Una mirada retrospectiva al ascenso y desaparición de uno de los proyectos artísticos más importantes de Suchitoto.
EsArtes Suchitoto fue un proyecto que por alrededor de 10 años tuvo gran presencia y dio a la vida cultural del municipio muchos frutos en la formación de jóvenes en las artes y el oficio del teatro y la generación de espectáculos teatrales.
Fue una de las iniciativas culturales más importantes que logro dar esperanza y formar a muchos jóvenes, trascendiendo las fronteras y llevando las artes de Suchitoto a un nivel internacional.
Con el apoyo incondicional de Stratford Festival y CUSO Internacional, el municipio vivió con EsArtes años de bonanza y esperanza por trasformar la vida de muchos jóvenes a través de las artes y los oficios.
Pero lastimosamente a finales de 2019 el proyecto administrado por la Asociación Primer Acto cerró sus puertas y actividades, luego de varios conflictos internos sin resolver y la falta de suficiente financiamiento para continuar.
Pero ¿qué pasó? ¿Por qué razones desapareció el proyecto EsArtes en Suchitoto? Intentamos buscar la versión y testimonio de algunos jóvenes del proyecto y nadie de los que buscamos quiso hablar. Así que decidimos conversar con 2 de las personas que desde el inicio estuvieron involucrados directamente en este proyecto y pueden hablar con propiedad sobre lo que pasó y la experiencia de EsArtes en Suchitoto.
Mark Smith y Edward Daranyi cuentan con una larga experiencia trabajando para uno de los festivales de gran reconocimiento internacional: el Festival de Stratford, la organización canadiense clave que inició y dio vida a esta hermosa iniciativa en Suchitoto.
Mark Smith es un experimentado carpintero senior del taller de carpintería del Festival Stratford. Tiene experiencia en proyectos internacionales a través del Club Rotario International de la ciudad de Stratford. Para el proyecto fue el presidente del Comité de Voluntarios para apoyar a EsArtes y uno de los principales organizadores del evento de recaudación de fondos anual que se hicieron a lo largo de los años en la ciudad de Stratford.
Edward Daranyi es un gran director de teatro, actor y educador del Festival de Stratford en Canadá. Con una larga trayectoria y experiencia en educación teatral, fue uno de los más constantes y entusiastas voluntarios enfocado en la formación y educación artística del proyecto EsArtes.
Durante años dedicaron extensas jornadas de trabajo organizando eventos y gestionando fondos, visitaron en repetidas ocasiones Suchitoto y convivieron por largos periodos con las juventudes del proyecto y la vida cultural de la ciudad.
Justo es decir que junto a ellos hubo un enorme grupo de actores, actrices, técnicos, administrativos y personal del Festival Stratford que creyeron y apoyaron este sueño de hacer teatro en Suchitoto, así como hubieron personas del municipio que aportaron mucho
Ambos (Mark y Edward) coinciden en que uno de los grandes ideales del proyecto era intentar repetir un poco la experiencia de su ciudad natal Stratford, quien, durante la década de 1950, atravesó una grave recesión económica que provocó el abandono de la industria ferroviaria de la ciudad; en ese marco surgió el Festival Stratford y tras largos años de trabajo le devolvieron la vida a la ciudad a través de la industria artística con el festival de teatro en Stratford. Tras este ideal, intentaban devolver la esperanza a través de las artes a Suchitoto luego del periodo de guerra que vivió la ciudad.
Por eso al preguntarles ¿Cuál fue el objetivo de Stratford al crear y promover el proyecto Esartes en Suchitoto? Ellos sin vacilar responden: “Nuestro principal interés era ver si podíamos volver a crear el mismo tipo de magia: e impulsar la estabilidad económica a través de las artes en Suchitoto”.
El proyecto tuvo un gran impacto y dio grandes frutos para la ciudad; dentro de los logros principales ellos reconocen: “Para nosotros, el punto principal del ejercicio fue presentar la idea de las artes a los jóvenes de la ciudad y desarrollar un conjunto de habilidades que los jóvenes pudieran utilizar en varias áreas diferentes de su vida. Esperábamos que también fuera un factor determinante en la elección de las carreras a seguir en su futuro. Además, teníamos la esperanza de que el proyecto generara confianza en cada estudiante y los uniera. La construcción del trabajo en equipo, la pasión, el respeto y la tolerancia son componentes clave para convertirse en grandes ciudadanos del mundo”.
Mark y Edward fueron testigos de los cambios e impactos que tuvo el proyecto para la vida de muchos jóvenes que provenían de zonas rurales: “Para los jóvenes del pueblo, fue genial tener una salida para contar sus historias, en un ambiente seguro, sin juzgar. Al principio hubo timidez, con la cabeza baja, y en un año más o menos esos mismos estudiantes, mantuvieron la cabeza en alto y adaptaron la actitud y la confianza, de que podían hacer lo que se propusieran, el futuro era suyo. Eso era algo realmente asombroso de ver”.
“Lo más importante para nosotros fue la transformación edificante de estos estudiantes, y cómo evolucionaron hasta convertirse en bellos trabajadores humanitarios, y aprovecharon las oportunidades que se les presentaban de muchas formas diferentes”.
“Lograr estos resultados fue el fruto del enorme esfuerzo de muchos voluntarios de Stratford y CUSO que dedicaron largos días de trabajo para impulsar el proyecto. Pero también el resultado de una fuerte inversión financiera corporativa inicial de empresas de Canadá, el presupuesto operativo anual para el proyecto fue determinado año a año por cada uno de los interesados durante nuestra conferencia anual tripartita”.
Preguntamos: ¿hubo apoyo de la Alcaldía, empresarios locales o del gobierno central para el proyecto EsArtes? “Todo el apoyo para este proyecto provino del personal del Festival que donó su tiempo; al comienzo del proyecto, nuestro Director Artístico Antoni Cimolino aprovechó algunas grandes donaciones corporativas para comenzar el proyecto, pero una vez que se hizo esa donación, dependió de Mark, Edward. y los voluntarios del festival para aumentar el presupuesto operativo de EsArtes anualmente. Tuvimos apoyo “en especie” de nuestro gobierno municipal pero todos los fondos recaudados fueron de los voluntarios”.
Si EsArtes fue uno de los proyectos culturales más importantes del municipio, ¿por qué desaparecido? ¿qué pasó con Esartes?
“El proyecto se fracturó cuando los jóvenes se fueron para estudiar en la universidad, y otros probaron nuevas vías de interés para ellos, además se redujo demasiado los recursos y finalmente hubo una fuerte división en el proyecto. Una vez que terminó el apoyo (económico) del Festival, fue extremadamente difícil armar un presupuesto realista que permitiera que el proyecto avanzara, esto hizo que nuestro socio principal CUSO (una organización ONG canadiense) retirara su financiamiento y apoyo. Esto nos dejó en una situación muy precaria. Sabíamos que la participación de CUSO, solo iban a ser durante los primeros 5 años y sin embargo se quedaron durante 10 años, a pesar de que este tipo de trabajo está muy lejos de su nivel de comodidad y experiencia. Tuvimos la suerte de tenerlos abordo durante tanto tiempo”.
Al preguntar sobre las razones del retiro del Festival Stratford, ellos dijeron: “Nunca fue nuestra intención llevar a cabo este proyecto en su totalidad, la idea era capacitar a los jóvenes para que pudieran gobernarse a sí mismos, estaríamos allí para brindar orientación y apoyo. Pero con los frecuentes conflictos dentro del grupo que tuvieron lugar frecuentemente cada pocos años, quedó claro que había que tomar otra dirección.
“Hubo un gran entusiasmo en torno al proyecto durante los primeros cinco años: a medida que los jóvenes crecieron, decidieron tomar otros caminos para sus vidas, algunos fueron a la escuela fuera del área, otros desarrollaron otros intereses y la empresa principal comenzó a decaer. Finalmente, se necesitó una dirección diferente para inyectar una nueva emoción en el proyecto y mantenerlo avanzando. La sostenibilidad de la empresa artística nunca iba a ser económicamente viable en la configuración actual del proyecto, y dado que la financiación ahora dependía totalmente de Mark y Edward, necesitábamos pivotar y encontrar un modelo que pudiera tener cierta sostenibilidad, por lo que se tomó la decisión de cambiar de marcha y ver si podíamos proporcionar un impacto más sostenible a través de la educación, y utilizar eso como el modelo económico que abarcaría ambas áreas de la empresa, un lado ayudando al otro, pero no resulto”.
Mark y Edward consideran que las instancias del municipio si bien estaban contentos con el proyecto no dieron lo suficientes aportes para su sostenibilidad en el tiempo. “Creo que el municipio valoró el proyecto y su compromiso con Suchitoto, sin embargo, necesitábamos más en especie y apoyo monetario del municipio, y lamentablemente solo pudimos conseguir un compromiso mínimo del municipio y también del gobierno central en El Salvador”, sañala Mark.
“Como ocurre con muchas cosas, los jóvenes encontraron nuevas áreas de interés y diferentes áreas de estudio para emprender y perseguir, lo cual es exactamente lo correcto. El objetivo del proyecto era hacer que los jóvenes se entusiasmaran con la posibilidad de que pudieran lograr cualquier cosa si se lo proponían. Nuestro objetivo era no solo educar dentro del campo de las artes, sino también extrapolar ese aprendizaje al mundo moderno y ver si las habilidades que se aprendieron podrían transferirse a diferentes áreas y conjuntos de habilidades, de esta manera los estudiantes podrían monetizar su aprendizaje de nosotros, de diferentes maneras” Edward.
¿Cómo se sienten al saber que todo por lo que trabajaron ha desaparecido?
“Creemos que no ha desaparecido del todo; sin embargo, es claro que la falta de interés del país, el poco interés municipal, y las constantes luchas internas dentro de EsArtes, hacían cada vez más difícil la continuidad del proyecto en su forma original. El proyecto en su conjunto para nosotros tenía una fecha de finalización (como extranjeros) y la dificultad era que no había administradores/ directores artísticos calificados o con experiencia para asumir el proyecto. Necesitábamos la garantía de personal calificado para continuar con el proyecto tal como estaba”.
¿Cuál es el mensaje para todos los y las jóvenes que participaron de EsArtes? “Tenemos la esperanza de que los jóvenes que hemos capacitado lleven sus conocimientos al mundo y los utilicen para hacer avanzar sus vidas. Nuestra intención era que nuestra enseñanza se utilizara en un camino más amplio hacia el éxito”.
¿Cuál es la lección aprendida con el proyecto Esartes en Suchitoto?
“Es necesario que haya un apoyo económico de varios niveles por parte de las instancias de gobierno en El Salvador para que estos proyectos sean viables en Suchitoto. El financiamiento para estos proyectos no puede provenir solo de una fuente internacional sin un compromiso monetario en el país”.
¿Existe alguna posibilidad de apoyar proyectos de arte en Suchitoto nuevamente?
Mark y Edward estamos encantados con la ciudad y comprometidos con el proyecto de crear una nueva forma de continuidad en el futuro, y estamos esperando a que pase la pandemia para que podamos renovar nuestro compromiso de buscar nuevas oportunidades para las juventudes y las artes en Suchitoto.
De esta manera Mark Smith y Edward Daranyi, dejan claro que el Festival de Stratford se esforzó por dar continuidad al proyecto, pero que fueron los conflictos internos de la Asociación Primer Acto y los jóvenes del proyecto los que junto a la falta de apoyo económico del país, obligaron al cierre del proyecto en Suchitoto.
Si bien es cierto que nada debe de ser para siempre, y que las iniciativas tienen sus propios ciclos de vida; el desaparecimiento de este proyecto, sumado a la indiferencia de la inmensa mayoría, marcan una tendencia gris para la vida cultural del municipio. El cierre de estos espacios es el cierre de oportunidades de formación para nuestra niñez y juventud. Lamentablemente ante este suceso, casi todos optaron por guardar silencio, pasar la página y dejar todo al olvido.
Pero eso no es todo, los efectos colaterales de la crisis del Coronavirus han venido a golpear terriblemente a las familias de todas y todos aquellos jóvenes que participaban y participan de alguna actividad de aprendizaje o práctica artística, dejándoles en un aislamiento y vulnerabilidad más profunda.
Por eso vale la pena preguntar, ¿hasta qué punto sobrevivirá el arte y la cultura en Suchitoto? Recuerde el valor de estas iniciativas se fundamenta en su aporte en la generación de esperanza, oportunidades de formación, la prevención de violencia y la construcción de una cultura de paz, roles claves para contribuir a la convencía ciudadana pacífica. Por eso la desaparición de este proyecto debería de ser un llamado a la reflexión para repensar responsable y colectivamente sobre cuál es nuestra visión y compromiso con el futuro para las artes y la cultura en Suchitoto.
2 comentarios en “¿Por qué desapareció el proyecto EsArtes en Suchitoto?”
Yo creo que hasta mucho se ha hablado y hablado de Esartes. El proyecto dio lo que iba a dar y punto. Si los muchachos no fueron capaces de mantenerlo fue por sus viejos conflictos de poder y protagonismo entre ellos y la asociación Primer Acto, el mejor ejemplo es que ni siquiera el grupo de teatro pudieron mantener. Como dice el señor Martino hubieron personas que estuvieron alli desde el principio y solo se dedicaron a ver como se iba muriendo el proyecto y nunca hicieron nada. Una cosa es empezar algo cuando hay mucho pisto y otro rollo muy diferente es mantenerla y sostenerla cuando ya no hay fondos. Con todo el proyecto fue uno de los mas bonitos que tuvo Suchitoto. Lastima que los jovenes no pudieron seguir y ni siquiera mantener el grupo de teatro. He visto que en este periódico han sacado la historia de varios de ellos y sus mejores frutos, porque frutos y recuerdos dejo muchos Esartes en Suchitoto. Saludos a todos y a mirar para delante y crear otras oportunidades para la juventud de Suchitoto.
Casa Escultor Martino Davies
Me parece importante el tema Esartes, por lo que representó y lo que significó para Suchitoto, pienso que debería estar el nombre del autor de esta nota. En mi opinión se trató muy superficialmente tantos años de esfuerzo y dedicación basado sólo en los comentarios de dos muy valiosos y queridos colaboradores de Stratford que sólo estuvieron en ciertas oprtunidadesde trabajando con el equipo de aca, esto parcializa los acontecimientos, originalmente Robert Gilbet trajo la conección del proyecto y junto con Tito Hasbún y mi persona se arranca este maravilloso emprendimiento, mucha otra gente valiosa del municipio como la hermana Peggy y Javier (alcalde en ese momento) además de otros ayudaron a estrucurar los comienzos. Yo me retiré a los pocos meses pero toda la gente involucrada siguió desarrollando la iniciativa, sería valioso contar con sus apreciaciones. Gracias
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