Suchitoto destaca no solo por su herencia cultural, sino que también por su compromiso por la defensa de los derechos humanos. En un municipio conservador, donde prevalecen los valores cristianos, en Suchitoto luchan por defender los derechos de las personas LGBTIQA+ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queer, asexuales + otra gran diversidad). El pueblo insiste en mantener una comunidad respetuosa, con espacios inclusivos para todes sus habitantes, libres de discriminación y de violencias.

La historia de Suchitoto está impregnada de un espíritu de resiliencia y unidad, características que ahora se reflejan en sus esfuerzos por garantizar que todas, todos y todes, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, se puedan sentir parte de la ciudad. En una sociedad donde los discursos y acciones discriminatorias y de intolerancia aún persisten, Suchitoto sigue luchando por ser inclusivo, promoviendo activamente el respeto y la tolerancia entre sus habitantes.

Uno de los pilares de este enfoque ha sido la educación y la sensibilización.  Colectivas como “Huellas de Suchitoto” han llevado a cabo procesos de concienciación sobre los derechos y la dignidad de las personas LGBTIQA+. Estas iniciativas han sido cruciales para ir superando prejuicios y fomentar una cultura de respeto y empatía a todos los seres humanos, pues todes somos sujetos de derechos.

Organizaciones, cafés, restaurantes y tiendas lucen con orgullo banderas del arcoíris, simbolizando su apoyo y bienvenida a todas las personas en su diversidad. Las organizaciones de mujeres han implementado programas de educación inclusiva que promueven el respeto por y hacia las personas sexo género disidentes, a fin de construir una sociedad más equitativa e inclusiva.

Sin embargo, el camino hacia una completa igualdad, respeto y aceptación es lejano y no está exento de retos y desafíos. La discriminación y la intolerancia aún se hacen presentes en diversas formas en la comunidad, y este aumenta cuando el sistema arremete con discursos de odio y prejuicios.

En tal sentido es importante no caer en discursos maliciosos que buscan sembrar más prejuicios y división en nuestras comunidades.  Suchitoto ha mostrado una determinación inquebrantable para defender los derechos humanos de todas las personas y no necesita de más odio, prejuicios y división entre sus habitantes.

Nuestra meta es la reconciliación y la convivencia pacífica, más allá de colores, gustos u orientaciones. Aquí todas las personas amantes del respeto mutuo y la convivencia pacífica han sido y son bienvenidas. Gracias a las organizaciones de mujeres hay pequeños programas, grupos de apoyo y asistencia a las personas LGBTIQA+ que enfrentan discriminación o violencia, proporcionando un refugio seguro y una voz en momentos de necesidad.

En Suchitoto, la participación de las organizaciones de mujeres y la ciudadanía han sido esenciales para crear un entorno donde la diversidad pueda ser respetada. Este esfuerzo colectivo ha generado un impacto positivo, no solo en la vida de las personas LGBTIQA+, sino en toda la comunidad, promoviendo un ambiente de paz, tolerancia y respeto mutuo.

Con todo, Suchitoto se esfuerza por mantener espacios de inclusión y tolerancia hacia cualquier persona que esté dispuesta a contribuir a la convivencia pacífica y respetuosa dentro de la ciudad. Al celebrar la diversidad y trabajar juntos, juntas y juntes para erradicar la discriminación, la ciudad no solo fortalece su tejido social, sino que también envía un poderoso mensaje al resto del país: que una sociedad inclusiva y respetuosa es posible y beneficiosa para todas, todos y todes. La historia de Suchitoto es una de progreso, de humanidad y de un compromiso inquebrantable con la dignidad y los derechos de todas las personas, independientemente de quiénes sean o a quién amen.