El Río Lempa tiene una importancia vital para nuestro país, entre otras razones, porque abastece de agua a 1.5 millones de personas del Área Metropolitana de San Salvador, a través de la Planta Potabilizadora El Torogoz; y sus cuencas albergan una gran cantidad de ecosistemas y especies de fauna y flora.
Su existencia también es fundamental para la agricultura, la pesca, el turismo y otras actividades de sobrevivencia de la población en 162 distritos que están en sus riberas; y sus cuatro centrales hidroeléctricas cubren el 33% de la demanda energética nacional.
Por tanto, puede decirse que El Salvador es un ecosistema que tiene como elemento central el Río Lempa. Nuestro principal afluente, además, es importante para los países vecinos, ya que beneficia a 15 municipios de Guatemala y a 22 de Honduras.
A pesar de esta enorme importancia, el Río Lempa sufre un acelerado proceso de degradación que pone en riesgo el abastecimiento de agua, la generación de electricidad, la producción agropecuaria y demás actividades que se realizan en sus cuencas.
Esto se debe a la sobreexplotación de sus recursos y servicios, al deterioro de sus ríos tributarios, la degradación de los bosques y humedales, al mal manejo de desechos sólidos en toda su cuenca, la descarga de aguas negras desde centros urbanos, manejo inadecuado de desechos industriales y agroindustriales, la explotación minera en Guatemala y al cambio climático.
Y este desastre ambiental, social y económico sería aún mayor con los daños de la minería metálica que promueve el actual gobierno salvadoreño.
La explotación a gran escala de la franja minera que atraviesa la zona norte del país sería el “tiro de gracia” en esta muerte lenta del principal afluente nacional, ya que sus cuencas serían destruidas por la tala de bosques y la remoción de millones de toneladas de roca en las montañas.
Sus zonas de recarga hídrica también quedarían extinguidas por el uso intensivo de agua para la separación de los metales y su caudal se convertiría en un charco de desechos con cianuro, drenaje ácido de minas, metales pesados y materiales tóxicos mortíferos.
Es por eso que, en este “Día Nacional del Río Lempa”, las comunidades de Chalatenango y Cabañas elevamos un grito de auxilio pidiendo evitar la estocada final contra la principal fuente de agua y de vida de nuestro país. Exigimos detener la minería metálica y lanzar un plan urgente de rescate, recuperación y protección del Río Lempa.
Por eso llamamos a todos los sectores del país a proteger nuestro río más importante y a cerrar filas contra la reactivación de proyectos mineros.
Finalmente, este día también reiteramos nuestra demanda de libertad y cese de la persecución judicial contra los líderes ambientalistas. Ellos son defensores del Río Lempa y de la vida, gravemente amenazad pir la minería metálica.
Sí al Río Lempa! ¡No a la minería metálica!!
Sí a la Vida! ¡No a la Minería!!
Libertad para los líderes comunitarios de Santa Marta y ADES!!
Chalatenango y Cabañas, 14 de marzo de 2025.
