Marlene Miranda, es la propietaria de un puesto en el cual vende una de las bebidas más tradicionales del país, el atol. Su lugar de ventas está ubicado a un costado del parque central de Suchitoto.
Lo que empezó como un sueño para generar ingresos es ahora, un proyecto hecho realidad. Doña Marlene tiene más de 10 años dedicados a elaborar deliciosos atoles que deleitan el paladar de todos sus clientes. Para ella es una satisfacción poder ver como degustan sus productos, pero sobre todo la preferencia de su clientela.
Con el tiempo se a convertido en una costumbre para muchos, pasar y disfrutar unos minutos de tranquilidad y tomar un vaso de atol. La mayoría de turistas y locales que pasan a visitar la Iglesia aprovechan para degustar y disfrutar un momento junto a familiares y amigos.
Se preguntarán ¿qué sabores de atol ofrece? pues … de maíz tostado, piñuela y el más vendido -según Marlene Miranda- es el atol chuco. Ella dice que este es el que se termina antes que los demás “nunca es suficiente la cantidad que traigo a vender pues el chuco es el que más prefieren”
Con mucha paciencia, constancia y dedicación Marlene prepara sus productos para llevarlos hasta la plaza central donde tiene ubicado el puesto en donde tan solo por $0.25 su clientela puede disfrutar de un delicioso atol. Muchos de los clientes se muestran satisfechos no solo por la buena atención si no, por el delicioso sabor del producto que les hace sentir como en casa.
Tal es el caso de Oscar quien dice, que casi todas las tardes viene y compra su vaso de atol, y lo disfruta sentado en una de las bancas que se encuentran en el parque. Él nos relata que el sabor de ese atol le sabe a tradición debido a que es una bebida centenaria de nuestros antepasados. Pero “no solo se trata de tradición, si no de reencuentro por que a veces me encuentro con mis amigos y nos tomamos un atolito».
Los fines de semana son muchas las personas que visitan el parque, y es común ver niños, jóvenes y ancianos felices sentados a los alrededores del parque, disfrutando de la tranquilidad y el paisaje urbano, pero también degustando de un delicioso atol.
Si usted desea pasar un momento ameno de una manera sencilla y si gastar tanto lo invitamos a que pueda visitar a Doña Marlene Miranda quien con sus productos traerá a su tarde mucha tranquilidad llena de un delicioso atol con sabor a tradición.
Por Tatiana Hernández