El rostro económico de Suchitoto va cambiando con ritmo constante. Enfocado en seguir presentándose como un destino turístico, sus calles empedradas, su historia vibrante y su atractivo cultural, sigue manteniendo a Suchitoto como un atractivo para centenares de visitantes. Esta constancia y lugar en el turismo nacional, sirve de estímulo para el surgimiento de una nueva ola de energía local: hablamos de emprendedores y emprendedoras que, con creatividad, esfuerzo y mucha resiliencia, están apostando por construir su propio futuro en el competitivo mundo del turismo.
Desde cafeterías artesanales, tiendas de productos, hospedajes familiares, guías turísticos comunitarios, hasta talleres de añil, arte y artesanía local, gastronomía tradicional, renta de bicicletas y mercaditos agroecológicos, el tejido económico de Suchitoto se está fortaleciendo desde abajo. Son jóvenes, mujeres, personas mayores, artistas, familias enteras que han visto en el turismo no solo una oportunidad económica, sino un derecho legítimo de ser parte de la vida económica y una forma digna de compartir su identidad, cultura y talento.
Este fenómeno no es casual. Durante años, Suchitoto ha construido su nombre como destino turístico cultural gracias al entusiasmo y empuje de suchitotenses, que son parte viva de la historia, la arquitectura e identidad de la ciudad. El mismo lago cuya creación rompió en el pasado la ruta comercial del municipio con Chalatenango, hoy sirve de atractivo y empuje para dinamizar la economía local. Pero más allá de las postales y los eventos, también hay una realidad concreta: el turismo bien gestionado puede ser una palanca para el desarrollo local y el bienestar comunitario.
Oportunidades sí, pero también desafíos
El turismo abre puertas, pero también impone retos. Es un mundo competitivo, donde competir con grandes cadenas o negocios externos que llegan con mayor capital no es tarea fácil para quienes apenas comienzan con un pequeño capital, muchas veces sin acceso a crédito ni asesorías técnicas y financiera. Además, el crecimiento turístico sin planificación puede generar desplazamiento económico de los más pequeños, encarecimiento del suelo, la vivienda y locales, gentrificación o pérdida del sentido comunitario del territorio. Todos riesgos de un turismo sin un rumbo y control sustentable.
En este contexto, los emprendimientos locales merecen una atención prioritaria y muy destacada, porque no solo generan empleo y dinamizan la economía, sino que preservan el alma genuina del pueblo. Son estos pequeños emprendedores y emprendedoras quienes conocen la historia, quienes han vivido las transformaciones, quienes construyen día a día un turismo con sentido social y cultural.
Retos
Hasta ahora, los incentivos desde la municipalidad son limitados y desarticulados. No existe una planificación a futuro del turismo, ni un programa sólido de formación, acompañamiento, ni financiamiento para emprendimientos turísticos locales. Tampoco hay una estrategia clara para vincular al sector turístico con la economía popular ni con los colectivos culturales y comunitarios. Las ferias de emprendedores y eventos puntuales son valiosos, pero insuficientes si no hay continuidad, visión y políticas de largo plazo.
El desafío de las autoridades locales es diseñar e implementar políticas públicas que fortalezcan el ecosistema emprendedor: capacitaciones, créditos accesibles, espacios para la venta, campañas de promoción, alianzas con instituciones educativas y plataformas digitales que visibilicen el trabajo local. La ciudad debe estar clara que el turismo pueda beneficiar primero a quienes aquí han luchado, viven y trabajan.
Pero no todo depende de las autoridades locales. Como comunidad, como ciudadanía, tenemos un rol fundamental: apoyar a nuestras y nuestros emprendedores es también un acto de defensa del territorio. Comprar y consumir en lo posible de manera local, recomendar lo nuestro, valorar y promover los productos y servicios hechos con identidad, es fortalecer un modelo económico más justo y sostenible. La próxima vez que alguien visite Suchitoto, recomendemos visitar y apoyar a nuestros pequeños emprendedores, a la señora que ofrece pupusas de maíz, al muchacho que pinta paisajes del lago y hace artesanías, a la familia que sirve café y hace tamales, a quienes cultivan y venden sus productos en mercaditos solidarios.
Suchitoto tiene todo para ser un ejemplo de turismo con rostro humano, y comprometido con la resiliencia colectiva, pero necesita que el éxito y ganancias no quede en manos de unos pocos, sino que se democratice en favor de quienes sueñan, emprenden y luchan desde el corazón del pueblo.
Porque emprender en Suchitoto no es solo un acto económico: es un acto de amor, solidaridad y esperanza por este lugar que tantos llaman hogar. Apoyemos la economía e iniciativas locales y hagamos de Suchitoto la ciudad encantadora y humana que siempre fue.