Suchitoto, Gaceta noticias -El Slavador-

Suchitoto y la reforestación ciudadana ¿un desafío a las ordenanzas urbanísticas?

 

En medio de la creciente crisis climática que azota al planeta, los ciudadanos de Suchitoto han decidido tomar cartas en el asunto, transformando su entorno urbano a través de la reforestación en la ciudad. En un gesto audaz y cargado de un profundo simbolismo, los habitantes han comenzado a plantar árboles en las aceras y calles vecinales del centro histórico, desafiando las ordenanzas municipales de ordenamiento urbanístico y protección patrimonial que buscan preservar la integridad del paisaje urbano.

 

Suchitoto, conocida por su riqueza cultural y su arquitectura de estilo colonial, hoy enfrenta un dilema común a muchas ciudades históricas: cómo equilibrar la conservación del patrimonio con la necesidad urgente de adaptarse a los desafíos medioambientales contemporáneos. Las autoridades municipales a través de su representación distrital en Suchitoto, en su intento por responder y proteger “la autenticidad del centro histórico”, han respondido al movimiento ciudadano lanzando una señal de oposición a la reforestación espontánea y ciudadana, argumentando que altera las vías públicas y contraviene las normativas urbanísticas y de protección al patrimonio construido, estableciendo que estas acciones pueden constituir un delito.

 

Sin embargo, para las y los ciudadanos involucrados en esta iniciativa, la crisis climática que cada vez es más sentida en Suchitoto, demanda acciones inmediatas, audaces y decisivas. Los defensores de la reforestación argumentan que la iniciativa trae consigo múltiples beneficios. Primero, la presencia de más árboles en áreas urbanas mejora la calidad del aire, contribuyendo a la salud pública. Además, los árboles proporcionan sombra, reduciendo el efecto de isla de calor urbano, lo cual es crucial en tiempos de cambio climático. Además en un municipio que vive del turismo, un centro histórico verde y acogedor puede ser un atractivo adicional, aumentando el flujo de visitantes y, por ende, beneficiando la economía local.

 

La postura de la municipalidad, aunque comprensible desde una perspectiva conservacionista, carece de empatía y parece desconectada de la realidad actual y de las necesidades urgentes de su ciudadanía. Las ordenanzas de ordenamiento urbanístico, diseñadas para proteger el patrimonio histórico, no deben convertirse en un obstáculo para la sostenibilidad. En lugar de ver la reforestación como una amenaza, las nuevas autoridades del distrito y la municipalidad deberían considerarla una gran oportunidad para dialogar y reinventar el espacio urbano de Suchitoto, integrando la tradición con la innovación ecológica y las necesidades reales de la población.

 

Es esencial que las autoridades locales superen esa visión de mandatarios y construyan verdaderos encuentros para el diálogo con los ciudadanos a fin de generar soluciones compartidas en beneficio y protección de los espacios patrimoniales de la ciudad. En lugar de la confrontación verticalista, sería mejor generar un enfoque colaborativo y de dialogo que de lugar a un plan de reforestación regulado que respete las directrices urbanísticas y, al mismo tiempo, permita a los residentes contribuir al bienestar medioambiental de su comunidad. Lejos de amenazar a sus habitantes por intentar reforestar la ciudad la municipalidad debería considerar la incorporación de expertos en botánica, urbanismo y patrimonio cultural y facilitar el desarrollo de un proyecto que armonice la protección del patrimonio con la reforestación.

 

La resistencia de la municipalidad a la reforestación ciudadana pone de manifiesto una tensión entre el mantenimiento del estatus quo y la necesidad de evolucionar y responder a las necesidades de la ciudadanía con responsabilidad y empatía. Enfrentados a una crisis climática sin precedentes, no podemos darnos el lujo de quedarnos de brazos cruzados y elegir la inacción. Las ciudades deben transformarse en espacios sostenibles que puedan enfrentar los desafíos del cambio climático y, para ello, la participación activa de los ciudadanos es más que crucial.

 

Los arbolitos plantados en el centro histórico de Suchitoto representan más que un acto de desobediencia civil; simbolizan la esperanza y el compromiso de una comunidad con su futuro. Esta iniciativa no es un daño al patrimonio de la ciudad ni una mera alteración al orden de las vías públicas del casco urbano de Suchitoto, sino un urgente llamado a la acción, una manifestación del deseo colectivo de vivir en un entorno más sano y equilibrado en armonía y protección con nuestro medio ambiente.

 

Es momento de que las nuevas autoridades de la municipalidad de Cuscatlán Norte encargadas del distrito Suchitoto reevalúen su postura y lejos de intentar detener la iniciativa se unan a sus ciudadanos y ciudadanas en este esfuerzo vital de reforestar la ciudad. La protección del patrimonio no debe estar reñida con la sostenibilidad de la ciudad. Al contrario, puede ser una oportunidad para que Suchitoto se convierta en un ejemplo de cómo las ciudades históricas pueden liderar la lucha contra el cambio climático, integrando sus raíces culturales con un florecimiento y crecimiento verde y resiliente.

 

En última instancia, la cuestión no debería ser si se debe permitir o no la reforestación urbana, sino cómo se puede llevar a cabo de manera que honre tanto el patrimonio histórico como el futuro sostenible de Suchitoto. Esta iniciativa ciudadana, más que una rebelión, es una invitación al diálogo y la colaboración. Un llamado a redescubrir la armonía entre el ser humano y la naturaleza, sobre todo en el corazón de una ciudad histórica que siempre ha luchado por defender sus bienes naturales.

 

De modo que, en lugar de estar pensando en cómo cortar las raíces de los nuevos árboles en las aceras y calles de Suchitoto, será mucho más provechoso empezar a plantar las nuevas semillas de un diálogo abierto y constructivo, que permita a la comunidad y a las autoridades del distrito y municipales trabajar juntas por un futuro más verde y sostenible para todos y todas.

 

1 comentario en “Suchitoto y la reforestación ciudadana ¿un desafío a las ordenanzas urbanísticas?”

  1. Ya me entere. Todo este desorden es por un par de arbolitos que sembraron en la calle a un costado de la Iglesia, como si fueran los primeros arbolitos que se siembran en la calle. ¿Por qué no empezaron por quitar los que están en esa esquina frente a otro negocio? Ah las autoridades de las alcaldías, siempre se les sale el color politico en sus actos y acciones. Y este grupo de Suchitoto verde, en lugar de salir a defender la iniciativa del señor, mejor se hacen a un lado y lo dejan solo. La cosa paisanos es que si se va hacer algo hay que topar. Hay que poyar al señor, y si se los quitan, hay que sembrar más y más… Sino lo hacemos siempre seguiremos dominados por el miedo en nuestro mismo pueblo. Mi reconocimiento al señor que tuvo valor de desafiar a la autoridad…

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