Una entrevista con Maritza Estela Ayala
El Sitio Cenícero, en Suchitoto, se convirtió en un espacio de memoria y reflexión al conmemorar a los líderes y lideresas comunitarios y habitantes que, con su lucha y entrega, han construido y forjado un camino de progreso y lucha en la comunidad. Organizado por el Equipo de Memoria Histórica del Centro Comunitario del Sitio Cenícero, este evento no solo rindió homenaje a quienes han fallecido, sino que también reafirmó el compromiso de preservar su legado y memoria en las futuras generaciones.
El Equipo de Memoria Histórica del Centro Comunitario del Sitio Cenícero está conformado por: Rogelio Miranda, Otilio Ayala, Nelson Ayala y Maritza Ayala, quienes junto a la comunidad hicieron posible esta actividad cuyo propósito principal fue generar un espacio de reflexión sobre el desarrollo de la comunidad y el rol fundamental que jugaron sus líderes y lideresas, tanto en tiempos de conflicto, así como en la reconstrucción posterior con la repoblación. “Queremos que las nuevas generaciones conozcan la historia, que comprendan el sacrificio de quienes dieron su vida por ver progresar a su gente”, expresó Maritza Ayala, miembro del equipo organizador.
Durante la conmemoración, se presentaron fotografías y videos que narran la historia de la comunidad desde la repoblación, resaltando la valentía de aquellas personas que defendieron el territorio y trabajaron incansablemente por su gente. Esta fue la primera vez que se incorporaron imágenes físicas de los fallecidos, permitiendo un momento de profunda reflexión y recogimiento para sus familiares.
Un homenaje a quienes construyen en comunidad
El evento recordó a personas que, desde el conflicto armado, la repoblación y hasta la actualidad, dejaron un impacto en la comunidad. “Incluimos a líderesas y lideres comunitarios, niños, jóvenes y amigos que amaron esta tierra y trabajaron por ella”, destacó Ayala. Muchos de ellos se distinguieron por su lucha y espíritu de solidaridad y compromiso, defendiendo nuestros derechos, promoviendo el desarrollo en momentos de extrema pobreza, gestionando recursos para nuestra comunidad, alimentos y otros bienes esenciales.
Los valores que estas personas inculcaron—cooperación, responsabilidad, organización, honestidad y compromiso—siguen siendo pilares fundamentales en la comunidad. La actividad permitió que los asistentes conversaran y reflexionaran sobre la importancia de trabajar unidos y mantener viva la memoria histórica.
La respuesta de la comunidad fue emotiva y significativa. Familiares de los homenajeados participaron activamente en la organización y vivieron momentos de nostalgia al ver las imágenes de sus seres queridos. “No pudimos evitar las lágrimas de los familiares, pero también sentimos alegría de ver que no han sido olvidados”, enfatizó Maritza.
Jóvenes y niños también se involucraron en la preparación del evento y en su desarrollo, demostrando que la memoria histórica sigue siendo un tema vigente y necesario para fortalecer la identidad comunitaria. La presencia juvenil es clave para garantizar que la historia se siga contando y que el compromiso con la comunidad no desaparezca.
El reto de preservar la memoria histórica
Para continuar fortaleciendo la memoria en Sitio Cenícero y en Suchitoto, los organizadores enfatizaron la importancia de seguir realizando eventos conmemorativos, talleres para jóvenes y la niñez, así como recopilando testimonios y fotografías. “La historia vive en nuestra gente, en sus recuerdos y en sus luchas comunitarias”, mencionó Maritza.
¿Qué reflexiones dejó esta actividad en los asistentes? Que el trabajo en comunidad es importante. Que la memoria de quienes ya no están aún sigue viva. Que valoramos el trabajo y la solidaridad de quienes han ayudado al progreso de la comunidad. Que ver el progreso a través de fotografías y vídeos nos une como una familia. Que las próximas generaciones no deben perder esta tradición y se involucren en el trabajo comunitario.
Frente a quienes creen que recordar el pasado es innecesario, la comunidad del Sitio Cenícero responde con una firme convicción: la memoria nos une y nos impulsa a seguir luchando por el progreso. Preservarla es un acto de justicia y un compromiso con las generaciones futuras.
Con iniciativas como esta, el Sitio Cenícero demuestra que recordar no es solo un acto de nostalgia, sino que la memoria histórica es una herramienta poderosa para reflexionar en tiempos de crisis y construir un mejor futuro basado en la solidaridad, la justicia y el trabajo colectivo.
Fotos cortesía: Equipo de Memoria Histórica Sitio Cenícero.