas que el periódico me ha dado. He sido una mujer organizada casi desde siempre, pero mi nivel de organización comunitaria aumentó desde que soy parte de la Gaceta. He tenido más cercanía con las mujeres y también con las organizaciones sociales de Suchitoto.
Como periódico somos parte del movimiento Unidxs por el Agua en Suchitoto. He sido la representante del periódico en el espacio y también participé de manera directa en la comisión jurídica que estudiaba la Ordenanza Municipal para la Protección y Conservación del Recurso Hídrico, y aunque mi participación fue más como escucha y para documentar las sesiones, puedo decir que aprendí mucho sobre leyes y ordenanzas ambientales, lo que también le suma a mi trabajo como periodista.
Las mujeres, desde hace mucho tiempo atrás, hemos sido las protagonistas en la lucha por el acceso al agua, las luchas conquistadas han sido gracias a nosotras, sin embargo, siempre hay algo o alguien que nos invisibiliza pero aquí entra la labor periodística de nuevo, con lo que escribimos reconocemos la importante participación que tenemos las mujeres.
Me llena de mucho orgullo que el periódico sea la principal fuente de información que tiene la gente sobre el municipio, sin duda somos un buen referente. En nuestro trabajo prevalece la ética periodística.
Por hoy, me considero, sin hacer de menos el trabajo de los demás, la más fuerte referente de periodismo comunitario en Suchitoto. Ha sido un gusto representar al periódico en muchos espacios y que otros, fuera del municipio, puedan conocer el trabajo que estamos haciendo.
¿Con qué sueño? Con muchas cosas. Creo que la primera y la más importante es estudiar periodismo y titularme. Este año hice el cambio de carrera y espero el próximo inscribir mi primer ciclo. Sueño también con ser directora de la radio y abrirle la puerta a las juventudes, que ya no siga concentrada en el mismo grupo de personas, además, posicionarla como un medio de comunicación con credibilidad y sin sesgos. Algún día, me gustaría tener un cargo político partidario, ser concejala, síndica o tal vez alcaldesa e incidir para la creación de políticas que beneficien a las mujeres, pero creo que es un tanto irreal soñar con esto porque a las mujeres que no somos sumisas no nos toman en cuenta.
Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala”, Albert Camus.
Hay grandes retrocesos en cuanto a la libertad de prensa y el acceso a la información pública, quizá el panorama sea poco alentador pero, aprovechando el día de las y los periodistas, quiero animarles a seguir haciendo un periodismo que busque la verdad, que siga dándole voz a las comunidades y cuestionando al poder.