Desde hace algunos años Suchitoto vive una crisis sociosanitaria, afectada principalmente por la instalación de diferentes granjas de tipo industrial que se han instalado y siguen queriendo instalarse y ocupar territorios de las comunidades del municipio. Por otra parte, el embalse del Cerrón Grande que año con año se va convirtiendo en una enorme cloaca de grandes dimensiones se convierte en otra de las situaciones que compromete la salud y el medio ambiente en el municipio.
De algunas cosas no se tiene control pleno o se puede hacer muy poco desde el municipio, pero hay otras de las cuales depende de las decisiones y posiciones a la hora de defender los territorios. Las empresas industriales seriales del extractivismo siguen ampliándose y creciendo, insistiendo en la ampliación de un modelo de desarrollo a costa del medio ambiente y la salud de las comunidades rurales. La instalación de establecimientos de cría industrial de porcinos, aves y empresas textiles siguen impunes contaminando el medio ambiente y los mantos acuíferos, extrayendo el agua y poniendo en riesgo la salud y el futuro de miles de familias en las zonas rurales del municipio.
Claro está que mientras usted no sea vecino de una de estas granjas, o al abrir el chorro le siga cayendo el agua y no tenga conciencia medio ambiental dirá que todo es una exageración. Sin embargo, debe de poner mucha atención a las maneras sigilosas en que la soberanía alimentaria y el agua de nuestras comunidades es puesta en riesgo. ¿Qué sentido tiene tener una empresa industrial foránea que genere 50 o 100 empleos a costa de la extracción del agua, salud y el medio ambiente de la comunidad? Por su parte las empresas industriales quieren hacerle creer que esto es desarrollo y progreso para el municipio y que si usted se opone es ignorante y se está oponiendo al desarrollo y crecimiento del municipio y las comunidades.
Si esta pandemia no le ha hecho reflexionar sobre las consecuencias de no cuidar la comunidad y nuestra relación con el medio ambiente y los demás seres vivos entonces estamos mal. Recuerde la salud de nuestra comunidad está inherentemente ligada a la de los ecosistemas de los que formamos parte, así que, debemos asumir la responsabilidad de aportar al cuidado de nuestros ecosistemas, de imaginar y construir colectivamente herramientas y recursos que aporten a sostener, resignificar y fortalecer los tejidos sociales y comunitarios que hacen posible la resistencia y vida en armonía con el medio ambiente.
Por años las empresas agroindustriales nos han vendido en nombre del progreso y desarrollo semillas transgénicas, monocultivos, mayor uso de agrotóxicos, acaparamiento de tierras productivas, contaminación de suelos explotación y contaminación del agua y desplazamiento , así como la marginación de familias campesinas son el resultado de un modelo que lo quieren vender como moderno y exitoso y que sacará a las comunidades de la pobreza. Pero los hechos demuestran que los únicos que salen ganando son las empresas, porque las comunidades lejos de beneficiarse son explotadas en sus recursos naturales, contaminando sus ríos el aire y sus campos… Estas empresas industriales una vez entran siguen expandiéndose y profundizando sus impactos y daños a las comunidades y ecosistemas centrando su único interés en las ganancias corporativas a costa de la destrucción de ecosistemas y economías comunitarias. A la empresa no le interesa su comunidad, a las empresas les interesa los recursos que hay en su comunidad.
En este sentido es importante fortalecer la conciencia medio ambiental, la resistencia y el trabajo comunitario, apoyando el trabajo rural y campesino de manera que se puedan desarrollar modelos de producción que les permitan salir adelante sin ceder y tener que vender sus tierras a estas empresas y desarrollar iniciativas agroecológicas comunitarias en los territorios.
Hay mucho trabajo por hacer en las comunidades rurales, la necesidad de construir otros modelos de producción que tenga en cuenta los intereses y deseos de quienes trabajan la tierra y construyen día a día la soberanía alimentaria del municipio. Pero sobre todo es necesario fortalecer la resistencia y lucha comunitaria para defender los territorios y sus recursos naturales existentes.