En los últimos años el nivel de organización y participación ciudadana activa en la vida pública de Suchitoto ha disminuido significativamente. Es muy notable como muchas personas han asumido el silencio y la indiferencia como opción frente a los cambios políticos sociales del país.
Cada vez existen menos personas dispuestas a dar sus opiniones y participar en diálogos ciudadanos participativos en Suchitoto, existe un “germen” que persiste y acecha a la ciudadanía y sus comunidades: la indiferencia y el temor que impiden la franca expresión de ideas y opiniones constructivas frente a la vida pública o las formas de gobernar y ejercer el poder.
En los últimos años, a medida que las y los ciudadanos observan de cerca la toma de decisiones que afectan sus vidas cotidianas, muchos se encuentran atrapados entre el deseo de expresar sus opiniones públicamente y el miedo a las posibles repercusiones. Este fenómeno no es exclusivo de Suchitoto, pero si llama la atención de su efecto en una comunidad considerada organizada, unida, libre y con una larga historia en las luchas y transformaciones sociales.
La indiferencia de los últimos años ha crecido entre las comunidades cuando sus habitantes como ciudadanas y ciudadanos se enfrentan con la complejidad de la política local partidarista, el discurso hegemónico del poder y una ley (régimen de excepción) que atemoriza a la ciudadanía. Ante esto, la mayoría optan por la pasividad, el silencio y la indiferencia en lugar de involucrarse en procesos que puedan poner en riesgo “su seguridad”. Si bien los motivos y razones pueden ser variados: desde la creencia de que sus voces no serán escuchadas hasta la sensación de que el sistema está dominado por un poder absoluto donde no se permiten opiniones contrarias o el desencanto por un sistema demasiado corrompido para provocar un cambio significativo y peor aún el miedo a que sus comentarios puedan traerles consecuencias y persecuciones, ante lo cual la mayoría quizá piensa que lo mejor opción es ver, oír y callar.
Por otra parte, la falta de transparencia y acceso a información precisa y accesible también contribuyen a este fenómeno, dejando a las personas en la oscuridad e incertidumbre sobre el manejo de las cuestiones claves que afectan a su comunidad y el municipio.
Es en el miedo, donde quizás el obstáculo este más arraigado. El temor a represalias por expresar puntos de vista contrarios al gobierno local o central puede paralizar a la población. Las amenazas, estigmatizaciones e insultos en redes sociales, la pérdida de oportunidades laborales o la exclusión social son algunas de las consecuencias que la ciudadanía de Suchitoto puede anticipar o proveer al levantar la voz y externar sus opiniones. La historia ha demostrado que, en algunos casos, estas preocupaciones no son infundadas, lo que hace que la decisión de expresarse sea aún más complicada.
Es esta combinación de indiferencia y miedo lo que crea un círculo vicioso que perpetúa la falta de participación ciudadana activa y cívica. A medida que más personas se retraen, y apagan sus voces, la sensación de aislamiento y desamparo crece, como crece el poder de quienes están en el poder. En este contexto, es fundamental abordar estos problemas y fomentar un entorno en el que los ciudadanos y ciudadanas se sientan participes y empoderados para contribuir a procesos democráticos de dialogo y toma de decisiones que beneficien a todas y todos en Suchitoto.
¿Cómo puede superarse este dilema en Suchitoto y sus comunidades? La educación desempeña un papel fundamental. Empoderar a los ciudadanos y ciudadanas con el conocimiento de sus derechos y responsabilidades puede ser el primer paso para derribar las barreras de la indiferencia. La unión y organización comunitaria pueden ayudar a la comunidad a comprender la importancia de sus voces y su participación activa.
Además, es crucial establecer mecanismos transparentes y seguros para canalizar las opiniones de la ciudadanía. Es de vital importancia contar y reconocer los espacios como este periódico digital, que permite y estimula la exposición de opiniones entre sus páginas digitales y desarrolla programas públicos de opinión ciudadana. Es importante la creación de espacios donde las personas puedan expresar sus ideas, incluso de manera anónima si lo desean, de modo que las opiniones no se personalicen y estas no tengan represalias discriminatorias; participar de foros ciudadanos podría incentivar a más individuos a compartir sus pensamientos e ir superando el temor a las consecuencias negativas de opinar.
Por último, y no menos importante está el papel del gobierno local y su concejo municipal, quienes tienen la obligación de escuchar las demandas y opiniones de sus habitantes. Esta función debe de trascender el discurso de dejar que la gente diga lo que quiera y más bien poner mucha atención a opiniones constructivas que buscan mejorar las condiciones de Suchitoto. La apertura a críticas constructivas y la demostración de un compromiso genuino con el bienestar de la comunidad pueden generar confianza en las instituciones y reducir los temores de represalias discriminatorias por el simple hecho de opinar diferente.
En este sentido animamos a la población a asumir su papel y superar los prejuicios, el temor y la indiferencia a la participación ciudadana. Hoy más que nunca es importante y trascendental construir puentes de dialogo, para conversar y encontrar maneras de volver a las decisiones sabias en comunidad.
Desde este periódico se reafirma el compromiso de mantener un espacio abierto a la participación ciudadana, desde donde de manera objetiva, constructiva y respetuosa se puedan exponer y manifestar las diferentes opiniones ciudadanas frente a las realidades del municipio y el desempeño de la comuna. Es necesario superar la indiferencia y el miedo que rodean la expresión de ideas y opiniones diferentes, pero también necesario es comprender la importancia de la tolerancia y el respeto de quienes piensan y ven las realidades del municipio de manera diferente. La construcción de un entorno en el que la participación ciudadana activa sea valorada y protegida requiere esfuerzos concertados por parte de las organizaciones, las instituciones y la sociedad en su conjunto.
Solo al romper este ciclo de apatía y temor se podrá lograr un Suchitoto más inclusivo, transparente y participativo, donde la opinión de todos y todas sea escuchada sin el temor a represalias. Romper las barreras de la indiferencia y el miedo es el primer paso hacia un futuro en el que la voz de cada ciudadano y ciudadana sea escuchada y contribuya al crecimiento y desarrollo de su comunidad.