En lo profundo del cantón Ichanquezo de Suchitoto, rodeado de ríos y quebradas que susurran tranquilidad, nació Keira Julissa Aguilar Pineda, una joven cuya historia es un testimonio de la fuerza, la perseverancia y el amor por sus raíces y un preciado sueño. Hoy, con 24 años, está a punto de culminar su carrera de Medicina, un sueño que construyó junto a su madre desde su infancia y que la ha llevado a superar innumerables retos y desafíos. Todo en la ruta de alcanzar su sueño de convertirse en una profesional de la salud y la medicina.
Raíces que fortalecen
“Mi lugar de origen es una comunidad grande y tranquila”, dice Keira con una sonrisa al hablar de Ichanquezo. Su infancia estuvo marcada por la unión familiar: tardes recolectando mangos en “La Hacienda”, juegos de fútbol y softbol con pelotas de plástico, y largas caminatas por la campiña que reflejan el espíritu libre y aventurero que siempre la acompañó. Estos recuerdos, llenos de risas y amor, le enseñaron a encontrar fortaleza en la paz que la rodeaba.
El inicio de un sueño
Desde muy pequeña, Keira estuvo expuesta al mundo de la medicina gracias a su madre, enfermera de profesión. “Ella llevaba libros de anatomía, semiología y patología a casa, y yo, con curiosidad, los exploraba”. Este primer contacto despertó en Keira una fascinación que pronto se convirtió en una pasión. Su madre, con su tenacidad, al llevarla a clases universitarias, sin saberlo plantó la semilla de lo que sería el sueño de su hija: convertirse en el orgullo de su madre y ser una doctora.
Mi mamá es enfermera y, desde pequeña, veía sus libros de anatomía, semiología y patologías. Aunque no entendía todo, hacía preguntas y ella siempre me respondía. Fue así como nació mi interés por la medicina.»
El desafío de llegar a la universidad
Pero alcanzar los sueños no es cosa fácil. El camino hacia la Universidad de El Salvador estuvo lleno de muchos obstáculos. El primero fue el viaje diario desde Suchitoto hasta San Salvador. “Salía de casa a las 4:00 a.m. para tomar el autobús y llegar a tiempo a clases”. Las largas travesías y los constantes episodios de ansiedad no la detuvieron. A pesar de los miedos y el agotamiento, la pequeña Keira continuó firme, aferrándose a su sueño.
Una carrera exigente pero gratificante
“La medicina es hermosa y exigente”, explica Keira, quien no solo ha enfrentado largas horas de estudio, sino también el sacrificio de no compartir tiempo con su familia y amigos. Las noches desveladas y los sacrificios financieros han sido constantes. Sin embargo, Keira encuentra motivación en cada pequeño logro: una buena nota, una clase inspiradora, o la satisfacción de aprender algo nuevo y por supuesto, el ejemplo de su madre que la inspira cada dia.
Cuando llegó el momento de enfrentarse al área clínica, Keira decidió mudarse a San Salvador. Aunque esto le dio independencia y nuevas habilidades, también significó distanciarse de su hogar y enfrentarse al mundo sola, lejos de casa y los suyos. Aun así, con valentía ella nunca perdió de vista su meta y enfrento las responsabilidades de sus estudios y cuidar de si en mundo diferente al que conocía en su natal Suchitoto.
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El año de servicio social:
Actualmente, Keira está finalizando su octavo año de estudios, realizando su servicio social en la Unidad de Salud Básica de Palo Grande, en Suchitoto. Este periodo ha sido particularmente significativo para ella. “Como médica coordinadora, aprendí tanto del aspecto administrativo como del clínico”, comenta con orgullo. La experiencia le ha permitido reafirmar su pasión por la medicina y su compromiso con su comunidad.
El motor de su perseverancia
A lo largo de este desafiante camino, su familia ha sido su mayor apoyo. “Siempre han creído en mí y me han ayudado a superar momentos de tristeza, estrés y decepción”. Además, la beca que recibió en sus primeros años de estudio del programa Palo Alto Friends Meeting, gestionado por Don Roberto Broz, fue clave y muy importante para aliviar la carga económica y continuar con sus estudios y agradece a quienes han contribuido con hacerlo posible.
Keira está muy clara en que su mayor inspiración es su madre, a quien describe como su ejemplo de fortaleza y determinación. “A pesar de los obstáculos, siempre dio lo mejor para ella misma y para nosotros. Ella ha sido una gran inspiración para mí.»
Mirando hacia el futuro
Tras largos y sacrificados años de estudio, Keira tiene la mirada puesta en especializarse en pediatría, Ella sueña con contribuir al bienestar de los niños y las familias. “Espero seguir aprendiendo y devolviendo a mi comunidad todo lo que me ha dado”, dice con humildad.
La historia de Keira Pineda no solo inspira, sino que también demuestra que los sueños se logran con esfuerzo, sacrificio y el apoyo de quienes nos rodean. Desde las quebradas de Ichanquezo hasta los hospitales de San Salvador, Keira lleva consigo el amor por sus raíces y la determinación de seguir el ejemplo de su madre y marcar la diferencia como una doctora al servicio de los demás.
Keira es sin duda un ejemplo de cómo la persistencia y perseverancia rinden sus frutos, de que nada es gratis ni mucho menos fácil, de que todo requiere de sacrificios, grandes sacrificios para abrazar la satisfacción de convertirse en aquello que soñaste un día. ¡Una pequeña pero gran doctora viene en camino!
Entrevista con Keira Pineda:
¿Puedes contarnos un poco de tu lugar de origen?
Mi lugar de origen es una Comunidad de Suchitoto, llamada Ichanquezo. Aquí vive mi familia materna. Es una Comunidad grande y tranquila. Hay zonas con ríos y quebradas que son de los lugares donde me puedo relajar y quitar el estrés.
¿Cómo fue tu infancia en Suchitoto?
Mi infancia fue marcada principalmente por una cosa: Mi Familia. He sido muy apegada a mis tíos y primos, por lo cual tuve una infancia divertida. Recuerdo las tardes en las que salíamos a un lugar que le decimos «la Hacienda» a buscar mangos, o simplemente caminar. Las tardes en las que andábamos en bicicleta, jugábamos fútbol y también softbol; con una pelota de plástico y un palo.
¿Dónde realizaste tus estudios de básica y bachillerato?
Desde Kinder hasta Noveno Grado realicé los estudios en Centro Escolar Miguel Hidalgo y Costilla. Es la escuela que se encuentra en comunidad Ichanquezo.
Saqué mi bachillerato en el Instituto Nacional de Suchitoto (INSU) entre el año 2015 y 2016.
¿Cuál es la enseñanza más valiosa que tienes de este periodo de tu vida?
Pienso que el tener una infancia y adolescencia compartiendo con familiares y amigos; saliendo a lugares tranquilos y bonitos; apreciando un atardecer; el sonido de la quebrada en épocas de lluvia; o ensuciarme toda al jugar por las tardes; me enseñó que estoy rodeada de paz y amor en todas su formas. Que a donde sea que vaya siempre tendré esos recuerdos que de alguna forma me ayudan a tener fortaleza.
¿Qué te motivó a elegir la carrera de medicina?
Fueron dos cosas: Mi madre y la Curiosidad.
Mi mamá es enfermera. Comenzó sus estudios universitarios en esta rama cuando yo tenía entre 4 o 5 años. Ella llevaba sus libros y revistas de anatomía, semiología y patologías a casa. Y yo con mucha curiosidad veía las imágenes (ya que aún a esa edad no podía leer muy bien). Recuerdo que le hacía muchas preguntas a mi mamá sobre alguna enfermedad que veía en fotos y ella siempre me respondía. Fue así como me comenzó a interesar todo lo relacionado a la rama de medicina. Ella me llevaba a sus clases en la universidad, y aunque aún era una niña que se ponía a dibujar y pintar en el aula, siempre quería escuchar lo relacionado a la clase de mamá.
El camino hacia la universidad
Sabemos que llegar a la universidad no es fácil. ¿Qué obstáculos has enfrentado para acceder a tus estudios?
El principal obstáculo fue el viaje hacía la universidad. Yo nunca había viajado sola desde suchitoto hacía San Salvador. Empezar este recorrido fue un gran reto. Además, en muchas ocasiones tuve ataques de ansiedad durante los viajes en el autobús. Siempre pensaba: ¿llegaré bien a casa? ¿Me pueden asaltar aquí? ¿Me voy a perder?. Tener esos pensamientos era estresante, pero poco a poco me fui acostumbrando.
¿Puedes explicarnos que significa y que exige estudiar la carrera de medicina?
La carrera de Medicina es Hermosa y Exigente. Es Hermoso e interesante el saber todo lo que regula a la persona tanto físicamente como mentalmente, y que es lo que pasa cuando no está regulado correctamente; es ahí cuando entra la curiosidad y la búsqueda del bienestar de la persona; es ahí donde entra el médico.
La carrera de medicina exige mucho tiempo de estudio, de lectura , de desvelos, de altas dosis de Café. Porque puede que en una materia hayas acabado pruebas y exámenes, pero tienes otras 3 materias pendientes con tareas o exámenes. Se sacrifica mucho tiempo en familia, amigos o de ocio.
Pero no hay nada como el bienestar de haber realizado todo, haber aprendido y como premio: el anhelado descanso.
¿Cómo fue el cambio de vida entre Suchitoto y el gran San Salvador y el reto universitario?
Fue de las partes más difíciles. Como lo dije anteriormente: El viaje hacia la universidad fue un verdadero reto. Entraba a las 6 a.m a mi primera clase, eso significaba salir de casa a las 4:00 a.m para tomar el autobús de las 4:15 a.m.
Así estuve durante los primeros tres años. Viajando en autobús y en transporte universitario.
En Cuarto año, tomé la decisión de ir a vivir a San Salvador. Ya que cuarto año de la carrera es el inicio del área clínica (ir a diferentes hospitales). Fui a vivir con un familiar. Era algo nuevo para mí ya que inicié haciendo mis propias compras de super, salía a tomar café o a comer sola. De alguna manera esto me ayudó a desenvolverme más y ser más independiente. Viví al rededor de 3 meses así, ya que comenzó la pandemía por covid 19 y tuve que regresar a casa. Estuve en casa otra vez recibiendo clases virtuales, hasta que inició Quinto año de medicina que me trasladé nuevamente a vivir a la ciudad.
Era difícil el llegar a casa algunos fines de semana y no saber cuando volver. Miraba a mis hermanos cada vez creciendo más y más y no poder estar ahí con ellos. Además, me hacían mucha falta mis mascotas.
Aprovechaba estar con mi familia en los períodos de vacaciones, ya que después tenia que regresarme. Estuve viviendo fuera de casa durante el quinto, sexto y séptimo año de la carrera.
¿En qué punto de la carrera te encuentras y que significa eso para ti?
Estoy actualmente terminando mi octavo año de la carrera, es el llamado año Social o servicio Social.
El año social significaba trabajar en una unidad de Salud. Yo estuve trabajando como médico coordinador en unidad de Salud Básica de Palo Grande, acá en Suchitoto. Ya que era médico coordinador tenia que llevar tanto el aspecto de las consultas médicas como lo administrativo de la unidad. Esto significó mucho ya que aprendí lo que se realiza administrativamente en el primer nivel de atención, muy diferente a lo que venía haciendo los años anteriores enfocados al área clínica hospitalaria. Así que este octavo año me dejó mucha enseñanza.
¿Cuál ha sido el papel de tu familia en todo este proceso?
Mi familia ha sido mi principal apoyo. Me vieron en mis etapas de estrés, de tristeza o de decepción. Y siempre me intentaron ayudar o intentar hacerme sonreír. Además, siempre han creído en mí y en lo que puedo lograr.
¿Hubo algún momento en el que pensaste en renunciar a tu sueño? ¿Qué te hizo seguir adelante?
Nunca lo pensé. Siempre estuve enfocada en que quiero esto, quiero ser médico. Pase lo que pasé.
Acepto que hubo días en los que la presión era demasiada que simplemente colapsaba, lloraba, quería dejarlo todo. Pero luego razonaba, son etapas que ha todos nos pasan, y es normal sentirse así.
¿Cómo describes la vida universitaria de una estudiante de medicina?
Hay momentos de mucha éxtasis por querer saber más y más, por compartir con tus amigos de la carrera los conocimientos. Esa alegría de sacar una buena nota o pasar a exponer y te vaya bien. O tener maestros que te enseñen con mucho amor.
Pero también hay momentos de tristeza, estrés y decepción. Como al no sacar buena nota aunque pasaste una semana estudiando el tema, el no poner atención en clase, porque estas durmiendo porque la noche anterior te desvelaste para un examen. El estar con maestros que te regañan sin razón o te menosprecian.
Todo eso implica el estudiar medicina, es una constante montaña rusa de emociones.
Sacrificios y esfuerzos
¿Qué sacrificios has tenido que hacer para avanzar en tu carrera?
He sacrificado el descanso, el tiempo con mi familia y muchas veces mi propia salud, tanto física como mental.
¿Qué retos encuentras como estudiante de medicina, tanto académicos como económicos?
Académicamente es exigente. Al inicio las materias son mayormente teóricas, pero aun así toman mucho tiempo para estudiar, realizar pruebas y exámenes. Posteriormente viene el área clínica que ya es un mayor contacto con el paciente, eso es mayor exigencia ya que te enfrentas a la enfermedad, al diagnóstico, al manejo y bienestar de la persona; Y evitar fallar.
En cuanto a lo económico: Realicé mis estudios en la Universidad de El Salvador,, así que no tuve que pagar Matricula e inscripción; pero, a parte de eso, hay mas gastos, es una carrera que exige muchos libros. En cada ciclo se van comprando libros, además el costo de los instrumentos médicos para evaluar a los pacientes. Además los gastos de comida, ya que el desayuno y el almuerzo eran fuera de casa. Y el transporte, que aunque no es caro pero al sumar lo que se gasta cada semana o cada mes en transporte se ve que es un gasto significativo.
¿Recibes algún apoyo, ya sea de tu familia, becas o instituciones? ¿Cómo ha impactado esto en tu formación?
Mi mamá y mi papá, fueron los que me han ayudado económicamente.
Además fuí becada por 5 años por el programa Palo Alto Friends Meeting que lo lleva a cabo Don Roberto Broz. Del cual estoy muy agradecida por todo ese apoyo durante esos años.
El apoyo de mi familia y del programa fueron claves para seguir, para no rendirme y querer siempre aprender, sacar buenas notas y luchar hasta llegar a ser doctora. Que el sacrificio que mi familia ha hecho y el apoyo del Programa Palo Alto Friends Meeting no sea en vano.
Inspiración y visión de futuro
¿Qué o quiénes son tus mayores fuentes de inspiración?
Mi mayor fuente de inspiración es mi madre. La veo a ella y veo todo lo que ha logrado a pesar de que a corta edad fue madre. De que a pesar de todo los obstáculos tanto económicos, como emocionales, siempre quiso lograr su sueño y dar lo mejor para sí misma y para sus hijos. Mi madre es mi mayor inspiración.
¿Cómo ves tu futuro como profesional de la salud?
Espero especializarme en el área de pediatría con sub especialidad en Cirugía pediátrica o neonatología.
Por el momento no he aplicado a residencia ya que quiero trabajar en el área de medicina y ahorrar para poder optar por una residencia en el extranjero. Espero poder lograrlo.
¿Qué mensaje les darías a las juventudes de Suchitoto que sueñan con estudiar esta carrera o enfrentan dificultades para perseguir sus sueños?
Para quienes les interese esta carrera, les digo que implica mucho sacrificio, pero estoy segura de que durante su proceso aprenderán, conocerán personas, se sentirán felices de lo que logran cada día y eso hará que el sacrificio valga mucho más la pena.
Además, no importa la edad que tengan, tarde o temprano si se lo proponen lograrán todo lo que desean. Todo conlleva un sacrificio, pero luego vienen las recompensas.
Reflexión sobre la comunidad
¿Cómo miras el panorama para las juventudes de Suchitoto, crees que la situación puede mejorar para que más jóvenes tengan acceso a la educación universitaria?
He notado que hay más jóvenes interesados en seguir sus estudios posterior a terminar el bachillerato y eso es muy bueno. Pero, aunque muchas veces en los jóvenes están esas ganas de seguir con los estudios universitarios , no tienen apoyo económico o necesitan aportar económicamente a sus familias con trabajo, y dejan el sueño de seguir sus estudios universitarios. Entonces, es de enfocar en estos aspectos el apoyo y la promoción de organizaciones o programas que den becas a esos jóvenes que desean sacar una carrera. Y en Suchitoto has varios proyectos y organizaciones relacionados al programa de becas.
¿Qué papel juegan los valores y luchas comunitarias de Suchitoto en tu vida como estudiante y futura profesional?
En las comunidades se visibiliza más el interés de los jóvenes por seguir sus estudios; en otras épocas cuando los jóvenes salían de básica o de bachillerato su única opción era el trabajo en la zona del campo o zona industrial. Pero ahora, se percibe que hay más apoyo familiar y comunitario en ver a los jóvenes perseguir el futuro qué ellos desean, y no hay nada más placentero que ver como lo están logrando.
Y eso percibo en mi vida, mi familia y personas de la comunidad que me han visto crecer , ahora me ven con orgullo por lo que estoy logrando. Y que saben que en un futuro cercano puedo ayudarlos cómo médico, como familiar y como amiga.
Espero que mi entrevista ayude a muchos jóvenes a querer perseguir sus sueños.
Siéntanse orgullosos de ustedes mismos, no se rindan.