Suchitoto, Gaceta noticias -El Slavador-

Cuando la normativa atenta contra el ciudadano

Por Alejandro Gómez

Es un punto de inflexión. La situación climática nos pasa factura, el calor se ha vuelto insoportable y constante, muchos de nuestros destinos en El Salvador son normalmente calientes, pero ahora los que eran frescos tienen una temperatura tan alta que dejaron de ser opción para visitar por su clima de tradición agradable. La propuesta de mitigación de esta condición es simple: reforestar.

 

Pero esta solución enfrenta ahora a uno de los más aberrantes enemigos: la burocracia. Es el caso que, en Cuscatlán Norte, distrito Suchitoto, los primeros árboles de un esfuerzo ciudadano por hacer de Suchitoto un lugar más verde, están siendo víctimas de una ordenanza municipal (o de su posible aplicación maliciosa de parte de un funcionario), desconozco si el nuevo alcalde está en conocimiento de la medida.

 

Una norma puede ser válida y no ser vigente, también ser válida y vigente y no ser aplicable a hechos subsumibles bajo su supuesto. Cuando una norma es lesiva a los intereses de la sociedad a la que sirve, es necesario revisarla, readecuarla y actualizarla para que sea consecuente con el momento histórico.

 

Para poner en contexto este caso, un ciudadano tomó la iniciativa de sembrar árboles frente a su negocio, una iniciativa que busca dar modestamente una respuesta al caluroso clima de Suchitoto. El principal ausente en buscar soluciones para la comunidad ha sido la autoridad municipal, que paradójicamente, es la llamada a dirigir los esfuerzos de la comunidad para desarrollar soluciones sostenibles que permitan a Suchitoto ser un mejor lugar para vivir y visitar.

 

En noviembre de 2010, la publicación del ensayo “Desertificación y turismo en El Salvador” buscaba ser una alerta a las autoridades para tomar en serio el cambio climático y buscar soluciones. En este momento su contenido tiene más vigencia, pues nuestro país ha perdido muchos árboles en su lucha frente al “desarrollo”.

 

La normativa en cuestión (Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador y la Ordenanza de Aplicación del Plan de Ordenamiento Urbano y Protección del Patrimonio Cultural Edificado de la ciudad de Suchitoto), que pretende ser el argumento para retirar los árboles recién sembrados, no fue promulgada para talar árboles, y choca con el sentido común que nos señala que el camino para mitigar el insoportable calor es la reforestación. ¿Es tan difícil entenderlo? Lo que corresponde es armonizar las normativas con la necesidad de arborizar y al mismo tiempo volver accesible la ciudad con la movilidad de las personas con limitaciones o que requieren silla de ruedas.

 

Oponerse a la arborización en la ciudad, no es ser conscientes y consecuentes con la urgente necesidad de reforestar, un esfuerzo que el mismo presente gobierno central ha iniciado con la siembra de muchos árboles de Maquilishuat que he visto en muchos lugares, y que contrasta con la respuesta de las jefaturas distritales de Suchitoto actuales y su ejemplo de cómo lidiar con el cambio climático, cuando su cometido debería ser liderar o apoyar el esfuerzo por reforestar la ciudad.

 

Por otro lado, hemos visto cómo se ha vulnerado recientemente el patrimonio cultural para, supuestamente, “embellecer” la ciudad con motivo del evento “Miss Universe”, sin que la normativa haya sido aplicable, situación que también sucedió cuando se remodelo el parque frente a la Iglesia Santa Lucía, sin las consideraciones de lo que habría sido el mismo en la época de la colonia. Hay diferencias entre restaurar y remodelar…

 

Considerando lo anterior, y siendo consecuente con la defensa del medioambiente, mi propuesta es que se revisen las normativas y se adecuen al momento en que vivimos, o se revise su aplicación, ya que si Suchitoto (me cuesta admitirlo) será una ciudad sin árboles, no puedo aceptarlo y la normativa debe ser revisada, así como también si la interpretación o aplicación de dicha normativa es selectiva y tiene dedicatoria, lo cual sería peor… “El que tenga oídos…»

Alejandro Gómez / Consultor OMT / alexgo2804@gmail.com

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1 comentario en “Cuando la normativa atenta contra el ciudadano”

  1. Ya me entere. Todo este desorden es por un par de arbolitos que sembraron en la calle a un costado de la Iglesia, como si fueran los primeros arbolitos que se siembran en la calle. ¿Por qué no empezaron por quitar los que están en esa esquina frente a otro negocio? Ah las autoridades de las alcaldías, siempre se les sale el color politico en sus actos y acciones. Y este grupo de Suchitoto verde, en lugar de salir a defender la iniciativa del señor, mejor se hacen a un lado y lo dejan solo. La cosa paisanos es que si se va hacer algo hay que topar. Hay que poyar al señor, y si se los quitan, hay que sembrar más y más… Sino lo hacemos siempre seguiremos dominados por el miedo en nuestro mismo pueblo. Mi reconocimiento al señor que tuvo valor de desafiar a la autoridad…

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