Este año, la Colectiva Feminista celebra dos décadas de incansable lucha y trabajo en El Salvador, defendiendo los derechos de las mujeres y fortaleciendo una perspectiva de género que reconoce y valora la diversidad, la justicia y la igualdad. Bajo el lema: “20 años se dice fácil” «Aquí sí se hace lucha», la Colectiva ha marcado una historia de resistencia y compromiso en la búsqueda de un país donde la dignidad, igualdad y los derechos de las mujeres y las comunidades sea una realidad cada vez más posible.
Fundada en el 2004, la Colectiva Feminista surgió en un contexto marcado por la violencia estructural y la falta de políticas efectivas que garantizaran los derechos fundamentales de las mujeres. En sus inicios, este grupo de mujeres junto a la organización hermana de origen Las Dignas, de manera valiente y comprometida comenzaron a formar redes de apoyo y acompañamiento para aquellas que enfrentaban situaciones de violencia, exclusión y vulnerabilidad. Con el tiempo, estas redes se transformaron en un movimiento sólido que no solo ha logrado visibilizar las problemáticas que enfrentan las mujeres, sino que ha creado estrategias de transformación y defensa por los derechos de todas.
“Aquí sí se hace lucha”
La frase «Aquí sí se hace lucha» no solo es un lema, sino una reafirmación de que los cambios sociales no son posibles sin la participación activa y organizada de la ciudadanía. En cada rincón de El Salvador, y especialmente en Suchitoto, la Colectiva ha trabajado arduamente en proyectos educativos, campañas de prevención de la violencia, derechos reproductivos, formación de liderazgos, y defensa de los derechos humanos de las mujeres, así como en defensa del territorio y los bienes naturales como el agua y el medio ambiente.
“20 años se dice fácil” pero este esfuerzo ha sido y es una lucha contra el olvido y la apatía, un llamado a la acción para construir una sociedad más justa y equitativa. La Colectiva ha logrado movilizar a mujeres de todas las edades, inspirándolas a tomar el poder de sus vidas y sus comunidades, demostrando que la lucha feminista es un proceso colectivo y necesario para el desarrollo social del país.
Suchitoto: Un Faro de Esperanza
Suchitoto se ha convertido en un epicentro de los esfuerzos de la Colectiva Feminista. Aquí, el trabajo de la Colectiva ha sido particularmente significativo en términos de formación de liderazgos locales, donde mujeres jóvenes y adultas han encontrado un espacio seguro para alzar sus voces y participar activamente en la construcción de políticas y programas de igualdad de género e incidencia comunitaria.
Los programas de la Colectiva han permitido la capacitación de líderesas comunitarias que hoy están cambiando la dinámica social del municipio. Desde la organización de talleres de derechos humanos hasta la implementación de proyectos de desarrollo sostenible, el trabajo de la Colectiva en Suchitoto es un claro ejemplo de cómo el empoderamiento y la educación pueden transformar una comunidad.
Durante estas dos décadas, la Colectiva ha logrado importantes avances en políticas públicas y en la creación de espacios para el diálogo sobre temas como la legalización del aborto, la justicia e igualdad de género y la protección de los derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, estos logros no han sido fáciles de alcanzar, y la Colectiva ha enfrentado numerosos desafíos en un contexto social y político adverso. La criminalización de la lucha feminista y la violencia sistemática son algunos de los obstáculos que la organización ha tenido que enfrentar y superar.
A pesar de estos retos, la Colectiva continúa su misión de manera inquebrantable y valiente, demostrando que la fuerza de sus ideales y la valentía de sus integrantes son más poderosas que cualquier intento de silenciarlas. Su impacto ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un referente de resistencia para los movimientos feministas en América Latina y el mundo.
Desafíos en la lucha feminista
Sabemos que 20 años se dicen fácil, pero estos 20 años de la Colectiva no son solo un motivo de celebración, sino también una invitación a reflexionar sobre el camino recorrido y los desafíos que quedan por delante. En un país donde las mujeres aún enfrentan una gran cantidad de obstáculos, la Colectiva es una muestra de que la lucha colectiva puede generar cambios reales y sostenibles.
La celebración de este aniversario marca un momento de renovación de fuerzas y compromisos, recordando a todas las mujeres de El Salvador y Suchitoto que su voz, lucha y su resistencia son necesarias. Desde los espacios comunitarios hasta la esfera política, la Colectiva Feminista continúa siendo un faro de esperanza y un recordatorio de que el cambio es posible cuando las mujeres se organizan y luchan juntas.
El futuro de la Colectiva Feminista está cargado de desafíos, pero también de esperanza. Las nuevas generaciones de mujeres, empoderadas por el legado de esta organización, están tomando y enarbolando la lucha para continuar la labor en un contexto que exige cada vez mayor compromiso y resiliencia. La Colectiva ha demostrado que el feminismo en El Salvador no es solo un ideal, sino una práctica diaria de resistencia, apoyo y transformación, que la lucha es posible y que, aunque los caminos y los contextos actuales sean difíciles, siempre habrá quienes levanten la voz y defiendan los derechos de todas. Estos 20 años son solo el comienzo de una historia que seguirá inspirando a futuras generaciones de mujeres a creer en la posibilidad de una sociedad libre de violencia y opresión.
Así, mientras celebran estos 20 años de lucha, la Colectiva Feminista reafirma su compromiso con cada mujer, cada niña y cada comunidad que sueña con un El Salvador más justo, equitativo y libre. Aquí, en Suchitoto y en cada rincón del país, su mensaje sigue resonando: aquí si se hace lucha, y aquí seguirá haciéndose, hasta que todas seamos libres y nuestros derechos sean respetados en igualdad de condiciones.