Cuando desde niña tienes una meta que estás determinada a lograr, no hay tiempo ni obstáculos que te detengan de llegar a donde quieres. Esta es la historia de Katya Carranza, una joven suchitotense estudiante de laboratorio clínico que, a su vez, lleva de la mano el Karate, disciplina que le ha permitido superarse a sí misma y demostrar lo fuerte que podemos llegar a ser las mujeres.
A través de una entrevista escrita, Katya nos cuenta diferentes etapas de su vida que están llenas de sueños, retos y logros que ahora comparte con nosotros.
Conozcamos un poco más acerca de esta increíble mujer que nos demuestra que podemos tener dos facetas en diferentes áreas, y aun así, brillar en ambas.
¿De dónde eres originaria?
Soy originaria de San Salvador, pero mi familia decidió mudarse a Suchitoto, llevo 26 años viviendo acá con mi familia. Residimos en casi en todos los barrios de Suchitoto, pero actualmente vivo en la Colonia nuevo Suchitoto II etapa
¿Cómo fue tu niñez en Suchitoto?
Fue una niñez convencional, mis papás trabajaban todo el tiempo como docentes y la persona que estaba a cargo de cuidarnos a mis hermanos y a mí siempre al llegar de la escuela trataba de ocuparme en muchas cosas pues siempre he sido alguien con mucha energía, siempre en mis tiempos libres buscaba la forma de liberar esa energía que me quedaba luego de todo.
¿Cuál ha sido tu preparación académica?
Mis estudios los he realizado siempre en el casco urbano de Suchitoto inicié a los 3 años como oyente en Parvularia Nela Escobar Chacón y así graduándome de kínder 6 para luego continuar mis estudios en la Escuela de niñas Ana Dolores Arias, donde empezó mi interés sobre el deporte en el área de fútbol soccer como selección estudiantil. Fue uno de mis mayores intereses a nivel deportivo que tuve en su momento, desde entonces siempre tuve el sueño de ser integrante de la selección nacional del país.
Me gradué de noveno grado del mismo centro escolar y proseguí mis estudios en el Instituto Nacional Suchitoto donde mi interés por la química se consolidó y aún más mi interés sobre el deporte, mi camino iba guiado por la selección de la institución teniendo el logro de segundo lugar a nivel departamental. Sin embargo, al graduarme en el 2013 ahí quedó todo, dejé en pausa mi lado deportivo.
Actualmente me encuentro estudiando Licenciatura en Laboratorio Clínico en la Universidad Dr. Andrés Bello, estoy en mi 5to año de la carrera esperando en Dios llegar a graduarme y ser una buena profesional en el área, teniendo a futuro una especialización en laboratorista forense.
¿En qué momento iniciaste karate?
El Karate lo inicié a la edad de aproximadamente 9 años en la localidad de Suchitoto estuve un tiempo practicando, pero por motivos de fuerza mayor no pude seguir, pero me quedó la intriga y la emoción de saber hasta dónde podía llegar con ese tan bonito arte marcial. Con el paso de el tiempo en la Universidad Dr. Andrés Bello en el año 2017 se abrió un grupo de Karate Do y tomé la decisión de inscribirme porque en ese año estaba llevando un cuadro de estrés por ansiedad muy fuerte.
Fue una de las razones más puntuales en ese momento, esto me motivó a luchar y mejorar en todo sentido, pero con la llegada de la pandemia mi ansiedad se aceleró trayendo consigo un cuadro de depresión mayor. A pesar de todo eso mi lucha siguió tanto en mi ámbito académico como deportivo pues eso es lo que me ha venido dando la razón para seguir creciendo y luchando ya que en la tatami se me olvida todo y puedo tener el equilibrio que busco ya sea entrenando técnicas de combate o kata que son las formas de combate.
Todo eso me ayuda a sentir la energía en cada punto de los entrenamientos y la paz que me brinda después de eso es inexplicable. Con mi sensei Luis Girón que es uno de los más grandes pilares que he tenido más mi papá, mi mamá y mi familia en general me han ayudado a motivarme y seguir formándome en este deporte y no puedo dejar atrás a toda la gran familia del Dojo Karate Do UNAB.
Actualmente poseo el 5 kyu cinta verde avanzado y seguiré hasta llegar a cinturón negro.
Desde tu experiencia ¿es común ver mujeres practicando karate?
Es increíble ver el porcentaje de mujeres y niñas en cada competencia o evento al que asisto, pues cualquiera diría que es un deporte de hombres por la rudeza de este, pero la verdad es que la mayoría de mujeres con las que he tenido la dicha de entablar una conversación lo hacen por diversión e incluso por aprender defensa personal y para poder tener salud y un equilibro mental, físico y emocional.
Cabe mencionar que la mayoría de integrantes de mi dojo somos mujeres interesadas en aprender esta disciplina, pienso que todos tenemos que cumplir lo que queremos porque vida sólo hay una y es mejor hacer lo que nos llena como seres humanos que seguir pensando en qué es lo que pudiese haber sucedido, porque el “hubiera” no existe, si se quiere algo se tiene que luchar por eso.
El camino del karate no es fácil pues es una disciplina de contacto fuerte el cual requiere de esfuerzo, tiempo dedicación y mucha disciplina, pero es un deporte que toda mujer puede aprender solo es de motivarse y hacerlo porque nada es imposible.
¿Cuál ha sido tu experiencia en competencias?
Mi primera experiencia fue en la UCA donde a pesar de los nervios y la poca experiencia obtuve el segundo lugar en kumite (combate) eso me motivó a seguir preparándome y me abrió puertas para seguir compitiendo a nivel nacional en muchos municipios y departamentos del país como San Salvador, San Miguel, Ahuchapán, La Libertad, Sonsonate y Santa Ana. Con mucho orgullo puedo decir que he obtenido un total de 20 medallas que oscilan en bronce, plata y oro en las formas de Kumite, Kata y rompimientos, esto me dio la oportunidad de ir a una competencia a nivel Centro Americano que fue en la ciudad de Guatemala en el cual obtuve un bronce (kumite) y un plata (kata) lo que me animó a soñar y ver más allá.
En Diciembre del año 2021 participé en uno de los torneos más importantes para mí, pues era uno de los torneos decisivos para obtener un puesto en pre selección nacional. Poniendo todo mi empeño logré obtener medalla de oro en Kumite y a pesar de mi problema respiratorio pude ganar en mi categoría +68kg permitiéndome un puesto en la banca de selección nacional mayor en la cual hasta el día de hoy me encuentro entrenando y preparándome para cumplir mi meta que es competir a nivel internacional.
¿Cómo te visualizas en 5 años?
Me visualizo teniendo un laboratorio propio de especialidades o trabajando en investigaciones en el ámbito forense y siendo seleccionada élite en competencias Centro americanas e internacionales porque sé que si se visualiza y se trabaja se pude lograr a pesar de todo y contra todos los límites. Los miedos desaparecen cuando el grito es más fuerte, puesto que sé que como puedo ver lo maravilloso detrás de un microscopio también puedo verlo dentro del tatami.
Por Erika Morales
