Desde hace 35 años, el Festival del Maíz se ha consolidado como una de las celebraciones más emblemáticas de Suchitoto. Este festival, que tiene sus raíces en la devoción por la tierra y sus frutos, es más que una simple celebración gastronómica; es un testimonio vivo de la conexión ancestral que la comunidad tiene con el maíz, un grano sagrado en la cultura mesoamericana, y la tierra que lo nutre.
El festival comenzó como una iniciativa comunitaria impulsada por la Parroquia Santa Lucía, que, con un profundo sentido de gratitud hacia los frutos de la naturaleza, buscaba unir a los habitantes de Suchitoto en torno a una causa común: dar gracias por la cosecha, revitalizar las tradiciones culinarias locales y fortalecer la economía de los territorios de Suchitoto. Desde entonces, cada año, la comunidad se reúne en una gran fiesta, un evento que resalta la riqueza cultural y agrícola de la región, transformando la plaza y las calles del pueblo en una feria donde el maíz es el gran protagonista indiscutible.
La Parroquia Santa Lucía ha sido el corazón de este festival, liderando los esfuerzos para organizar y mantener un evento que trasciende lo religioso y abarca lo cultural, lo económico y lo social. Bajo su liderazgo, el festival ha logrado unir a las comunidades, a pequeños agricultores, artesanos, cocineros y comerciantes locales, y comunidad en general, quienes encuentran en este espacio una oportunidad para promover sus productos, fortalecer la unidad comunitaria y compartir con visitantes de todo el país y más allá. El maíz, presente en platillos tradicionales como las pupusas, riguas, tamales, elotes locos, atoles y tortillas y otras formas de preparación, se convierte en el vínculo que conecta a las generaciones con sus antepasados, celebrando la cultura ancestral agrícola que define a Suchitoto.
Este festival no solo es una expresión de la rica herencia gastronómica de la región, sino que también ha logrado convertirse en un motor económico para los pobladores locales. Durante los días del festival, las ventas de productos derivados del maíz, así como de artesanías y servicios turísticos, proporcionan ingresos significativos para muchas familias, fortaleciendo la economía local y promoviendo el turismo rural y cultural. Cada agosto, las calles de Suchitoto se llenan de puestos de comida tradicional, música y bailes que reflejan el espíritu alegre y la resistencia del pueblo.
Además, el Festival del Maíz ha sido un espacio clave para reforzar el sentido de pertenencia y el orgullo de los habitantes de Suchitoto. En un mundo cada vez más globalizado, donde las tradiciones tienden a desvanecerse, esta celebración permite que la comunidad se conecte con sus raíces, manteniendo viva una herencia que ha sido transmitida de generación en generación. El maíz no es solo un alimento; es un símbolo de la identidad y la resiliencia de un pueblo que ha sabido honrar y cuidar su tierra.
El festival también se ha convertido en un espacio para la reflexión sobre el cuidado de la tierra y la importancia de proteger las tradiciones agrícolas frente a las amenazas de la modernización. En un contexto donde el monocultivo, las empresas agroindustriales y la pérdida de biodiversidad son realidades, el Festival del Maíz reafirma el compromiso de Suchitoto con la soberanía alimentaria, la sostenibilidad y la defensa de sus territorios ancestrales.
Este 35º aniversario del festival no solo marca una trayectoria de éxito y perseverancia, sino que también es un recordatorio del poder de la comunidad cuando se une en torno a un propósito común. La Parroquia Santa Lucía ha demostrado que, más allá de la fe, el liderazgo comunitario puede ser una fuerza transformadora, capaz de crear espacios de encuentro, resistencia cultural y desarrollo económico.
Durante estos 35 años el Festival del Maíz, ha demostrado que continúa siendo una expresión viva del amor por la tierra y sus frutos, y en cada tortilla, cada tamal y cada atole, se encuentra el legado de un pueblo que sigue caminando al ritmo de las temporadas de siembra y cosecha, siempre agradecido por los dones que la madre tierra les brinda.
Recuerde este evento, más allá de lo festivo, refuerza el tejido social de Suchitoto, uniendo a las familias y comunidades en torno a un símbolo común: el maíz, representación de la vida y el trabajo colectivo. Celebrar el maíz es también celebrar la identidad, la historia y el futuro de este pueblo, que sigue floreciendo gracias a su capacidad de resiliencia, resistencia y gran sentido de unión comunitaria.
Fotos: Parroquia Santa Lucia, Elmer Martinez, Luis Carranza